Tony Huston evoca la agon¨ªa de su padre en la niebla de Dubl¨ªn

Tony Huston hizo su deb¨² como guionista en Los muertos. La pel¨ªcula, cuyo gui¨®n adapt¨® el joven Huston del relato de James Joyce fue el ¨²ltimo trabajo que dirigi¨® su padre. John Huston falleci¨® el pasado 28 de agosto, a los 81 a?os de edad, s¨®lo unos d¨ªas antes del estreno mundial en el festival de Venecia de Los muertos, que pr¨®ximamente se proyectar¨¢ en Espa?a. La pel¨ªcula n¨²mero 41 del director es un homenaje a Joyce y a Irlanda en el que el director cont¨® con sus hijos, Angelica y Tony."Mi padre ten¨ªa esa clase de car¨¢cter que le acercaba m¨¢s a un gato o a un caballo que a una persona humana", afirma Tony, de 37 a?os de edad. Este instinto determin¨® su trayectoria art¨ªstica y humana durante su larga carrera de 50 a?os.

Los muertos describe la cena de una noche de invierno en Dubl¨ªn, en los primeros a?os del siglo. Dos viejas hermanas dan una fiesta para los amigos y los familiares m¨¢s cercanos. Despu¨¦s de comer, beber, bailar y cantar, Gretta (Angelica Huston) revela a su marido un antiguo amor de juventud, que a¨²n la persigue.

John Huston escribi¨®: "Los muertos te enfrenta con ciertos hechos de la vida -amor, matrimonio, pasi¨®n y muerte- y te obliga a enfrentarte a ellos. Muy pocos relatos tienen este milagroso poder. Los muertos es, sin duda, una de las grandes obras de la literatura en lengua inglesa". El hijo del director cinema togr¨¢fico, que ley¨® por primera vez el relato cuando ten¨ªa 13 a?os, confirma la apreciaci¨®n de su padre.

Los exteriores para la pel¨ªcula fueron rodados en Dubl¨ªn y se contrat¨® a algunos de los m¨¢s importantes actores de teatro irlandeses, como Donald McCann y Cathleen Delany. Huston trabaj¨® muy estrechamente con su padre durante la realizaci¨®n de la pel¨ªcula. "Mi padre y yo est¨¢bamos verdaderamente unidos y ¨¦l trataba de ense?arme todo lo que sab¨ªa. Me ense?¨® c¨®mo una palabra se transforma en lenguaje cinematogr¨¢fico".

"Cuando era ni?o, no era un verdadero padre para m¨ª", dice Huston, "no tengo m¨¢s recuerdo de ¨¦l que el de la figura de Santa Claus, que llega de alg¨²n lugar ex¨®tico en una nube de humo y desaparece igual de r¨¢pido".

"Sin embargo", concluye, "en los dos ¨²ltimos a?os -su familia se convirti¨® en algo muy importante, fundamental, y fue capaz de reparar muchas de sus omisiones".