Condena de la divisi¨®n mundial en bloques

El papa Wojtyla insiste en su nueva enc¨ªclica social en que la divisi¨®n del mundo en bloques contrapuestos pol¨ªtica e ideol¨®gicamente es una de las causas b¨¢sicas de la falta de desarrollo en el mundo. Afirma tambi¨¦n que la Iglesia es cr¨ªtica tanto frente al "capitalismo liberalista" corno frente al "colectivismo marxista" ya que, afirma, "cada tino de los dos bloques esconde dentro de s¨ª, a su modo, la tendencia al imperialismo o a formas de neocolonialismo".Seg¨²n el Papa polaco, la conclusi¨®n l¨®gica que de ello se deduce es que "el panorama del mundo actual, comprendido el econ¨®mico, m¨¢s que hacia una vida m¨¢s humana parece encaminado r¨¢pidamente hacia la muerte".

La falta de "derecho a iniciativa econ¨®mica" que se advierte en algunos pa¨ªses, refiri¨¦ndose seguramente al bloque comunista, afirma el Papa, "reduce o destruye el esp¨ªritu de iniciativa, la subjetividad creativa del ciudadano", y as¨ª, en vez de la iniciativa creativa, nacen "la pasividad, la dependencia y la sumisi¨®n al aparato burocr¨¢tico". Ello coloca al ciudadano, dice el Papa, "en una posici¨®n de dependencia casi absoluta semejante a la tradicional dependencia del obrero proletario del capitalismo".

Partido ¨²nico

De ah¨ª que la enc¨ªclica afirme, con una clara referencia a Polonia, que "ning¨²n grupo social, por ejemplo un partido, tiene el derecho de usurpar el papel de gu¨ªa ¨²nica, ya que ello lleva consigo la destrucci¨®n de la verdadera subjetividad de la sociedad y de los ciudadanos, como ocurre en todos los totalitarismos". Ello, adem¨¢s, produce, insiste el Papa, no s¨®lo la emigraci¨®n f¨ªsica, sino tambi¨¦n la psicol¨®gica de ciudadanos.

Por otro lado, agrega la enc¨ªclica, "Occidente parece inclinarse a unas formas de aislamiento creciente y ego¨ªsta, y Oriente, a su vez, parece ignorar por motivos discutibles su deber de cooperaci¨®n para aliviar la miseria de los pueblos". "Y es oportuno se?alar aqu¨ª", prosigue la enc¨ªclica, "y no debe parecer esto una exageraci¨®n, que un papel de liderazgo entre las naciones se puede justificar solamente con la posibil¨ªdad y la voluntad de contribuir, de manera m¨¢s amplia y generosa, al bien com¨²n de todos".

Si Pablo VI hablaba en su enc¨ªclica social de "estructuras de injusticia" de la sociedad, Juan Pablo II prefiere hablar de "estructuras de pecado", y afirma que tanto ellas como los "mecanismos perversos" que regulan dichas estructuras podr¨¢n ser vencidos s¨®lo "mediante el ejercicio de la solidaridad humana y cristiana".

No al terrorismo

La enc¨ªclica condena tambi¨¦n abiertamente el tr¨¢fico de armas y el terrorismo y tiende una mano a todas las otras religiones para que contribuyan con la Iglesia al verdadero desarrollo de los pueblos, que no podr¨¢ prescindir, insiste mucho el Papa, de su "car¨¢cter moral" si quiere ser verdaderamente a la medida del hombre.

Esta s¨¦ptima enc¨ªclica de Juan Pablo II declara "que el sistema internacional de comercio hoy discrimina frecuentemente los productos de las industrias incipientes de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, mientras desalienta a los productores de materias primas".