Una denuncia antiestalinista consagra a Anatoli Ribakov como el autor m¨¢s popular de la URSS
La novela 'Los ni?os del Arbaf' estuvo prohibida durante muchos a?os
A sus 77 a?os, el escritor sovi¨¦tico Anatoli Ribakov irradia euforia. Este anciano, de ojos chispeantes y apariencia de genio travieso gracias a La combinaci¨®n de una peculiar risa y dos mechones de cabello blanco tieso sobre elcr¨¢neo, se ha convertido en el escritor m¨¢s le¨ªdo, m¨¢s celebrado, m¨¢s pol¨¦mico, m¨¢s traducido y posiblemente m¨¢s rico de toda la URSS con su novela Los ni?os del Arbat, que ha marcado un hito y ha hecho historia dentro de la perestroika (reestructuraci¨®n) cultural sovi¨¦tica. Los ni?os del Arbar es una novela antiestalinista, ambientada en los a?os treinta, que durante muchos a?os permaneci¨® in¨¦dita, pues el autor se negaba a publicarla en el exterior. El a?o pasado la public¨® la revista literaria Druzhba Narodov.
Ribakov nos recibe en su dacha (casa de campo) de Peredelkino, una localidad residencial a las afueras de Mosc¨² donde entre abedules y abetos se encuentran las villas que la Uni¨®n de Escritores de la URSS pone a disposici¨®n vitalicia de sus miembros. R¨ªbakov vive aqu¨ª todo el a?o, cuando no est¨¢ en Estados Unidos o atiende alguno de sus m¨²ltiples compromisos en el extranjero.Por la ventana de su gabinete de trabajo totalmente forrado de madera, se divisa s¨®lo la acumulaci¨®n de nieve horadada por los troncos esbeltos de los abedules. En la penumbra de la habitaci¨®n, Ribakov no disimula su alegr¨ªa por el ¨¦xito obtenido por Los ni?os del Arbat, una novela antiestalinista ambientada en los a?os treinta que caus¨® sensaci¨®n al ser publicada el a?o pasado por la revista literaria Druzhba Narodov.
Los ni?os del Arbat, prohibida largo tiempo por su denuncia de la figura y cr¨ªmenes de Stalin, es considerada como un s¨ªmbolo de un nuevo deshielo cultural, y para muchos ciudadanos ha supuesto la revelaci¨®n apabullante de unos horrores que conoc¨ªan s¨®lo de forma fragmentaria.
"Todos los pa¨ªses del mundo que tienen editoriales se disponen a editar Los ni?os del Arbat. La he vendido en todos los pa¨ªses de Europa, comenzando con Suecia y acabando por Grecia y pasando por Espa?a. Tambi¨¦n a Israel, Argelia, Jap¨®n y China, donde van ya por la segunda edici¨®n y con una enorme tirada. En la URSS, aparte de la edici¨®n de Druzhba Narodov, que ten¨ªa una tirada de 160.000 ejemplares, se ha hecho un libro con 300.000 ejemplares de tirada y se prepara otra de dos millones. Como m¨ªnimo, cada ejemplar publicado lo han le¨ªdo 10 personas, y contin¨²an circulando de mano en mano".
En una encuesta realizada por el Comit¨¦ Estatal de Edici¨®n, Ribakov fue el autor que m¨¢s votos recibi¨® de los lectores, muy por encima de otros colegas suyos.
"?Lo ve?", exclama, poniendo sobre la mesa los resultados de la encuesta. "Tuve 484 votos, y por debajo de m¨ª, Mijail Bulgakov, con s¨®lo 159, y luego sigue Pikul, con 120 votos. Je, je, je. Estoy cuatro veces por encima de mi competidor m¨¢s cercano, je, je, je, y Pikal (un escritor especializado en novelas hist¨®ricas prerrevolucionarias, extremadamente popular en la URSS) tuvo cinco veces menos, je, je, je".
Ribakov afirma que ning¨²n libro en la historia de la URSS se ha vendido en el extranjero al precio de los ni?os del Arbat, que, seg¨²n nos dice, aparecer¨¢ en Espa?a en la primavera editado por Planeta. Ribakov, que en un momento dado afirma estar convertido en un contable, se ha convertido en uno de esos raros personajes que conjuga el hecho de ser millonario con la circunstancia de ser sovi¨¦tico.
"Je, je, je. En Espa?a he cobrado muy poco. Tan s¨®lo un adelanto de 10.000 d¨®lares (1.140.001) pesetas). Claro, que en Am¨¦rica lo he vendido por much¨ªsimo m¨¢s; varias veces m¨¢s. Estados Unidos dicta la moda en el mercado del libro. En Francia, en la RFA y en Italia tambi¨¦n lo he vendido por m¨¢s dinero. Claro, que el escritor no se queda la cantidad ¨ªntegra. Un 25% se le cobra la Sociedad de Derechos de Autor (el VAAP), y el resto est¨¢ lastrado por un enorme impuesto progresivo. As¨ª que no me queda tanto dinero, pero algo s¨ª. Tengo divisas que me puedo gastar en el extranjero o aqu¨ª cambi¨¢ndolas por certificados para comprar en las beriozkas" (las tiendas especiales para los ciudadanos con derecho a tener moneda extranjera).
