Tensi¨®n-relajo
El Cometa de Madrid es una productora -no una empresa discogr¨¢fica- que ha sabido dar a su breve existencia un claro sentido: presentar una opci¨®n alternativa al dominio actual de los sonidos comerciales. Y eso es bueno y malo. Bueno, porque consigue dar rienda suelta a las facetas experimentales e investigadoras que lleva dentro todo m¨²sico, ampliando de esta forma la oferta musical y posibilitando el descubrimiento de los otros sonidos; y malo, porque a menudo se convierte en una espiral de dif¨ªcil dominio que va escor¨¢ndose hacia posturas excesivamente elitistas. Llegamos as¨ª, al problema fundamental: hacer llegar estas nuevas tendencias a un p¨²blico no habituado a tener que digerir por s¨ª mismo un producto musical. La oferta de El Cometa de Madrid alterna momentos de limpia belleza y accesibilidad con otros de extrema dificultad en que resulta complicado atinar con el significado de lo o¨ªdo.La capacidad de transmisi¨®n de esas sensaciones no es algo sencillo, lo cual lleva al oculta miento de la idea en que se centra lo creado. De esta forma, el calificativo de m¨²sica experimental puede perder todo sentido para los no iniciados al resultar inaccesible por inexplicado. Es el riesgo asumido al optar por salir del camino trillado.
Conciertos de El Cometa de Madrid
Centro Cultural Galileo. Martes 9, Luis Delgado; mi¨¦rcoles 10, Enrique Mateu de Villavicencio; jueves 11, Luis Paniagua Tr¨ªo.
?ste es el entorno en que se han movido las actuaciones de los d¨ªas pasados. Luis Delgado demostr¨® por qu¨¦ es el inspirador de este invento. Su personalidad disipada le lleva a plantear una opci¨®n musical ¨¢rida en origen que, sin embargo, desemboca a menudo en zonas de mayor placidez. Es la contradicci¨®n existente en los caminos sin rumbo fijo y su manifestaci¨®n m¨¢s reconocible es la oposici¨®n entre el relajo y la tensi¨®n, que se ven sucedidos sin aparente nexo de uni¨®n a lo largo de su directo. M¨¢s vale fijarse en la naturaleza de sus creaciones que en la manifestaci¨®n t¨¦cnica con que las realiza.
Enrique Mateu es otra cosa. Profesor superior de guitarra cl¨¢sica, casi molesta comprobar la perfecci¨®n de su t¨¦cnica y la aparente facilidad con que realiza complicadas digitaciones. Su formaci¨®n cl¨¢sica no ha coartado su inmersi¨®n en otros movimientos (pop-rock, cantautores) que han desembocado finalmente con su estancia en el escenario acompa?ado de sus inseparables guitarras y de un ordenador. De una gran belleza, sus temas se muestran inaccesibles para manos no expertas, y sin duda alguna, por su versatilidad, t¨¦cnica y conocimientos, es un m¨²sico a descubrir.
Luis Paniagua Tr¨ªo representa la parte de fusi¨®n ¨¦tnica presente siempre en este tipo de empresas. Lo suyo no tiene vuelta de hoja: si se aprecia musicalmente a los seguidores de Gandhi, se aprecia a Paniagua. Si no, la escucha resultar¨¢ vana: el conflicto ser¨¢ casi religioso.
Babelia
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