Como si fuera la Biblia

"Los que atacan Los ni?os del Arbat no lo hacen por motivos art¨ªsticos sino porque se oponen a la perestroika. Mi novela la han le¨ªdo, la leen y la leer¨¢n millones de personas como si fuera la Biblia. Un mal libro no puede tener tal ¨¦xito", dice Anatoli Ribakov, que asegura recibir entre 30 y 40 cartas diarias.La mitad de las cartas que recibe, nos explica Ribakov, est¨¢n escritas por j¨®venes de menos de 35 a?os que "han encontrado su ideal de verdad en mi novela". Muchas cartas son conmovedoras, ya que en un 20% proceden de gente represaliada en la ¨¦poca de Stalin, o han sido escritas por sus parientes, en muchos casos por sus hijos.

"Son cartas desgarradoras, de gentes que fueron entregadas a la inclusa, -a quienes se les cambi¨® el apellido y que, al crecer, comenzaron a buscar a sus padres y hasta ahora les buscan".

Un 10% de las cartas son negativas, y entre ellas hay tambi¨¦n algunas que contienen amenazas. "Si amenazan es porque no van a hacer nada. Escriben que habr¨ªa que fusilarme y llevarme al juzgado. Tambi¨¦n hay quien me pregunta si necesito escolta".

Las cr¨ªticas a Ribakov no han estado exentas de antisemitismo, ya que el autor es de origen hebreo, aunque la Enciclopedia Sovi¨¦tica le registre, en la nota sobre ¨¦l, simplemente como ruso.

"Nadie sab¨ªa que yo era hebreo hasta que escrib¨ª Arena pesada, que no fue f¨¢cil de publicar. El antisemitismo es una forma de llenar un vac¨ªo. Parte de la propaganda de Hitler, que ocup¨® una gran parte de nuestro territorio durante la guerra, ejerci¨® influencia aqu¨ª, y Stalin, en los ¨²ltimos a?os de su vida, tuvo tendencias antisemitas, tal como demuestra el proceso contra los m¨¦dicos, y todo ello ca¨ªa en un determinado contexto cultural".Emigrantes y arraigados

"Hay que entender que Estados Unidos, por citar un ejemplo, es un pa¨ªs de emigrantes, pero Rusia es un pa¨ªs de arraigamiento, que nunca conoci¨® la verdadera emigraci¨®n y que estuvo a la defensiva tanto de Occidente como de Oriente. Tuvo que defenderse de los franceses, de los polacos, de los t¨¢rtaros, de los alemanes y de los suecos. Por todo ello es un pa¨ªs muy patri¨®tico y no tiene respeto por la emigraci¨®n".

"Si los hebreos se fueran a Israel a construir su pa¨ªs all¨ª, en el desierto, no habr¨ªa una actitud tan negativa hacia ellos, pero la gente no se va a Israel, sino a Am¨¦rica, Canad¨¢ o Australia, se marchan de Rusia. Yo, personalmente, creo que cada persona debe vivir donde quiera, pero comprendo la psicolog¨ªa del pueblo ruso, que no puede permanecer indiferente cuando la gente se va porque no quiere vivir en la tierra que ¨¦l ha defendido durante muchos siglos".