Pasa un seductor
La obra El placer de su compa?¨ªa es el retrato de un seductor, que naturalmente es Arturo Fern¨¢ndez, con su idea propia de los seductores maduros, de su indumentaria llamativa y de su aire europeo y ocioso.
La pieza de Samuel Taylor cuenta la historia de un americano que fue campe¨®n de tenis y que ha dedicado toda su vida al placer. Se trata de un hombre que sabe perfectamente escoger una cena y sus vinos, o describir un itinerario por las islas griegas; y las mujeres (americanas) le escuchan como al canto de sirena.
Este fen¨®meno de encandilamiento ocurre incluso con su hija. Una muchachita a punto de casarse con un americano t¨ªpico (con su rancho y sus grandes toros de 60.000 d¨®lares), que ve regresar a su padre, a quien no ha podido ver desde la ni?ez —ha estado por el mundo: seduciendo—, y se prenda de ¨¦l: rompe la boda y le sigue a Europa.
El placer de su compa?¨ªa
Por el grupo La Tartana, sobre la obra de Shakespeare. Int¨¦rpretes: Juan Mu?oz, Andr¨¦s Hern¨¢ndez, Esteban Ortego, Sian Thomas, Jes¨²s Rodr¨ªguez, Mar Navarro, Ra¨²l Boda. M¨²sica de Andr¨¦s Hern¨¢ndez y Sian Thomas. Vestuario: Beatriz Marquer¨ªe. Dramaturgia y direcci¨®n: Carlos Marquer¨ªe. Estreno: Sala del Mirador. 8 de enero.
De Samuel Taylor
Versi¨®n de J. J. Arteche. Int¨¦rpretes: Miguel ?ngel S¨¢nchez, Arturo Fern¨¢ndez, Lola Mu?oz, Paula Sebasti¨¢n, Fabio Le¨®n, Trini Alonso, Tom¨¢s Gayo.
Escenograf¨ªa de Fernando Vilas y David Boldu
Direcci¨®n: Arturo Fern¨¢ndez y Tom¨¢s Gallo. Estreno: Reina Victoria. 12 de enero.
El protagonista causa el mismo efecto en las otras mujeres de la casa: su primera mujer, su primera suegra.
Desde el patio de butacas es dif¨ªcil percibir esa seducci¨®n en el peque?o lenguaje liricoide que emplea, en su ropa chillona, en sus trampas y en ese tipo de desverg¨¹enza que utiliza para componer su tipo.
Pero el actor Arturo Fern¨¢ndez suele ejercer ese poder, moderadamente, con las damas que acuden al teatro, y hace muy bien en explotarlo con sus ademanes y sus movimientos de supuesta gran elegancia.
Incesto
La obra no da mucho de s¨ª. Puede que el resbaladizo tema del incesto, puede que la ilusi¨®n por la vieja Europa que siente alguna riqueza americana, hubiesen podido ser algo m¨¢s, y tal vez en el original de Samuel Taylor, y que gane la representaci¨®n dentro de su contexto.
Pero todo gira en torno a Arturo Fern¨¢ndez; los actores realizan con incomodidad los papeles de servicio —en Trini Alonso siempre hay oficios y recursos—, el director de escena es ¨¦l mismo —con el tambi¨¦n actor Tom¨¢s Gayo— y la escenograf¨ªa de Fernando Vilas y David Boldu no ofrece mucho, cargada como tiene que estar con todos los atributos caracter¨ªsticos de lo que se considera alta comedia.
Y como a lo que se va es a ver a Arturo Fern¨¢ndez, a ¨¦l se le aplaude con cari?o y con agradecimiento, por dar de s¨ª lo que de ¨¦l se espera.
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