Los votantes de lowa dan la espalda al vicepresidente de EEUU
FRANCISCO G. BASTERRA ENVIADO ESPECIAL Los votantes de lowa y un predicador electr¨®nico, evangelista llamado Pat Robertson han humillado a George Bush, poniendo en peligro la designaci¨®n del actual vicepresidente como candidato a la Casa Blanca por el Partido Republicano. La convincente victoria del senador por Kansas Robert Dole, con un 37% de los votos en los caucuses de este Estado agr¨ªcola de la Am¨¦rica prorofunda, y el sorprendente segundo lugar de Robertson (25%), dejando a Bush (19%) en un deshonroso tercer lugar, son, para muchos observadores, un "devastador golpe" para el vicepresidente.
En el campo dem¨®crata, los votantes de lowa no han decidido nada definitivo, excepto el entierro pol¨ªtico de Gary Hart. El congresista Richard Gephardt, de 46 a?os, un f¨ªsico kennedyano con un mensaje populista y de proteccionismo econ¨®mico, se alz¨® con la victoria (el 28% de los votos), pero seguido de cerca por el senador Paul Simon (24%) y el gobernador de Massachusetts, Michael Dukakis (21%,J.El Partido Dem¨®crata contin¨²a a¨²n buscando un l¨ªder nacional, y sus aspirantes mejor colocados s¨®lo han demostrado hasta ahora fuerza regional: Gephardt (natural de Misuri), en el Medio Oeste, y el bostonianoDukakis, en el Este.
El reverendo de raza negra Jesse Jackson logr¨® un meritorio 11% en un Estado sin poblaci¨®n de color, lo que demuestra que puede atraer a blancos con problemas econ¨®micos y que va a ser una fuerza a tener en cuenta en la selecci¨®n del candidato de los dem¨®cratas.
Primera prueba
Los norteamericanos han habla do en la primera prueba real para demostrar sus preferencias. Y aunque s¨®lo lo ha hecho un peque?o universo estad¨ªstico de 200.000 personas, que no son re presentativas de este enorme pa¨ªs, han dicho no a George Bush. Su primera prueba de liderazgo ha acabado en desastre. Dole, en cambio, ve reforzada su afirmaci¨®n de que ¨¦l s¨ª es un l¨ªder..
"El mito de la invencibilidad de Bush ha sido quebrado", declar¨® ayer el pastor evangelista Pat Robertson. Esta es la lecci¨®n m¨¢s importante de los caucuses de Iowa, que han producido un resultado dram¨¢tico para el partido en el poder, que deja la sucesi¨®n de Ronald Reagan m¨¢s abierta que nunca. Nadie, en ninguno de los dos partidos, tiene asegurada la elecci¨®n para la prueba final de noviembre, en la que, por primera vez desde 1960, un presidente en ejercicio no ser¨¢ candidato.
El enorme poder de la Casa Blanca -el vicepresidente utiliza todo el aparato oficial y el dinero del contribuyente para hacer la campa?a-, su amplia ex periencia en puestos importan tes, el reconocimiento de su nom bre a nivel nacional, la mejor organizaci¨®n y la campa?a con m¨¢s dinero han sido insuficiente para evitar a George Bush una derrota sin paliativos. Ha demostrado lo que muchos tem¨ªan, incluso entre los republicanos: que su candidatura es d¨¦bil, s¨®lo vende.m¨¢s de lo mismo y est¨¢ demasiado pegado a Ronald Reagan.
"Estoy disgustado. Hemos perdido. Pero soy un luchador y me recuperar¨¦", afirm¨® tras la derrota George Bush, que el lunes por la noche huy¨® de lowa hacia New Hampshire -donde se votar¨¢ en primarias el pr¨®ximo martes 16- antes de conocerse los resultados.
En este Estado de la costa este, industrial y de servicios, con una econom¨ªa pr¨®spera y donde Ronald Reagan es mucho m¨¢s popular que en lowa, las encuestas dan al vicepresidente una ventaja de m¨¢s de 10 puntos sobre el senador Dole.
Cobertura negativa
A nivel nacional, George Bush contin¨²a siendo el claro favorito para la designaci¨®n republicana, con m¨¢s de 20 puntos sobre el senador por Kansas. Pero el serio rev¨¦s sufrido en lowa y el aluvi¨®n de cobertura negativa que desde ayer mismo ha comenzado a recibir por parte de la Prensa colocan su campa?a en serios aprietos.
