Vuelva usted ma?ana

En el jazz, como en todo, es mejor estar all¨ª donde las cosas suceden. En los ¨²ltimos a?os hemos aprendido a acudir y a perseguirlo en la inclemencia de un polideportivo, en el envaramiento de un teatro. Pero nos faltaba el club, espacio destinado exclusivamente a una escena local en alza.Una valiente iniciativa del caf¨¦ Central nos permite, durante dos semanas, pisar el terreno m¨¢s s¨®lido, donde el jazz nace cada noche y las intuiciones de hoy son certidumbres de ma?ana: el club, la peque?a sala, all¨ª donde, como se dijo, podemos escuchar la respiraci¨®n del contrabajista.

Durante doce d¨ªas el ambiente de este lugar largamente dedicado al jazz estar¨¢ ocupado con el George Adams-Tom Pullen Quartet, una de las mejores formaciones que hoy puedan escucharse en escenario alguno.

Confirmaciones

El aficionado al jazz ya sabe que tiene que ir. El cuarteto viene del Village Vanguard de Nueva York, donde se les ha reconocido a la cabeza del jazz actual. Hace ocho a?os que tocan juntos y por fin parece haber dejado de planear sobre ellos su condici¨®n de herederos de Charles Mingus. Definitivamente hoy se puede reconocer que con Mingus aprendieron a "amar la m¨²sica", seg¨²n su propia confesi¨®n, y a ser ellos mismos. Han dejado de ser un cuarteto notable para confirmarse como tina de las formaciones m¨¢s interesantes de la escena mundial.Tom Pullen es el pianista de manos de mariposa de hierro; George Adams, el tenor de todas las tradiciones, gran convocante desde el grito del blues; Cameron Brown, el contrabajista que logra que no se pueda echar en falta a quien sigue presente, Mingus; y Dannie Richmond, 20 a?os con el maestro, motor continuo de una explosi¨®n en constante crecimiento. El aficionado al jazz sabe que tiene que ir. La cuesti¨®n no estriba tanto en si ir esta noche como en cu¨¢ndo volver.

Pero, valga la confesi¨®n, hay un momento en el que el aficionado olvida que est¨¢ escuchando jazz; simplemente, est¨¢ escuchando aquello que exactamente desea o¨ªr. Escucha su m¨²sica favorita, en ese momento es tiempo presente, naturalmente vida, y el tiempo pierde sentido.

El Adams-Pullen Quartet est¨¢n en el centro deljaz,7 contempor¨¢neo, en un sentido estricto. Hacen patente que el jazz es una m¨²sica del presente, directa, un discurso creativo que se desenvuelve en el mundo de hoy. Es entonces cuando no es necesario ser un comprometido aficionado para ser directamente alcanzado por el estallido musical del cuarteto.

La m¨²sica de Adams, Pullen, Brown y Richmond es, al margen de etiquetas, una creaci¨®n de hoy y como tal se desenvuelve en una vieja apuesta que hizo Gustav Flaubert, "un estilo que entrar¨ªa en la mente como un estiletazo". Es lo que sucede cada noche en este verdadero curso, introducci¨®n y confirmaci¨®n del jazz. Y en su lugar.