Armani: "El espa?ol es triste vistiendo"

Para Giorgio Armani, el creador de moda italiano con mayor reputaci¨®n internacional, "el hombre espa?ol es triste vistiendo", aunque matiza que se trata de una tendencia generalizada por esa idea, desde su punto de vista err¨®nea, de que lo oscuro y lo serio es garant¨ªa de credibilidad social. Armani, que ayer recogi¨® en Madrid el Premio Crist¨®bal Balenciaga al mejor modista extranjero, piensa que el t¨®pico asigna a la espa?ola una dimensi¨®n flamenca, y por eso ¨¦l, que es tan exquisito, prefiere referirse a la "mujer internacional" alguien que racionaliza sus preferencias y rechaza lo extempor¨¢neo.

La distinci¨®n de Giorgio Armani parece innata, los ojos son claros y profundos, el pelo blanco combinado con el bronceado le concede un aspecto maduramente juvenil, viste la exquisita ropa que ¨¦l misrno crea y nadie dir¨ªa que ya son 53 los a?os que padece. Si no fuera porque es bajito, resultar¨ªa sobrehumano.Desde que en 1975 se independiz¨® y empez¨® a mezclar vanguardismo con una filosof¨ªa industrial destinada a una clientela fiel, su nombre se ha convertido en garant¨ªa de calidad. Sus productos huyen de lo exuberante y de lo futurista, y tienen un marcado sentido) pr¨¢ctico. Posee 16 tiendas de Europa, cuatro en Jap¨®n y cuatro en Estados Unidos, y el pasado a?o su empresa factur¨® 370 millones de d¨®lares (m¨¢s de 37.000 millones de pesetas). No tiene prisa por crecer: la gradaci¨®n es su filosof¨ªa.

"Desde hace muchos a?os he intentado desarrollar una moda de ruptura, pero que pueda ser aceptada, para el hombre y la mujer que trabajan normalmente y que viven una vida joven y diversificada. En este sentido, se pueden vestir de forma muy diversa sin parecer extravagantes".

Armani siempre ha dicho que ¨¦l crea viendo, no so?ando. Y de lo que ha visto de la ¨²ltima moda espa?ola tiene una buena opini¨®n: "?ltimamente he visto en fotograf¨ªas y reportajes que los peri¨®dicos y revistas italianos se interesan mucho por ella; creo que esto nace de una voluntad entre los modistas espa?oles de romper reglas y de una fuerte voluntad creadora, raz¨®n por la que la moda espa?ola interesa".

Carmen de Espa?a

El modista italiano se refiere a esa idea existente de una mujer espa?ola aficionada al uso excesivo de los colores: "Posiblemente haya un condicionamiento tur¨ªstico en esa imagen de espa?ola ib¨¦rica y flamenca como la Carmen de M¨¦rim¨¦e, y aunque creo que s¨ª es verdad que esto existe tambi¨¦n lo es que he visto espa?olas bien vestidas, muy bellas e internacionalmente elegantes, porque no creo que exista un tipo de mujer espa?ola o francesa como tales, sino otra, internacional, que puede encontrarse en Mil¨¢n, Madrid, Roma o Par¨ªs". Esa f¨®rmula de crear mirando a la gente le ha servido para percibir los ¨ªndices de d¨®nde est¨¢ el l¨ªmite al cual puede ¨¦l llegar con su creatividad. "Mi trabajo es una mediaci¨®n entre la mano que dibuja y la gente que compra. Cuando creas un producto que cuesta una cifra no puedes hacer algo de pura fantas¨ªa, ya que est¨¢ destinado a personas normales, que no son creadores o artistas. Esto es una premisa importante no s¨®lo para m¨ª sino para la moda en general: evitar las descompensaciones".El dise?ador no teme al riesgo de convertirse en un personaje cuya firma pueda resultar tan comercial que derive en una falsificaci¨®n de s¨ª mismo. "No temo perder mi esencia, llevo muchos a?os creciendo de forma gradual, buscando el momento oportuno para lanzarme. Mi idea es que lo que firmo est¨¢ controlado por m¨ª y por mi equipo y yo lo tengo que justificar. La forma es que la gente sienta que si ve la firma Arman? sepa que lo que contiene nace de un estudio pormenorizado. Yo nunca firmar¨¦ una taza blanca para el caf¨¦, sin m¨¢s. Ahora existe la tendencia de gente de la moda que lo firma todo. Yo no".

A lo que s¨ª teme Armani es a quedarse sin ideas. "Al imaginar una nueva colecci¨®n debes pensar en una clientela y encima ser original y contar con la figura. Unir estos tres elementos da p¨¢nico, y el verdadero estilismo es juntarlos y que el resultado cree en el cliente la satisfacci¨®n de comprar. Esto es el estilismo, no inventar una chaqueta de tres mangas que no sirve para llevar".

El modista italiano piensa en lo que puede ser el comprador de los pr¨®ximos a?os: "Me imagino a un hombre y a una mujer que no se dejan traicionar por la moda, cuya mentalidad sea interpretar su compra adecu¨¢ndola a su personalidad y rechazando aquello que no le convenga. Un hombre y una mujer fieles, que no sigan el momento, lo extempor¨¢neo y lo exhibicionista".