La maquinaria del Grand Old Party de los republicanos puede comenzar a pensar que con Bush ser¨ªan derrotados por los dem¨®cratas el primer martes despu¨¦s del primer lunes de noviembre cuando los norteamericanos elegir¨¢n al 41? presidente de la Uni¨®n. Este es precisamente el mensaje de Robert Dole, que con los resultados de Iowa a¨²n calientes, declar¨® ayer: "Yo atraigo al partido m¨¢s independientes y m¨¢s dem¨®cratas que Bush y soy m¨¢s f¨¢cilmente elegible en noviembre que el vicepresidente". "Bush ha sufrido un golpe mortal", afirm¨® el senador republicano por Iowa, Charles Grassley.
Pero la suerte no est¨¢ en absoluto echada. Quedan todav¨ªa 275 d¨ªas para la elecci¨®n presidencial, y Dole tiene que ganar la designaci¨®n y Bush perderla. Ronald Reagan sigui¨® con atenci¨®n por televisi¨®n en la noche del lunes el desarrollo del voto en Iowa. El presidente, aunque sin excesivo entusiasmo, se inclinaba hasta ahora a apoyar a George Bush como su sucesor favorito. Pero su descalabro en lowa (curiosamente gan¨® aqu¨ª sobre Reagan en los caucuses de 1980) pone de manifiesto su fragilidad pol¨ªtica.
El vicepresidente ha realizado una campa?a distante, tratando de situarse por encima del resto de los candidatos, basada en. su curr¨ªculo (director de la CIA, embajador en la ONU, ex presidente del partido y n¨²mero dos urante m¨¢s de siete a?os). No ha considerado necesario ofrecer un programa, que no tiene. "Tengo la experiencia para ser un buen presidente desde el primer d¨ªa". El mensaje ha pinchado en hueso.
Rechazo del continuismo
Los norteamericanos, en su primera manifestaci¨®n de lo que quieren para los pr¨®ximos cuatro a?os, han rechazado el continuismo. Y esta es la principal esperanza de los dem¨®cratas, a pesar de que a¨²n no han dado con su hombre ni ofrecen tampoco una visi¨®n de futuro atractiva. Pesan mucho ocho a?os de Ronald Reagan y se apunta un deseo de cambio. Y se percibe que Bush es lo mismo con un envoltorio diferente, pero sin el carisma de gran comunicador del popular y jovial abuelo, que esta semana cumpli¨® 77 a?os.
Bush es tambi¨¦n prisionero de una maldici¨®n pol¨ªtica: desde hace m¨¢s de 130 a?os, un vicepresidente no consigue alzarse con la presidencia. Es tarde ya para separarse de Reagan, y, al mismo tiempo, su ¨²nico capital es rentabilizar los aspectos positivos de la actual presidencia. Casi un callej¨®n sin salida.
Bush ha sido incapaz de despegarse del esc¨¢ndalo Irangate, en cuyo desarrollo su capacidad de juicio pol¨ªtico ha sido, cuando menos, dudosa. Sigue sin contestar a preguntas cruciales. Los ataques personales contra Dole, a quien ha llamado "miserable" en los ¨²ltimos d¨ªas de la campa?a en un intento de hacer perder los nervios a su rival, tampoco le han ayudado en lowa.
El 'enanito'
Gephardt ha dejado de ser enanito en lowa y comienza a crecer, pero el martes pr¨®ximo en New Hampshire y en seguida en las superprimarias del Sur deber¨¢ demostrar que es algo m¨¢s que un fen¨®meno pasajero bien empaquetado por la publicidad pol¨ªtica. "S¨®lo hemos ganado la primera batalla", advirti¨® Gephardt a sus seguidores tras su triunfo. Dukakis, que vende competencia econ¨®mica como gestor de Massachusetts, ha cumplido con los pron¨®sticos. Este era un Estado dif¨ªcil para ¨¦l, pero no ha conseguido un segundo o primer puesto necesarios para demostrar que su gancho va m¨¢s all¨¢ de Nueva Inglaterra. "Soy un corredor de maratones, y el que gana no es el que sale primero", declar¨® ayer antes de volver a la campa?a en New Hampshire.
Gephardt ha ganado en lowa gracias al voto rural, fundamentalmente, y a su mensaje, h¨¢bilmente machacado en una gran campa?a de anuncios en televisi¨®n en los que promete vender los coches japoneses aqu¨ª a 48.000 d¨®lares si los asi¨¢ticos no levantan sus barreras comerciales. Se presenta como el defensor del ciudadano indefenso ante las grandes corporaciones, los pol¨ªticos de Washington, la gran Prensa y Wall Street.
"Nuestro nivel de vida est¨¢ comenzando a declinar. Tenemos que ser otra vez los primeros. Estoy harto de que nos batan los japoneses y de que nuestros productos no sean competitivos", afirma Gephardt, que se declara "muy preocupado por la situaci¨®n de Estados Unidos".
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