Los vigilantes del Metro, partidarios de llevar armas de fuego
Los vigilantes de las 116 estaciones de Metro, que portan como ¨²nica defensa una cachiporra y unos grilletes, son partidarios de incorporar armas de fuego. Un portavoz de los 160 guardas jurados de la empresa Prosesa Metro afirm¨® que el 10%,de los vigilantes se encuentra de baja por lesiones y que "existe una sensaci¨®n de inseguridad al realizar funciones similares a las de la polic¨ªa". La Compa?¨ªa Metropolitano y Prosesa estiman que la incorporaci¨®n de pistolas pondr¨ªa en riesgo la seguridad de los usuarios.
La mayor¨ªa de los vigilantes, seg¨²n un portavoz del comit¨¦ de trabajadores, considera que el no portar arma de fuego resta eficacia a su labor. "Dif¨ªcilmente puede proporcionar seguridad una persona que no va segura", afirm¨®. "Mientras la delincuencia en el metro ha ido en aumento, los vigilantes seguimos con insuficientes medios y haciendo tareas similares a las de la polic¨ªa".El citado portavoz se?al¨® que el 10% de los vigilantes se hallan habitualmente dados de baja por lesiones sufridas en servicio. "Hasta el momento no ha habido heridos de bala, pero en varias ocasiones nos hemos enfrentado a delincuentes armados con pistola. Lesiones con arma blanca y con objetos cortantes son bastante habituales".
La opini¨®n de los responsables de Prosesa y de la Compa?¨ªa Metropolitano es bien distinta. Seg¨²n Vicente Garc¨ªa ?lvarez, director gerente de la compa?¨ªa, "no hay precedentes que justifiquen el uso de pistolas en un medio de trasporte que utilizan a diario 1.300.000 personas". ?lvarez coincide con un portavoz de Prosesa en que "el uso de un arma de fuego en un espacio p¨²blico cerrado es muy peligroso y servir¨ªa a su vez para atraer a delincuentes que pretendan robar un arma".
Reglamento de vigilantes
Prosesa es la responsable de la vigilancia del Metro desde 1979. El contrato firmado en ese a?o, y aprobado por el Ministerio de Interior, omit¨ªa la incorporaci¨®n del rev¨®lver al uniforme reglamentario de los vigilantes del subterr¨¢neo. ?stos alegan que el reglamento de 1978 por el que se regula su funci¨®n exige la incorporaci¨®n de un arma de fuego.El citado reglamento establece que el arma corta reglamentaria es el rev¨®lver de calibre 38 mil¨ªmetros. Los vigilantes de Prosesa Metro se han dirigido en repetidas veces a la Delegaci¨®n del Gobierno con resultado infructuoso.
La Compa?¨ªa Metropolitano denunci¨® el contrato con Prosesa el mes pasado y las nuevas plazas de vigilantes, a las que vuelve a aspirar la citada empresa, saldr¨¢n a concurso pr¨®ximamente con id¨¦ntico requisito: no incorporar armas de fuego. Las plazas quedar¨¢n cubiertas entre marzo y abril, coincidiendo con la puesta en marcha de la primera comisar¨ªa subterr¨¢nea, en la estaci¨®n de Sol, y el refuerzo de la vigilancia con ochenta polic¨ªas armados. La compa?¨ªa destina
Enero para la seguridad de sus instalaciones 600 millones al a?o.
Los 160 vigilantes hacen una media cercana a las 100.000 intervenciones al a?o. Las actuaciones m¨¢s frecuentes son el desalojo y detenci¨®n de vendedores ambulantes, mendigos y revendedores de billetes. Los vigilantes intervienen tambi¨¦n en reyertas y robos.
El metro es en todo el mundo un foco de delincuentes. La vigilancia corre normalmente por polic¨ªas armados en metros como como los de Hamburgo, Montreal o Nueva York, donde patrullan 3.200 polic¨ªas con perros. En Londres existe una polic¨ªa sin armas.
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