Joelle Kaufmann: "El secuestro es un arma"
La esposa del periodista franc¨¦s reh¨¦n en L¨ªbano considera que su marido es un prisionero de guerra
Un periodista, Jean-Paul Kaufman, y dos diplom¨¢ticos franceses, Marcel Carton y Marcel Fontaine, se hallan secuestrados desde hace casi tres a?os en L¨ªbano. Francia se sumerge en el clima electoral, de donde saldr¨¢ en mayo un nuevo presidente, y casi nadie habla de los rehenes. Pero una asociaci¨®n de amigos de Jean-Paul Kaufmann se encarga de que no cese el clamor contra la injusticia. Su principal animadora es Joelle Kaufmann, su esposa, una mujer dedicada en cuerpo y alma a la liberaci¨®n de su marido y de todos los rehenes.
El pasado mes de diciembre, tras la liberaci¨®n de Jean-Louis Normandin y Roger Auque, dos periodistas prisioneros de los libaneses amigos de Jomeini, muchos creyeron en Francia que todos los rehenes regresar¨ªan enseguida a casa. Se pens¨®, incluso, que antes de Navidad estar¨ªan de nuevo con sus familias. Las mejores relaciones entre el pragm¨¢tico Gobierno conservador franc¨¦s y los dirigentes de la revoluci¨®n iran¨ª, acorralada en el Golfo por las flotas occidentales, permiti¨® albergar esperanzas a mucha gente. Pero la Navidad ha pasado, ha llegado el nuevo a?o, y no ha pasado nada.Pregunta. Qu¨¦ es exactamente lo que puede llevar a la liberaci¨®n de los rehenes?
Respuesta. La primera reivindicaci¨®n del secuestro de Jean-Paul Reg¨® ocho d¨ªas despu¨¦s. Ped¨ªan la liberaci¨®n de 17 personas detenidas en Kuwait. Luego han ido cambiando y yo dir¨ªa adapt¨¢ndose, hasta llegar a las cuatro reivindicaciones de los iran¨ªes en los ¨²ltimos meses: la expulsi¨®n de los muyahidines, la devoluci¨®n de la deuda de Par¨ªs con Teher¨¢n, la interrupci¨®n del suministro de armas a Irak y el indulto para Anis Nacache y los otros presos ¨¢rabes y de Oriente Pr¨®ximo condenados por terrorismo en Francia. Todav¨ªa han a?adido ¨²ltimamente la salida de la flota francesa del Golfo. La realidad es que no conocemos las razones de fondo del asunto. Los rehenes de L¨ªbano no tienen nada que ver con la imagen que nos hac¨ªamos en Occidente de lo que es un secuestro. Un reh¨¦n es un prisionero al que se quiere cambiar por un rescate, al principio muy duro de aceptar, que luego va suaviz¨¢ndose. Nosotros pensamos que las reivindicaciones de los secuestradores son conscientemente imposibles de satisfacer. Cada vez que se perfila la posibilidad de satisfacer una de ellas aparece otra nueva. En este caso, el secuestro es un arma de guerra. No han sido secuestrados para ser cambiados. Son prisioneros de guerra que permiten una puja constante con los enemigos de los secuestradores.
P. Pero ?por qu¨¦ eligieron a su marido, y por qu¨¦ tardan tanto en negociar su liberaci¨®n?
R. Jean-Paul no es un reportero de guerra. Se hab¨ªa dedicado casi siempre al periodismo literario, hasta que ya con 40 a?os hizo algunas cosas sobre Oriente Pr¨®ximo, viaj¨® a Beirut, entrevist¨® a Arafat y ¨¦ste era el segundo viaje que realizaba a L¨ªbano. Hasta el secuestro de Jean-Paul los ¨²nicos secuestrados eran diplom¨¢ticos, principalmente norteamericanos. En mayo de 1985 empezaron a coger hombres de cultura y periodistas. Hay una excepci¨®n, que son los hombres de negocios alemanes. Todo esto tiene una l¨®gica. Jean-Paul fue el primer secuestrado que no viv¨ªa en Beirut. Su apellido, Kaufmann, pudo ser el motivo, porque los primeros d¨ªas le acusaron de jud¨ªo y esp¨ªa sionista. Luego ya no siguieron este argumento. Sabemos que JeanPaul puede ser el ¨²ltimo reh¨¦n franc¨¦s liberado. Es periodista y ha suscitado una gran campa?a de solidaridad; por tanto, parece que puede tener m¨¢s valor para los secuestradores.
Incidencia electoral
P. ?C¨®mo puede incidir la elecci¨®n presidencial francesa en la situaci¨®n de los rehenes y viceversa?R. Las posibilidades de chantaje por parte de los secuestradores en la campa?a electoral parece que juegan en favor de Jacques Chirac. El Frente Nacional cree que hay que dejar que los rehenes mueran. El partido socialista piensa que hay que favorecer la victoria de los Estados ¨¢rabes modernos contra los integristas y los conservadores como Ir¨¢n. En la segunda etapa de los socialistas, con la sustituci¨®n de Claude Cheysson por Roland Dumas en Exteriores, se abri¨® el di¨¢logo con Ir¨¢n. Mitterrand, por su parte, no puede soportar esta guerra est¨²pida. La Asamblea para la Rep¨²blica (RPR) de Jacques Chirac, a diferencia del partido socialista, piensa que el di¨¢logo con Ir¨¢n, independientemente de los rehenes, es muy importante, sin renunciar para nada a la amistad con los pa¨ªses ¨¢rabes. Son posiciones muy parecidas a las que se produjeron frente a la ocupaci¨®n alemana durante la guerra mundial. Los de Le Pen son los colabos, dispuestos a ceder en todo con tal de tener tranquilidad en Francia. El partido comunista y los gaullistas son los m¨¢s decididos en contra del ocupante. Tambi¨¦n un sector del socialismo. Pero la UDF y una parte del partido socialista reproducen las distintas gradaciones de la colaboraci¨®n y del petainismo... Negociar significa no admitir que unos ciudadanos franceses queden en manos de sus secuestradores en aras de una supuesta tranquilidad interior en Francia y de la terminaci¨®n del terrorismo en Par¨ªs. Esto es una guerra, los rehenes son prisioneros de guerra y los gobiernos afectados deben actuar en consecuencia.
P. ?C¨®mo ha cambiado su vida desde el secuestro?
R. Cuando secuestraron a Jean-Paul no sab¨ªa distinguir un shi¨ª de un sun¨ª. Yo soy m¨¦dica ginec¨®loga. Tuve que dejarlo todo para dedicarme al problema de los rehenes. Hace unos meses regres¨¦ al hospital y al consultorio, pero s¨®lo a media jornada, porque no tengo tiempo ni la mente predispuesta para hacer un trabajo que me ocupe todo el d¨ªa. Es muy dif¨ªcil trabajar en estas condiciones. Hay enfermos a quienes les cuesta contarme sus dolencias porque me dicen que lo suyo no es nada comparado con lo que nos ha sucedido a nosotros.
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