Los trabajos de la Conferencia Internacional sobre el SIDA se centran en las medidas de prevenci¨®n
Los ministros de Sanidad, expertos y educadores de 152 pa¨ªses -entre ellos Espa?a- emprendieron ayer en Londres las sesiones de la Conferencia Internacional sobre el S¨ªndrome de Inmunodeficiencia Humana Adquirida (SIDA), a cuyo t¨¦rmino, ma?ana, ser¨¢ aprobada una declaraci¨®n cuyo texto preliminar apuesta por la dedicaci¨®n de los principales esfuerzos a los programas de informaci¨®n y educaci¨®n. La conferencia fue abierta por la princesa Ana, y est¨¢ auspiciada por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y el Gobierno brit¨¢nico.
"Mientras no exista ninguna vacuna o cura para el s¨ªndrome de inmunodeficiencia humana adquirida (SIDA), los programas de informaci¨®n y educaci¨®n deben seguir siendo la parte mas importante de la estrategia mundial contra la enfermedad", afirma el texto preliminar de la que se denominar¨¢ declaraci¨®n de Londres.
El texto ha sido elaborado especialmente para esta conferencia por los responsables del programa de la OMS sobre el SIDA, y pretende ser una gu¨ªa b¨¢sica para las acciones de educaci¨®n sanitaria con respecto al s¨ªndrome de inmunodeficiencia que se desarrollan en todo el mundo.
La princesa Ana afirm¨® en su discurso inaugural que el SIDA es "una herida que la humanidad se ha inferido a s¨ª misma, que recuerda al homo sapiens su falibilidad". Ana de Inglaterra hizo un llamamiento para que se encuentre lo m¨¢s pronto posible un remedio que sirva para afrontar esta epidemia.
"Prevenci¨®n" ha sido la palabra m¨¢s repetida en las distintas intervenciones que se produjeron en la sesi¨®n inaugural del congreso.
Tras esta sesi¨®n de apertura, los ministros de Salud presentes en Londres se han reunido a puerta cerrada para discutir el texto de la declaraci¨®n definitiva, que ser¨¢ hecha p¨²blica maf¨ªana, jueves.
Las opiniones de los ministros que han intervenido hasta ahora han dejado ver que hay dos posiciones claramente diferenciadas entre los pa¨ªses desarrollados y los subdesarrollados (con la excepci¨®n de los pa¨ªses africanos, que tienen su turno de palabra ma?ana): mientras los primeros abogan claramente por las campa?as de prevenci¨®n y educaci¨®n sanitaria, los segundos se muestran m¨¢s partidarios de medidas de control de la poblaci¨®n.
Quiz¨¢ por ello, la ministra danesa de Sanidad, Agnete Laustsen, concluy¨® su intervenci¨®n afirmando: "Luchemos contra la enfermedad y no contra la gente".Compromiso pol¨ªtico
El doctor Halfdan Mahler, director general de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, invit¨® a los ministros de Sanidad presentes a que asuman el compromiso pol¨ªtico que tienen para defender el programa de la OM S Saludpara todos en el a?o 2000.
Maliler se?al¨® que este programa repercute especialmente en la atenci¨®n primaria, y que .no es casualidad que el primero de los elementos de una buena atenci¨®n primaria sea la educaci¨®n y la prevenci¨®n".
El director general de la OMS destac¨® tambi¨¦n que el ¨¦xito de los programas de educaci¨®n sanitaria se basa en queutilicen una tecnolog¨ªa apropiada. ,
Es decir, que sean aceptados socialmente, tanto si la informaci¨®n va dirigida a la poblaci¨®n en general ?como a grupos espec¨ªficos.
"El SIDA", continu¨® Mahler, "nos ense?a una vez m¨¢s cu¨¢les son las dimensiones culturales, sociales, econ¨®micas y pol¨ªticas de la salud. Nos ensef¨ªa c¨®mo la marginaci¨®n y la estigmatizaci¨®n son en s¨ª mismas una marca a la salud p¨²blica. La salud para todos implica a todos, incluidas las personas que han estado en contacto con el virus del SIDA, y que tienen derecho a unos cuidados humanos iguales a los de otros enfermos".Asia y Ocean¨ªa
La marginaci¨®n de los afectados por el s¨ªndrome y la extensi¨®n que puede tomar la epiden?a son las principales preocupaciones de la OMS, seg¨²n puso de manifiesto en su intervenci¨®n el doctor Jonathan Mann, director del programa especial de esta organizaci¨®n sobre el SIDA.
Este programa se desarrolla en colaboraci¨®n con los Gobiernos del mundo entero y est¨¢ financiado con aportaciones voluntarias de cada pa¨ªs. Para 1988, el presupuesto total es de 33.882.441 d¨®lares (3.729 millo nes de pesetas).
John Moore, secretario de Estado para los Servicios Sociales del Reino Unido, afirm¨® que s¨®lo influyendo en los comportamientos personales se puede parar el SIDA, pero pun tualiz¨® que la educaci¨®n por s¨ª sola no es suficiente, y que la lucha contra el s¨ªndrome debe es tar inscrita en un contexto que incluya tambi¨¦n la investigaci¨®n, el control de la infecci¨®n y las medidas de atenci¨®n sanitaria a los afectados.
El pasado 12 de enero, la OMS hab¨ªa recibido notificaci¨®n de 75.392 casos de SIDA en 130 pa¨ªses diferentes.
El 75% de los casos est¨¢ localizado en 42 pa¨ªses de Am¨¦rica, un 12% se distribuye'en 12 pa¨ªses europeos, otro 12% se sit¨²a en 38 pa¨ªses africanos y s¨®lo un 1% de los casos registrados est¨¢ localizado en Asia y Ocean¨ªa. El n¨²mero de enfermos notificados a la OM S aumenta r¨¢pidamente: desde 1985 se ha multiplicado por seis, pero, a pesar de ello, las previsiones de la OMS sit¨²an la incidencia real del SIDA muy por encima de esas cifras.
Seg¨²n el doctor Mann, que defini¨® al virus de inmunodeficiencia humana (VIH) como un virus viejo o anciano, el n¨²mero de casos declarados subestima el n¨²mero real, porque hay a¨²n problemas para identificar a los afectados.150.000 afectados
Seg¨²n las previsiones de la OM S, el n¨²mero real de afectados es de 150.000, y este a?o se espera que se declare la enfermedad en un n¨²mero igual de personas.
, En Espa?a, seg¨²n los datos aportados por Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas, ministro de Sanidad, a finales de diciembre hab¨ªa 789 casos de SIDA.
Los casos que aparezcan en un plazo de cinco a?os corresponden cen a individuos infectados actualmente, y, aunque no es posible conocer una cifra, hay varios millones de personas que tienen un comportan¨²ento sexual potencialmente sensible de contagio.
"La comunicaci¨®n", seg¨²n Jonathan Mann, "es la clave, porque todos podemos aprender y modificar nuestro comportan?ento. Pero hay que rechazar soluciones simplistas. La prevenci¨®n no sobrevive s¨®lo'con informaci¨®n: necesita un medio social de apoyo que evite la marginaci¨®n. Nada justifica la marginaci¨®n y el aislamiento de los portadores del VIH".
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