Stalin como personaje
Los ni?os del Arbat es el fruto de un largo trabajo que se remonta a los a?os sesenta, cuando Ribakov pretendi¨® publicar la primera parte de la novela en la revista Novi Mir, entonces dirigida por Alexandir Tvardovski, el responsable de la publicaci¨®n, en 1962, de Un d¨ªa en la vida de Iv¨¢n Denisovich, de Solyenitsin. De una de sus m¨²ltiples carpetas saca un viejo n¨²mero de Novi Mir de 1966 donde est¨¢, anunciada la publicaci¨®n de Los ni?os del Arbat. "Tvardovski no se atrevi¨® a publicarla porque hab¨ªa algunos cap¨ªtulos sobre Stalin y no quer¨ªa tratar esos temas. Entonces escrib¨ª una segunda parte, y ya no fueron dos cap¨ªtulos sobre Stalin, sino doce. En 1978, la revista Octubre volvi¨® a anunciar la publicaci¨®n, pero tampoco pudo salir, y entonces escrib¨ª una tercera parte, y ya la mitad del libro era sobre Stalin, y s¨®lo ahora he podido publicarlo".Durante a?os, quienes estaban al corriente del panorama l¨ªterario sovi¨¦tico sab¨ªan que Anatoli Ribakov ten¨ªa una novela explosiva a punto para publicar en cuanto se lo permitieran. Y la ten¨ªa bien guardada en alguna parte, aunque nunca pens¨®, seg¨²n dice, en publicarla en el extranjero.
"Mi novela Arena pesada hab¨ªa aparecido en 23 pa¨ªses y hab¨ªa tenido ¨¦xito. Los editores quer¨ªan tener otro libro m¨ªo y sab¨ªan que hab¨ªa escrito Los ni?os del Arbat, pero no quer¨ªa publicarla en el extranjero porque pensaba que esta novela es necesaria para mi pueblo y para mi pa¨ªs y que deb¨ªa ser publicada aqu¨ª. Ahora se publican en la URSS cosas que han salido primero en el extranjero, pero en aquel entonces publicar en el extranjero supon¨ªa cerrarse el camino aqu¨ª. Claro, que ten¨ªa una copia bien guardada, je, je, je. C¨®mo no. Todo se hizo como es debido. Tenemos experiencia. Dicen que los manuscritos no pueden destruirse, pero s¨®lo cuando est¨¢n en lugar seguro".
Para que su novela pudiera ver la luz, Ribakov tuvo que aceptar unos recortes en los trozos que implicaban m¨¢s directamente a Stalin en el asesinato de Serguei Kirov, el jefe del partido de Leningrado, muerto en 1934.
"Este compromiso no tiene importancia, porque en la novela queda suficientemente claro que Stalin particip¨® en el asesinato de Kirov, y los millones de personas que han le¨ªdo la novela as¨ª lo entienden. Hab¨ªa un p¨¢rrafo donde yo subrayaba este punto de forma directa. Me pidieron que lo quitara, ya que no hay pruebas documentales de lo que dec¨ªa. Como artista he ganado con ello, ya que la l¨®gica de la novela misma muestra a qui¨¦n beneficiaba la muerte de Kirov".
Para escribir Los ni?os del Arbat, Ribakov se ha basado sobre todo en su propia experiencia vital. "En el a?o 1934 yo era ya un adulto, y aquella ¨¦poca, que para muchos es historia, es para m¨ª parte de mi vida". En la casa n¨²mero 51 de la calle de Arbat, donde arranca la novela, vivi¨® de joven Ribakov; hoy es el emplazamiento del primer videosal¨®n de Mosc¨².
Sacha Pankiratov, el protagonista principal, tiene elementos de la biografia de Ribakov, que fue condenado a tres a?os de prisi¨®n y expulsado del instituto donde estudiaba por su participac¨ª¨®n en un asunto parecido al de su novela: la redacci¨®n de un mural informativo interpretado de forma absurda. "Sacha Pankratov es bastante mejor que yo. Su esencia es el antagonismo con Stalin, porque se trata de un personje moral que representa al pueblo y la moralidad y la ¨¦tica universal".
Ribakov se ha basado tambi¨¦n en conversaciones con personas que trataron a Stalin y en la Prensa de los a?os treinta. Una de las cosas que m¨¢s sorprenden a los lectores de Los ni?os del Arbat es el retrato que Ribakov traza de este personaje.
Un escritor no es un historiador
"Lo he pintado como era", dice. "No me he inventado nada. He hablado con mucha gente que lo conoc¨ªa, que hab¨ªa hablado con ¨¦l y que me lo describi¨® detalladamente, y me bastaron algunos trazos para hacer su retrato. Adem¨¢s, yo he visto a Stalin en la tribuna. Tengo sus obras completas, los documentos de todos los congresos y de los procesos".Insiste Ribakov que un escritor no es un historiador, y desde su ¨®ptica prepara ya la continuac¨ª¨®n de Los ni?os del Arbat, que concluye en el pacto germano-sovi¨¦tico. El anuncio de su publicaci¨®n en Druzhba Narodov ha hecho subir la tirada de esta revista hasta 800.000 ejemplares, nos dice. Piensa ya Ribakov en la tercera parte, que tratar¨¢ de la guerra, un tema que ya abord¨® en Arena pesada, una pol¨¦mica novela publicada en 1978 en la que se trataba el destino de una familia jud¨ªa. "Tengo que escribirlo todo en los pr¨®ximos tres o cuatro a?os, ya que no tengo la misma memoria ni la misma capacidad de trabajo que en el pasado".
Babelia
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