Leonard Cohen: "Me he aburrido mortalmente en los ¨²ltimos 20 a?os"
El cantautor y poeta canadiense Leonard Cohen reconoce que le cuesta mucho esfuerzo escribir cada uno de los versos de sus canciones y poemas. Su ¨²ltimo elep¨¦, I'm your man, es una muestra m¨¢s de su prolijo estilo y el cuidado que pone en las letras de sus temas. Cuando dice algo, es que lo piensa. Cuando la primera canci¨®n del disco empieza a sonar, su voz profunda dice que ha estado sentenciado a 20 a?os de aburrimiento y ahora viene la revancha. "Me he aburrido mortalmente en los ¨²ltimos 20 a?os", confes¨® a este peri¨®dico.
A pesar de la loable iniciativa de algunas casas de discos de incluir en la edici¨®n espa?ola la traducci¨®n de las letras de las canciones, hay algunas que aun as¨ª permanecen oscuras. Es el caso de alguno de los temas de Leonard Cohen en I'm your man. Cuando nos encontramos cantando el estribillo de una canci¨®n sin saber qu¨¦ esconde tras las palabras, la clave para comprenderlas s¨®lo puede darla el autor."La polic¨ªa del jazz es una de las dif¨ªciles", dice Cohen. "La polic¨ªa del jazz es la gente que quiere evitar que escribas una canci¨®n con ese nombre. Son los que siempre aparecen en tu mente, en tu casa, en tu pa¨ªs o tu ciudad, los que quieren limitarte. La polic¨ªa del jazz es una canci¨®n donde quise sentirme fuera del significado. En cada verso empiezo con una proposici¨®n muy seria, que comprorneta la mente, el intelecto e incluso las emociones, y en ese momento el verso se desintegra, se cae en pedazos y se convierte en una cosa absurda. Se trata s¨®lo de dejarla ir, como dejas a un ni?o jugar con un objeto. La canci¨®n pretende que el significado se desintegre y se convierta en diversi¨®n".
En cuanto a La torre de la canci¨®n, la favorita de Cohen en este disco, puede referirse a una cierta torre de marfil del artista que parece oponerse a la imagen de cantante comprometido con la realidad social, como lo es, o ha sido, ¨¦l. ?Qu¨¦ tipo de torre es La torre de la canci¨®n? "Ante todo pienso que todo el mundo est¨¢ en contacto con la realidad. No creo que nadie viva en una torre de marfil. Esta idea de que hay una vida especial del artista siempre me ha desagradado. Siempre me ha parecido que oculta algo turbio, inexacto y ofensivo con respecto a los artistas. Ha invitado a algunas personas que no son buenos artistas a hacer cosas muy imprecisas. Ahora, esta Torre de la canci¨®n no es, definitiva mente, una torre de marfil. ?sta es una torre a la que s¨®lo puedes entrar si tus zapatos est¨¢n sucios. Es una torre que tiene m¨¢s de prisi¨®n que de palacio".
Primero conquistaremos Manhattan comienza con una frase: "Me sentenciaron a 20 a?os de aburrimiento por intentar cambiar el sistema desde dentro. Ahora he vuelto para recompensarles. Primero conquistaremos Manhattan, despu¨¦s conquistaremos Berl¨ªn". ?Han sido realmente tan aburridos estos ¨²ltimos 20 a?os o es una manera de jugar con palabra e ideas? "Ambas cosas, pero yo contestar¨ªa con un simple s¨ª a la pregunta de si me he aburrido en los ¨²ltimos 20 a?os. El aburrimiento es algo que he experimentado. Primero conquistaremos Manhattan, despu¨¦s conquistaremos Berl¨ªn sale directamente de la experiencia del hombre, y no quiero traicionar la canci¨®n al decir que es s¨®lo una broma, un juego de palabras. Cada uno de esos versos fue medido, calibrado. No hay un enemigo identificable. El enemigo es diab¨®lico, pero no es el presidente de Estados Unidos, y nunca me gust¨® ver quemar banderas, a pesar de mi posici¨®n pol¨ªtica en esa ¨¦poca. Mis ideas no coinciden en general con las de los a?os sesenta. Escrib¨ª hace a?os un poema sobre todos esos blandos mentirosos de la era de Acuario. No compro esas ideas ni la del pacifismo. Por eso esta canci¨®n ocurre en un tiempo indeterminado. He tenido algunos buenos momentos, pero he experimentado el aburrimiento, un aburrimiento profundo e inconsolable por largos per¨ªodos. No culpo a nadie, es cosa m¨ªa y los gobernantes del mundo no deben ponerse a temblar. No voy a conquistar Manhattan ni Berl¨ªn, porque esos lugares no existen. En las ciudades de este mundo lo ¨²nico que hay es mucho tr¨¢fico, demasiados atascos de tr¨¢fico".
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