Desvar¨ªos mesi¨¢nicos

?Ceder¨ªa EL PA?S un espacio privilegiado de su p¨¢gina de opini¨®n a los desvar¨ªos del mesi¨¢nico Aldo Rico? Supongo que no, pero s¨ª se lo cede a un mesi¨¢nico de signo opuesto. Seg¨²n Horacio Verbitsky (EL PA?S, 20 de enero de 1988), el presidente Ra¨²l Alfons¨ªn siempre quiso hacer una pol¨ªtica "de castigo s¨®lo simb¨®lico a unas fuerzas armadas con las que coincide en casi todo". Verbitsky aborrece, claro est¨¢, una virtud de Alfons¨ªn que el editorial de EL PA?S de esa misma fecha elogia enf¨¢ticamente: "Resistirse a anegar todas estas tensiones militares en un ba?o de sangre que a¨²n podr¨ªa implicar una guerra civil en Argentina".A Verbitsky se le ve el plumero de montonero mal reciclado cuando afirma que los militares liberales (como el general Jos¨¦ Caridi) son m¨¢s peligrosos que los nacionalistas (como Rico). Menciona, entre otros ejemplos, el del general Pedro Eugenio Aramburu, a quien los montoneros asesinaron precisamente porque en su condici¨®n de liberal pragm¨¢tico romp¨ªa los esquemas de los maximalistas adscritos a la perversa pol¨ªtica del "cuanto peor, mejor". La t¨¢ctica montonera de encarnizarse, sobre todo, con los liberales es la misma que aplica ETA para seleccionar a muchas de sus v¨ªctimas de alta jerarqu¨ªa militar. Terroristas montoneros, asesinos de ETA y verdugos de la pasada dictadura argentina tienen muchos puntos en com¨²n. Empezando por el escaso o nulo valor que otorgan a la vida humana y siguiendo por el odio visceral que alimentan contra la democracia.-