El origen de las armas centra la investigaci¨®n judicial sobre el asesinato de Santiago Brouard
VICTORINO R. DE AZ?ALa procedencia de las armas empleadas para perpetrar el asesinato de Santiago Brouard se ha convertido en la clave de la investigaci¨®n judicial sobre el caso, cuyas diligencias han experimentado una aceleraci¨®n en las ¨²ltimas semanas. Dos funcionarios de polic¨ªa, el comisario jefe de la Brigada de Estupefacientes de Madrid, Fernando Cos Gay¨®n, y el sargento de la Guardia Civil Juan Jos¨¦ Pe?a Fern¨¢ndez, prestan declaraci¨®n hoy ante el juzgado de Bilbao que instruye el sumario.Los dos abogados personados en el sumario, el acusador particular, Txema Montero, y el defensor del ¨²nico procesado, Jos¨¦ Emilio Rodr¨ªguez Men¨¦ndez, sostienen l¨ªneas de investigaci¨®n contradictorias sobre el origen de las armas. Mientras Montero afirma que la pistola y la carabina fueron vendidas a los autores del crimen por el traficante Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez D¨ªaz, el Franc¨¦s, procesado por colaboraci¨®n necesaria, Rodr¨ªguez Men¨¦ndez asegura que las armas proceden de incautaciones policiales no declaradas a la autoridad judicial.
Seg¨²n Rodr¨ªguez Men¨¦ndez, la carabina, una Army Jaeger de fabricaci¨®n italiana, calibre 22, fue aprehendida por la polic¨ªa en la sede de Madrid de la organizaci¨®n ultra Acci¨®n Sindicalista Nacional del Trabajo, vinculada al partido de extrema derecha Fuerza Nueva.El dirigente de este sindicato Jos¨¦ Antonio Assiego fue detenido el 30 de enero de 1982 y acusado de tenencia il¨ªcita de armas y explosivos.La pistola, una Lathy Husqwarna autom¨¢tica de dise?o finland¨¦s y fabricaci¨®n sueca, fue incautada, siempre de acuerdo con la tesis de la defensa, a un clan de gitanos de ascendencia centroeuropea, los Montero Jodorovich, desarticulado en Barcelona el 4 de febrero de 1984.
Veintiuna personas de este clan fueron detenidas y acusadas de prestar apoyo a grupos aut¨®nomos anarquistas, a los que presuntamente suministraban explosivos, armas y municiones.Aprehensi¨®n de explosivos
Durante la operaci¨®n fueron registrados ocho domicilios y descubiertos tres escondites, seg¨²n la informaci¨®n oficial, y se encontraron minas, trilita y otras sustancias explosivas, detonadores, espoletas y bol¨ªgrafos pistola, aunque no consta que fueran halladas armas de fuego.
Ni de la incautaci¨®n de la carabina ni de la pistola existe constancia judicial. El abogado Jos¨¦ Emilio Rodr¨ªguez Men¨¦ndez sostiene que, siguiendo una pr¨¢ctica relativamente frecuente en las comisar¨ªas, los funcionarios las desviaron para uso de sus grupos respectivos, sin ponerlas a disposici¨®n del juez correspondiente.
La confirmaci¨®n de esta hip¨®tesis echar¨ªa por tierra el procesamiento por colaboraci¨®n necesaria de Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez D¨ªaz, ¨²nico encausado hasta ahora en el sumario 101/84, relativo al asesinato de Brouard. El Franc¨¦s reconoci¨® en Bilbao, en febrero de 1986, haber vendido a Alberto Granados C¨¦spedes por 300.000 pesetas las armas, ambas modificadas, abandonadas en la consulta del pediatra por los autores del atentado el 20 de noviembre de 1984.
Rodriguez D¨ªaz proporcion¨® algunos datos sobre la armer¨ªa del Barrio Latino de Par¨ªs donde hab¨ªa efectuado la compra. El abogado de la acusaci¨®n particular, Txema Montero, despu¨¦s de numerosas pesquisas, logr¨® identificar el establecimiento y confirm¨® la venta, debidamente registrada. Tras su procesamiento, el 30 de octubre de 1986, El Franc¨¦s se retract¨® de su declaraci¨®n e impugn¨¦ las condiciones en que se hab¨ªa producido, alegando indefensi¨®n.
Seg¨²n sus declaraciones, aunque las armas que adquiri¨® en Par¨ªs son parecidas a las usadas para dar muerte a Santiago Brouard, no son las mismas, y la carabina Army Jaeger ni siquiera es del mismo tipo que la depositada en el juzgado n¨²mero 1 de Bilbao. Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez D¨ªaz asegura tambi¨¦n que las armas que adquiri¨® en Par¨ªs estaban neutralizadas y no serv¨ªan para disparar.
El comisario jefe de la Brigada de Estupefacientes de Madrid, Fernando Cos Gall¨®n, y el sargento de la Guardia Civil Juan Jos¨¦ Pe?a est¨¢n citados para prestar declaraci¨®n hoy ante el juez Julio Garc¨ªa Braga, que instruye el sumario. Con Cos Gall¨®n manten¨ªa relaci¨®n, al parecer, el confidente Miguel ?ngel L¨®pez Oca?a, cuya declaraci¨®n implic¨® en principio a El Franc¨¦s, aunque luego en un careo se desdijera.
El sargento Pe?a est¨¢ acusado de haber colocado en agosto de 1987, en compa?¨ªa de un cabo de la Guardia Civil, una bomba con 250 gramos de Goma 2 en un hipermercado de Guip¨²zcoa con la intenci¨®n de hacer chantaje al establecimiento.
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