El descontrol de la basura
La r¨¢pida expansi¨®n de la industria nuclear de la Rep¨²blica Federal de Alemania en los ¨²ltimos 30 a?os est¨¢ basada en una suposici¨®n que demuestra ahora, con el esc¨¢ndalo de Nukem y Transnuklear, ser rotundamente falsa: que hay una soluci¨®n aceptable para el dep¨®sito de los desperdicios radiactivos.La trama descubierta ahora entre Hanau y la planta belga de Mol, con posibles conexiones con Islamabad y Tr¨ªpoli, deja ante todo en evidencia la falacia del circuito cerrado en el proceso de producci¨®n de energ¨ªa nuclear. M¨¢s de 20.000 barriles de residuos nucleares, producidos desde 1979 por las 21 centrales de la RFA, esperan la soluci¨®n que no llega. Algunos, nadie sabe cu¨¢ntos, han desaparecido.
La compa?¨ªa Nukem y la planta de Mol se intercambiaron durante a?os los barriles de material radiactivo por la sencilla raz¨®n de que ninguna de las dos tiene un destino final para su basura. Beneficiarios netos de esta situaci¨®n han sido la Transnuklear y las decenas de funcionarios, contables y directivos corruptos en todo el sector.
Nukem recib¨ªa barriles de Mol con basura radiactiva, mezclaba en ella plutonio, cobalto u otros desperdicios propios y los reenviaba en barriles falsamente declarados a B¨¦lgica. Los belgas hac¨ªan otro tanto, y llegaron a mezclar con desperdicios de baja radiaci¨®n otros extremadamente activos procedentes de limpiezas en centrales belgas.
Al final, el descontrol era tal que Nukem declar¨®, a solicitud del Ministerio de Medio Ambiente del Estado de Hesse, tener almacenados 350 barriles. Cuando se puso a contar resultaron ser casi 2.000, muchos de ellos con ¨ªndices de radiaci¨®n mucho m¨¢s elevados de lo indicado.
La defensa grandilocuente de la industria nuclear alemana occidental se hundi¨® definitivamente ayer. Tras el accidente en la central sovi¨¦tica de Chernobil, los partidarios de esta fuente de energ¨ªa declararon que tragedias de este tipo pueden pasar en pa¨ªses como la Uni¨®n Sovi¨¦tica, donde reina, dec¨ªan, la chapucer¨ªa, no en la Rep¨²blica Federal de Alemania, donde el nivel de seguridad es el m¨¢s alto del mundo.
El nivel de chapucer¨ªa, negligencia, corrupci¨®n, falta de control y potencial delictivo demostrado ahora en empresas punteras de la industria alemana occidental es dif¨ªcilmente superable.
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