La vida empieza a los 80
Cuando uno se encuentra acorralado, se paraliza o ataca. Oteiza, que ha vivido apartado de la vida p¨²blica desde hace unos treinta a?os, se enfrent¨® ayer contra uno de los enemigos que menos parec¨ªan agradarle: las preguntas. Y decidi¨® empezar contest¨¢ndolas todas. Pero, como el eremita recluido largos a?os en el desierto, expres¨® sin censura sus ideas en la forma y momentoque acud¨ªan a su mente.Oteiza quiso ofrecer -o imponer, como reglas de juego- unas aclaraciones previas. A medida que empezaba a desarrollar verbalmente las notas que ten¨ªa se daba cuenta que era in¨²til, que le llevar¨ªa much¨ªsimo tiempo explicar el porqu¨¦ de sus ideas con respecto al arte, a la pol¨ªtica, a la vida. "No me interesa el arte, ni el pa¨ªs, ni nada. Estoy cansado de todo a los 80, salvo de algunas cosas...", afirm¨®. Pero la pasi¨®n con la que intent¨® esbozar esas cosas, la frialdad te¨®rica con la que viviseccion¨® la teor¨ªa del arte, la emoci¨®n que escapaba de sus ojos ante esta reuni¨®n de la obra de su vida, parec¨ªan expresar lo contrario. "?D¨®nde est¨¢ el centro de Oteiza?", le preguntaron. Y contest¨®: "El centro de Oteiza est¨¢ en los dem¨¢s".
Seg¨²n ¨¦l, el desarrollo de su obra como escultor fue tan s¨®lo una preparaci¨®n para abordar luego los demas lenguajes y para entregarse totalmente a su pa¨ªs. "Mi importancia podr¨ªa residir en el rigor y humildad de mi sometimiento a esta tarea experimental para la que tuve que auxiliarme con una Ecuaci¨®n molecular del Ser est¨¦tico y una Ley para el proceso de los cambios", explica de forma herm¨¦tica.
Despu¨¦s de su abandono de la escultura se ha dedicado a la poes¨ªa, a estudios antropol¨®gicos, ling¨¹¨ªsticos y est¨¦ticos. "Ahora me protejo y protesto desde el papel", afirm¨®. En el cat¨¢logo de la exposici¨®n viene incluido un texto nuevo de Oteiza titulado Utop¨ªa y fracaso del arte contempor¨¢neo.
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