"Mandaba en El Pardo"
El padre Bulart, una de las personas m¨¢s allegadas al entorno de la familia Franco, capell¨¢n del ex jefe del Estado durante cuatro d¨¦cadas, declar¨® a una revista en 1976, una vez muerto el general "Quien mandaba en El Pardo era do?a Carmen". Y el propio secretario particular y primo del dictador, Francisco Franco Salgado-Ara¨²jo, ha escrito en su libro de memorias Mis conversaciones privadas con Franco, a prop¨®sito de un viaje realizado en oto?o de 1955: "Carmen no se pierde nada( ... ) No se da cuenta que ser¨ªa preferible dejar s¨®lo a su marido en estas visitas, pues tienen que asistir las esposas de los ministros y de todos los consejeros y tienen que alojarse en dependencias de pueblos de escasos recursos".Carmen Polo cas¨® a su hija con un t¨ªtulo de la nobleza, el marqu¨¦s de Villaverde, m¨¦dico de profesi¨®n. Este matrimonio le proporcion¨® siete nietos y numerosos bisnietos. A trav¨¦s de su nieta preferida, Carmen, la mayor, entronc¨® a la familia Franco con la sangre real al casarla con Alfonso de Borb¨®n. En muchos sectores se lleg¨® a pensar duran e aquellos a?os que personas allegadas a Franco estaban tratando de hacerle cambiar de opini¨®n sobre su futura sucesi¨®n en la jefatura del Estado.
El 20 de noviembre de 1975, tras vanos meses de inhumana agon¨ªa, su esposo fallec¨ªa, y Carmen Polo, anciana ya, comenzaba a ver desmoronarse todo su mundo. Tuvo que abandonar el palacio de El Pardo, patrimonio del Estado, y trasladarse a una lujosa vivienda de su propiedad en el centro de Madrid. Los Reyes le concedieron el t¨ªtulo del se?or¨ªo de Meir¨¢s y le dispensaron hasta su muerte un tratamiento de respeto y afecto.
La Prensa y la televisi¨®n empezaron paulatinamente a reflejar los mil y un incidentes en que se ve¨ªan envueltos o que provocaban su yerno, el marqu¨¦s, y algunos de sus nietos, que actuaban todav¨ªa con la impunidad y la prepotencia propia de cuando viv¨ªa su abuelo. Altercados en salas de fiestas, procesos reiterados por caza furtiva o retenci¨®n de su propia hija en la aduana de Barajas por intentar sacar de Espa?a sin declarar una treintena de medallas de oro de su padre.
Su nieto Crist¨®bal abandon¨® el Ej¨¦rcito con el grado de teniente, previo paso por una prisi¨®n militar, tras unas declaraciones anunciando su abandono del uniforme que se consideraron ofensivas para la instituci¨®n militar.
La viuda de Franco tambi¨¦n ha visto saltar en mil pedazos su entorno familiar. La separaci¨®n matrimonial de su nieta Carmen, la preferida, que plant¨® al duque de C¨¢diz y que desde hace varios a?os vive en Par¨ªs con el anticuario Jean-Marie Rossi, o la de su nieta Merry, que tambi¨¦n rompi¨® con su marido, el escritor Jimmy Jim¨¦nez-Arnau, y ha buscado otro compa?ero, concuerdan poco con la imagen de familia cristiana mod¨¦lica y bien avenida con que se presentaba a los Franco ante los espa?oles. El golpe m¨¢s duro para la anciana se?ora de Meir¨¢s fue sin duda la p¨¦rdida de uno de sus bisnietos, Francisco, hijo de Carmen y Alfonso de Borb¨®n, en accidente de tr¨¢fico en un coche conducido por su padre.
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