Las exportaciones de libros espa?oles a Latinoam¨¦rica descendieron el 27 % en 1987

Las exportaciones de libros espa?oles descendieron un 116,9% el pasado a?o, cifra que se eleva al 27% si se contabiliza ¨²nicamente el monto de lo exportado a los pa¨ªses de Latinoam¨¦rica. Sin embargo, y aun reconcociendo la dureza de las cifras, no hay una insatisfacci¨®n total entre los editores, ya que consideran que los reajustes producidos en los ¨²ltimos a?os han saneado el mercado, y que, mientras otros sectores han dejado de exportar casi totalmente, ellos han mantenido unas cuotas aceptables, m¨¢xime teniendo en cuenta que lo que ahora se exporta se cobra ¨ªntegramente, lo que no siempre ha ocurrido.

Seg¨²n fuentes de la Federaci¨®n Espa?ola de C¨¢maras del Libro, aunque las cifras de exportaciones del sector han descendido notablemente en los dos ¨²ltimos a?os (el 18,5% en 1986 y el 16,9% en 1987) hay que valorar los datos de una forma razonable y ello no debe llevar ha efectuar an¨¢lisis catastrofistas. "La situaci¨®n no es buena", afirm¨® la misma fuente, "y es evidente que se puede y se debe mejorar, pero tampoco es cr¨ªtica ni desesperada". En este an¨¢lisis pesan diferentes factores. El primero de ellos es que el mercado latinoamericano, aunque con Ibertes bajas en los dos a?os (el 21% en 1986 y el 27% en 1987), ha experimentado una casi total consolidaci¨®n en los pagos.Entre las causas de la disminuci¨®n se contemplan la dif¨ªcil situaci¨®n, de las econom¨ªas intemas de los diversos pa¨ªses; la tendencia, especialmente de las grandes editoriales, a imprimir directamente en el otro lado del Atl¨¢ntico, con presencia especial en Colombia y M¨¦xico; la fluctuaci¨®n del d¨®lar y la aparici¨®n de impuestos al libro en algunos pa¨ªses.

Venezuela, Colombia, Argentina y M¨¦xico han sido las naciones latinoamericanas que m¨¢s han restringido las compras de libros a Espa?a. En el primer caso, la ca¨ªda de las exportaciones se debe, en buena medida, a la supresi¨®n de car¨¢cter preferencial del libro. Hasta hace un a?o, la importaci¨®n de libros gozaba de protecci¨®n al ser considerados los textos bienes de primera necesidad, por lo que los d¨®lares para los pagos ten¨ªan un cambio preferencial, lo que fue suprimido por el Gobierno venezolano. Esto represent¨®, directamente, un encarecimiento del 300% de los libros importados.

Situaciones dif¨ªciles

Los otros tres pa¨ªses atraviesan situaciones dif¨ªciles que han comprimido la demanda del libro, a lo que se a?ade, en el caso de M¨¦xico y Colombia, el establecimiento o la potenciaci¨®n de editoriales espa?olas en aquellos pa¨ªses.En cualquier caso, los editores valoran que, si en el conjunto de las exportaciones espa?olas el libro representa un 1%, con referencia exclusiva al ¨¢rea latinoamericana, el porcentaje se eleva al 10%. "Y eso teniendo en cuenta", a?adi¨® el portavoz de la federaci¨®n de c¨¢maras, "que el resto del comercio es, en gran parte, de intercambio estatal". Esto hace que la perspectiva de futuro sea pesimista respecto a la evoluci¨®n de las exportaciones generales hacia aquellos pa¨ªses, pero no necesariamente para el libro, especialmente si se toman las medidas necesarias. "Espa?a se ha alineado con las monedas europeas", explic¨® el portavoz de la federaci¨®n de c¨¢maras, "mientras que otros pa¨ªses lo han hecho con el d¨®lar. Los libros espa?oles han conseguido, pese a esa desventaja, mantener cuotas aceptables gracias a dos factores: un saneamiento del sector en Am¨¦rica, lo que garantiza el cobro de las ventas, y un ajuste de los precios, que se ha podido apoyar, en buena medida, en un crecimiento del mercado interior".

En efecto, en los ¨²ltimos tres a?os, el precio medio de los libros exportados, contando en pesetas/ kilo ha experimentado un descenso constante. En 1984, el kilo sal¨ªa a 760 pesetas y aument¨® a una media de 790, en 1985, pero desde ese a?o ha bajado a 738, en 1986, y 702, en 1987, siempre con referencia exclusivamente al ¨¢rea de Am¨¦rica latina. Todo ello lleva a los editores a pensar que, en 1992, el libro puede ser el primer producto espa?ol no estatal que se exporte a los pa¨ªses de habla hispana.

Para incrementar a¨²n m¨¢s las exportaciones, sin perder el grado de seguridad en los cobros que ahora se tiene, los editores creen oportuno el establecimiento de alg¨²n tipo de ayuda a la exportaci¨®n, aunque reconocen la dificultad de ello tras la integraci¨®n en la Comunidad Europea. S¨ª creen posibles medidas de apoyo a la presencia de las editoriales espa?olas en ferias y centros de promoci¨®n exterior. En este momento, los editores tienen una ayuda para su presencia en ferias extranjeras de 150 millones de pesetas. Fruto de ello ha sido una notable mejora de las instalaciones y servicios en ferias como las de Frankfurt y Bolonia.

En opini¨®n de los editores, el crecimiento de las exportaciones a pa¨ªses de habla hispana no tiene un techo prefijado. No ocurre lo mismo con los pa¨ªses con idiomas diferentes. Aunque las exportaciones a Europa, por ejemplo, han aumentado en los ¨²ltimos a?os, la cifra total de ¨¦stas est¨¢ predeterminada.

En paralelo al conocimiento de las cifras de exportaci¨®n de 1987, en un tiempo casi r¨¦cord, los editores proyectan nuevas actuaciones de cara al conocimiento riguroso del mercado interior. La Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a estudia la posibilidad de realizar una encuesta a gran escala sobre las ventas reales de libros.

El proyecto se halla en fase de consulta. De momento, la federaci¨®n dispone de la respuesta favorable a la iniciativa por parte de un total de 44 editoriales catalanas que representan el 88% de la producci¨®n de libros en Catalu?a. El estudio ser¨ªa encargado a una empresa especializada en la realizaci¨®n de encuestas y los resultados estar¨ªan a disposici¨®n de todos los editores.