Tensiones por el poder en las federaciones regionales del partido socialista

Las federaciones regionales del PSOE van a celebrar sus congresos a lo largo de los cuatro pr¨®ximos meses. Esta circunstancia ha abierto batallas por el poder en muchas organizaciones. Los conflictos tienen poco que ver con debates pol¨ªticos y mucho con tensiones personales entre n¨²cleos dirigentes muy reducidos. En general, all¨ª donde coinciden la presidencia de la autonom¨ªa y la secretar¨ªa regional del PSOE -casos de Andaluc¨ªa, Madrid o la Comunidad Valenciana-, un sector del partido pugna por reducir el poder de quienes ejercen el doble liderazgo. Y en los lugares en que esos cargos no coinciden -Castilla-La Mancha o Galicia- los que apoyan a los presidentes auton¨®micos pretenden, en cambio, mayor influencia en el partido.

Adem¨¢s de los encontronazos entre Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla y el sector guerrista del PSOE andaluz, hay chispazos en el PSOE de Castilla-La Mancha, donde el presidente de la Junta auton¨®mica, Jos¨¦ Bono, quiere el puesto del actual secretario regional, Miguel ?ngel Mart¨ªnez.Existen pactos de dif¨ªcil estabilidad en la Comunidad Valenciana, entre partidarios del presidente auton¨®mico, Joan Lerma; del conseller de Cultura, Cipri¨¢ Ciscar; y del presidente de las Cortes regionales, Antonio Garc¨ªa Miralles, este ¨²ltimo el m¨¢s guerrista de los tres. Y en Galicia, el hecho de que su representante en la anterior ejecutiva, Salvador Fern¨¢ndez Moreda, quedara fuera, de la nueva direcci¨®n federal ha sido presentado como "un correctivo" contra la federaci¨®n gallega.

Mientras tanto, en Madrid los partidarios de Joaqu¨ªn Leguina no han salido reforzados del 31? Congreso -pese a su pacto con los guerristas-, ni han visto cumplido su deseo de elegir a una ejecutiva m¨¢s plural y con mayor peso social, cultural y pol¨ªtico. Pero Leguina, que gobierna en minor¨ªa la comunidad aut¨®noma, tampoco puede permitirse batallas frontales contra sus dudosos aliados.

En cuanto al PSOE vasco, el dirigente vizca¨ªno Ricardo Garc¨ªa Damborenea retir¨® su famosa ponencia alternativa del 31? Congreso, sin disparar un solo tiro por ella.

Ello demuestra que la opera ci¨®n ten¨ªa poco que ver con el Congreso federal, y mucho con la ocupaci¨®n de posiciones en la organizaci¨®n vasca, con vistas a negociar un compromiso con el sector de Jos¨¦ Mar¨ªa Benegas.

"El poder desnudo"

La mayor parte de estos problemas tienen pocos componentes pol¨ªticos.Desde el seno mismo del Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez, hay quien reflexiona as¨ª: "El PSOE no deber¨ªa ser un partido de perfil pol¨ªtico plano, en que s¨®lo funciona el poder desnudo de los aparatos. Al reducir los debates a la lucha por el poder, se esclerotizan las ideas y, en definitiva, la pol¨ªtica".

Pero las realidades se imponen: los n¨²cleos organizados cuentan c¨¢da vez m¨¢s. ?sa es la experiencia obtenida por los ministros del Gobierno que han intentado ejercer un papel en el partido.

Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall, ministro de Educaci¨®n, no ha logrado dinamizar el debate pol¨ªtico que hab¨ªa intentado promover. El incendio estudiantil del invierno de 1987 hizo que se quemara durante meses, tratando de manejar un conflicto que s¨®lo pod¨ªa arreglarse -como despu¨¦s se comprob¨®- remediando las carencias presupuestarias existentes desde un principio. Al final, Maravall se present¨® como delegado al 31? Congreso en una de las comarcas valencianas, y con el apoyo de esa federaci¨®n ha obtenido un puesto secundario en la ejecutiva del PSOE.

Tambi¨¦n Joaqu¨ªn Almunia y Javier Solana intentaron conseguir plaza de delegados, a trav¨¦s de la federaci¨®n madrile?a. No lo consiguieron. Leguina almorz¨® con Almunia el mismo d¨ªa en que comenzaba el congreso regional, que hab¨ªa de elegir la delegaci¨®n al federal, y comunic¨® a su interlocutor la imposibilidad de hacerles sitio en su lista.

Con tales antecedentes, cuando Felipe Gonz¨¢lez sonde¨® a algunos ministros sobre la posibilidad de integrarles en la nueva ejecutiva, las dudas sobre si se trataba de una operaci¨®n de apertura del aparato, o m¨¢s bien de ponerles la red por si alguno se ca¨ªa del Gobierno, hizo que ninguno mostrara gran entusiasmo por el trabajo en el partido. Todos -salvo Maravall- han quedado fuera de la ejecutiva, y Almunia ha sido apeado tambi¨¦n del Comit¨¦ Federal, m¨¢ximo ¨®rgano entre congresos.