Rebeli¨®n bajo la lluvia
Confusi¨®n en una peque?a ciudad incomunicada
JOS? COMAS ENVIADO ESPECIALLas primeras v¨ªctimas provocadas por el enfrentamiento entre fuerzas del amotinado teniente coronel Aldo Rico y las tropas leales al Gobierno que cercaban la peque?a ciudad de 20.000 habitantes, sede del Regimiento de Infanter¨ªa n¨²mero 4, se produjeron la madrugada del lunes (hora local). Sin embargo, no fue posible saber con certeza el bando en el que combat¨ªan los soldados heridos. En Monte Caseros reinaba una total confusi¨®n. La ciudad estaba incomunicada con el resto del pa¨ªs, los tres accesos por carretera estaban cortados o minados, y adem¨¢s desde la madrugada una lluvia torrencial convirti¨® las calles en aut¨¦nticos r¨ªos.
Seg¨²n la primera versi¨®n del ministro de Gobierno y Justicia de la provincia de Corrientes, Mario Branca, que se estableci¨® en Monte Caseros, hacia las 2.30 de la madrugada, hora local, un cami¨®n de los amotinados choc¨® contra una mina de las que tienen instaladas en los puentes. Se oyeron circular ambulancias militares, pero los amotinados rechazaron toda ayuda para sus heridos, seg¨²n la versi¨®n del ministro correntino.Por la ma?ana, en una emisora local se difundi¨® un comunicado del mando del ej¨¦rcito leal, que mencion¨® a dos soldados propios -un teniente y un sargento- que hab¨ªan resultado gravemente heridos al encontrarse con las minas tendidas por los amotinados. El comunicado acusaba a Rico y los rebeldes de irresponsabilidad e inhumanidad por haber minado las carreteras de acceso a Monte Caseros. Este incidente y las versiones contradictorias dan idea de la confusi¨®n reinante en Monte Caseros. La ciudad est¨¢ incomunicada con el resto del pa¨ªs. La radio dice que los tres accesos por carretera est¨¢n cortados o minados. Los tel¨¦fonos s¨®lo funcionan para llamadas locales. Para transmitir esta cr¨®nica el corresponsal de este peri¨®dico tuvo que atravesar en barca el r¨ªo Uruguay, pasar este pa¨ªs y llegar hasta un pueblo en Brasil desde donde fue posible establecer la comunicaci¨®n. -
Una lluvia torrencial, incesante, que empez¨® a las cinco de la ma?ana, convirti¨® en aut¨¦nticos r¨ªos las calles de Monte Caseros, donde era casi imposible circular. Se especulaba que esta lluvia podr¨ªa beneficiar a los amotinados, porque los veh¨ªculos blindados leales al Gobierno pod¨ªan quedar frenados en los fangales que rodean a Monte Caseros.
En la madrugada del lunes por orden del ministro del Gobierno de la provincia de Corrientes, se procedi¨® al desalojo de las familias que viven en los barrios vecinos al amotinado Regimiento n¨²mero 4. La evacuaci¨®n se produjo con orden y Sin incidentes. Unas 1.800 personas tuvieron que abandonar sus casas, un total de 308 viviendas, para evitar ser v¨ªctimas de los posibles enfrentamientos armados. En la noche del domingo al lunes, grupitos de curiosos se hab¨ªan reunido ante las puertas del Regimiento n¨²mero 4. Eran en su mayor¨ªa j¨®venes que esperaban el desarrollo de los acontecimientos. Por la ma?ana el barrio se hab¨ªa convertido en una ciudad fantasma.La sombra de las MalvinasEn el cuartel de los amotinados s¨®lo hab¨ªa a la puerta los centinelas, que se proteg¨ªan de la lluvia torrencial en las garitas. A los dos lados de la entrada del regimiento hay dos carteles con los colores azul y blanco de la bandera argentina. Uno de los carteles expone la lista de acciones militares en que intervino el regimiento. Empezaba por Cotagayta, en 1810, y terminaba por las Malvinas, en 1982. El segundo cartel conten¨ªa los "t¨ªtulos y condecoraciones recibidas por este regimiento"; el m¨¢s reciente era la medalla por la campa?a de las Malvinas. Una placa met¨¢lica recuerda al subteniente ?scar Augusto Silva, "que muri¨® heroicamente, el 12 de junio de 1982, en defensa de la soberan¨ªa nacional en nuestras islas Malvinas".
La sombra de la guerra de las Malvinas se cierne sobre el enfrentamiento de Monte Caseros. En la ciudad se recordaba ayer que el rebelde Rico est¨¢ considerado como h¨¦roe de las Malvinas. Pero tambi¨¦n el general que manda la operaci¨®n contra Rico, Juan Ram¨®n Mabraga?a, luch¨® en las Malvinas y tiene la consideraci¨®n de h¨¦roe.
A la puerta del cuartel rebelde aparec¨ªa pegada una c¨¦dula de citaci¨®n con un membrete del poder judicial de la naci¨®n. La citaci¨®n dec¨ªa: ?C¨¦dula de notificaci¨®n. Monte Caseros, 17 de enero de 1988. Al se?or Aldo Rico, domiciliado en el Regimiento de Infanter¨ªa 4, calle Ayacucho, s/n. Corrientes. Hago saber a usted, a fin de que surta los efectos legales que establece el t¨ªtulo 6 del libro 1 del C¨®digo de Procedimiento en lo criminal , que en la causa n¨²mero 7174188 seguida por el juez federal ordena investigaci¨®n por disposici¨®n de su se?or¨ªa el se?or juez federal de Paso de los Libres, doctor Juan ?ngel Oliva, se le intima para que en el perentorio t¨¦rmino de 30 minutos deponga la supuesta actitud de rebeli¨®n asumida y en consecuencia ordene el inmediato retiro de las tropas apostadas con explosivos y armas sobre la ruta provincial n¨²mero 25 y otras aleda?as en que hubiera personal militar que responda a su mando. Queda usted debidamente notificado".La citaci¨®n judicial parec¨ªa una iron¨ªa, expresi¨®n palpable de la debilidad del poder judicial ante la fuerza f¨¢ctica de las armas. La poblaci¨®n de Monte Caseros esperaba con tranquilidad la evoluci¨®n de los acontecimientos. En la noche, muchos vecinos se encontraban de tertulia en las aceras, donde tomaban mate Y conversaban relajadamente sobre la marcha de los acontecimientos A lo largo del d¨ªa, la lluvia incesante convirti¨® a Monte Caseros en una ciudad fantasma.
El jefe del regimiento sublevado con Rico, emiti¨® un 'mensaje militar conjunto" dirigido a "todas las unidades y organizaciones de las fuerzas" que ped¨ªa, entre otras cosas defender "las banderas de Semana Santa que el se?or jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito p¨²blicamente asumi¨®. Proyecte su verdadera imagen, distorsionada por diversos modos, lo que provoca las cr¨ªticas y el desprecio de la desinformada opini¨®n p¨²blica"-
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