El 'general rebelde' quiere ser presidente

El general Frank Vargas Pazzos, de 53 a?os, que en marzo de 1986 se rebel¨® contra el Gobierno y un a?o despu¨¦s fue liberado tras un mot¨ªn en la base de Taura, de la fuerza a¨¦rea ecuatoriana, intenta llegar a la presidencia de Ecuador en las elecciones del domingo, apoyado por varios partidos y grupos desde la izquierda cl¨¢sica hasta la extrema.Respaldan la candidatura de Vargas el Partido Socialista Ecuatoriano, el de Acci¨®n Popular Revolucionar¨ªa Ecuatoriana (de tendencia populista), el Partido Liberaci¨®n Nacional (escisi¨®n del Partido Comunista tradicional), el Movimiento Patri¨®tico Frank Vargas Pazzos y el Partido Comunista Marxista-Leninista de Ecuador (depurado), de orientaci¨®n prochina en sus or¨ªgenes.

Las encuestas electorales no dan a Vargas la oportunidad de quedar el domingo entre los dos candidatos m¨¢s votados, lo que le permitir¨ªa optar por la presidencia el pr¨®ximo 8 de mayo, en la segunda vuelta de las elecciones. Los pron¨®sticos electorales casi siempre han fallado en Ecuador, y no faltan los que creen que Vargas podr¨ªa dar la sorpresa. La mayor¨ªa coincide en conceder a Vargas un puesto entre los cinco candidatos m¨¢s votados.Si s¨®lo votasen los manabitas, parece que no hay duda de que el pr¨®ximo presidente constitucional de Ecuador ser¨ªa el general rebelde, como le llaman sus paisanos. Manab¨ª es, con 468.000 empadronados, la tercera provincia m¨¢s poblada de Ecuador, y all¨ª naci¨® Vargas. All¨ª, en Chone, vive su madre, que, a sus 86 a?os, todav¨ªa mantiene firmes las riendas de la hacienda Medio Mundo, de la que procede el clan de los Vargas. En Manab¨ª est¨¢ la base a¨¦rea de Manta, donde Vargas se rebel¨® en 1986 contra el Gobierno de Le¨®n Febres Cordero, y la corrupci¨®n del Ministerio de Defensa que sirvi¨® de motivo al general para legitimar su levantamiento. El pasado mi¨¦rcoles, Vargas regres¨® a Manta, pero esta vez no era un general rebelde, sino que vino en busca de votos, como uno de los 10 candidatos a la presidencia.

Los pantalones bien amarrados

Manta es una ciudad de 10.000 habitantes, 400 kil¨®metros al oeste de Quito, en la costa del Pac¨ªfico. Unas 10.000 personas recibieron a Vargas de forma apote¨®sica y aguantaron hasta las once de la noche el final del mitin del general, que lleg¨® con dos horas de retraso. Unos 100 veh¨ªculos, desde autobuses hasta furgonetas agr¨ªcolas, llenos hasta los topes de gentes entusiastas, esperaban al "marabita que va a sacar adelante a esta provincia marginada cuando sea presidente".Entre los que esperaban estaba Stalin Sacoto, un estudiante de inform¨¢tica de 18 a?os, que hab¨ªa llegado con su banda juvenil, que se llama Apocalipsis. Dice Stalin que est¨¢ con Vargas porque "es un tipo decidido y fue el ¨²nico que se le par¨® (se puso de pie) como var¨®n a Le¨®n (Febres Cordero), y tiene los pantalones bien amarrados. Adem¨¢s, es marabita". El joven y su banda consiguieron llegar hasta las primeras filas, ante el estrado donde hablaba Vargas. La masa brincaba y coreaba: "M¨¢s arrecho (valiente) que Le¨®n (Febres)" y "Le¨®n, maric¨®n".

Antes de la llegada del candidato, un coro de mujeres, gordas emperifolladas con sus mejores trapos, sudorosas en la bochornosa noche del Pac¨ªfico, cantaban, acompa?adas por un organista obeso y medio ciego, una canci¨®n en honor de Vargas. Repet¨ªan sin cesar la letra, que dec¨ªa: "Ser¨¢ Frank Vargas Pazzos justicia y democracia. La libertad pregona ya toda la naci¨®n. Se oyen clarines de triunfo y victoria. All¨¢ en los confines el pueblo le aclama: ?Vargas, presidente!, Ecuador lo proclama. Todo Marab¨ª, con j¨²bilo, dice: Vargas Pazzos es hombre ideal, palad¨ªn de ecuator¨ªanidad, de ¨¦l ser¨¢ el solio presidencial".La plaza era un clamor cuando lleg¨® Vargas, vestido con una ropa de corte militar. Salud¨® con el pu?o en alto y el ment¨®n alzado al cielo. Una ni?a, vestida de rosa, le llev¨® un ramo con 30 rosas rojas, que el general agitaba mientras la muchedumbre le vitoreaba. Los aplausos le interrumpen cuando habla de "la fuerza dominante y opresora de la oligarqu¨ªa ecuatoriana", "derrotar a las intenciones de la oligarqu¨ªa y los monopolios internacionales" y "la avaricia y corrupci¨®n de la oligarqu¨ªa criolla".

Del p¨²blico emergen pasquines con la foto de Vargas, y el texto: "Vargas, general de hombres libres". La muchedumbre grita: "?Viva el caudillo!".

El general, convertido en candidato de la izquierda, es un orador brillante, de gesto musoliniano, reforzado por su poderosa cabeza calva. Grita Vargas contra "el neocolonialismo de Febres Cordero y sus 40 amigos", "Febres Cordero y sus lacayos".