Noriega y los Militares piden la salida de Panam¨¢ de las fuerzas n¨®rteamericanas
Las fuerzas armadas de Panam¨¢ arreciaron su escalada verbal contra Estados Unidos, y pidieron al presidente, Eric Delvalle, la salida del Comando Sur del Ej¨¦rcito norteamericano, acantonado en las riberas del canal. El general Manuel Antonio Noriega, hombre fuerte de Panam¨¢ lanz¨® duros ataques contra Washington durante una intervenci¨®n televisada. Un portavoz de la Casa Blanca rechaz¨® ayer tarde la posibilidad de que EEUU retire sus tropas.
Noriega expres¨® que el Comando Sur -integrado por 10.000 militares y 30.000 civiles, aproximadamente- "es un punto de agresi¨®n" permanente y "una amenaza contra la seguridad nacional" al duplicar la cantidad de hombres, armas y procedimientos de las fuerzas de defensa de Panam¨¢. "Las bases incrustadas en nuestro territorio constituyen un impedimento para nuestro desarrollo econ¨®mico, pol¨ªtico, social y jurisdiccional", dijo.En su intervenci¨®n, Noriega sostuvo que el encausamiento de los tribunales norteamericanos por su supuesta participaci¨®n en el tr¨¢fico internacional de drogas no es "contra un hombre, sino contra una posici¨®n pol¨ªtica", y que tiene el fin de encontrar en Panam¨¢ "gobiernos f¨®siles" que negocien favorablemente para Estados Unidos la permanencia de sus bases militares.
Estados Unidos, dijo, con el encausamiento ha inventado "la diplomacia del enjuiciamiento", para posteriormente aplicarla contra otros l¨ªderes latinoamericanos como arma de "intimidaci¨®n" pol¨ªtica. Indic¨® que los norteamericanos pretenden mantener en Am¨¦rica Latina la "pol¨ªtica del garrote" implantada por el presidente Teodoro Roosevelt a principios de siglo, la pol¨ªtica de las "ca?oneras" contra las "rep¨²blicas bananeras" (Centroam¨¦rica), el pu?o de hierro y los constantes desembarcos de marines.
Por primera vez, Noriega personalmente cont¨® al auditorio paname?o el incidente que protagoniz¨® el 17 de diciembre de 1986, cuando, en esta capital, el entonces director del Consejo de Seguridad- Nacional de Estados Unidos, almirante John Poindexter, le pidi¨® que apoyara un desembarco en Nicaragua. Cuenta ahora Noriega que ante su no, "ante los muchos noes, Poindexter se fue con el hacha de la guerra, que es la que estamos pagando ahora".
Respuesta de EE UU
Horas despu¨¦s de la alocuci¨®n de Noriega, Marlin Fitzwater, portavoz de la Casa Blanca, declar¨® en Washington que "los soldados norteamericanos tienen todo el derecho de esta"r en la zona del canal de Panam¨¢, en virtud de los tratatos firmados en 1977, y all¨ª permanecer¨¢n.Por su parte, los casi 200 capitanes y mayores del Ej¨¦rcito paname?o emitieron una proclama de defensa de su comandante y pidieron al presidente Delvalle que ordene la salida del Comando Sur, cuya presencia, seg¨²n los oficiales, "responde al inter¨¦s de proyectar el poder militar de EE UU en el hemisferio [occidental] y tener injerencia en los asuntos internos de pa¨ªses amigos".
Los tratados Torrijos-Carter, firmados en septiembre de 1977 en Washington, no contemplan como tal la denominaci¨®n de Comando Sur, aunque s¨ª incluyen la presencia de bases y personal del Ej¨¦rcito de Estados Unidos para defender la v¨ªa interoce¨¢nica. Los pactos estipulan que el 31 de diciembre de 1999 no debe quedar en territorio de este pa¨ªs ning¨²n soldado norteamericano y que a partir de esa fecha la defensa plena del canal corresponder¨¢ al Ej¨¦rcito paname?o.
[En su comparecencia ante un subcomit¨¦ del Senado, el general retirado Paul Gorman, ex jefe del Comando Sur, dijo que durante su mando en Panam¨¢, entre 1983 y 1985, altos funcionarios norteamericanos le aseguraron que Noriega era uno de los que m¨¢s apoyaban los esfuerzos de Estados Unidos para combatir el tr¨¢fico de drogas, informa Reuter.
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