Los empresarios convocan un paro contra Noriega
Las principales organizaciones empresariales paname?as han invocado un paro patronal indefinido hasta la ca¨ªda del general Manuel Antonio Noriega, quien en su primera declaraci¨®n p¨²blica se mostr¨® orgulloso de que los periodistas que hab¨ªan venido a ver su fin estuviesen asistiendo, por el contrario, a "una lecci¨®n de dignidad" por parte de las fuerzas armadas. Mientras tanto, el nuevo encargado de la presidencia, Manuel Sol¨ªs, que s¨®lo ha recibido los apoyos expl¨ªcitos de Cuba y Nicaragua, ha pedido que Estados Unidos respete a Panam¨¢ como "un pa¨ªs libre, independiente y soberano".
La primera reacci¨®n en el interior del pa¨ªs contra el golpe de Estado constitucional protagonizado por los militares y la Asamblea Nacional en la madrugada del viernes ha venido por parte de los empresarios, que son desde el mes de junio la vanguardia de la oposici¨®n anti-Noriega.Las dos principales organizaciones patronales, el Sindicato de Industriales de Panam¨¢ (SIP) y la Confederaci¨®n de Empresarios de Panam¨¢ (Conep), han declarado desde ayer un "paro de brazos ca¨ªdos" en apoyo del destituido presidente Eric Arturo Delvalle y por la dimisi¨®n del general Noriega.
Ayer s¨¢bado cerraron algunos grandes comercios en respaldo de este llamamiento, pero el verdadero alcance del paro tendr¨¢ que verse a partir de ma?ana lunes.
El Gobierno no oculta su preocupaci¨®n por una huelga de estas caracter¨ªsticas en un momento en que la crisis econ¨®mica -agravada por la suspensi¨®n de los cr¨¦ditos procedentes de Estados Unidos constituye la principal amenaza contra el sistema. Seguidores de Noriega han llenado las calles de pintadas con el eslogan "empresa parada, empresa tomada", confirmando la radicalizaci¨®n en la que paulatinamente entra el r¨¦gimen.
El ministro responsable de la presidencia, Manuel Sol¨ªs, que el viernes apareci¨® del brazo de Noriega en el primer acto p¨²blico de apoyo al nuevo Gobierno, es un hombre de procedencia izquierdista. Miembro hace a?os del Frente Patri¨®tico, combati¨® iniciaImente a Omar Torrijos desde posiciones marxistas, lo que le cost¨® el exilio durante algunos a?os. Actualmente no es miembro de ning¨²n partido, aunque se mantiene en una ¨®rbita de la izquierda torrijista.
Su nombre hab¨ªa sido ya mencionado como posible alternativa a Delvalle desde el comienzo de esta crisis que dura ya nueve meses. Noriega, sin embargo, no hab¨ªa podido hasta ahora ejercer el veto de fuerza para desembarazarse de Delvalle porque carec¨ªa del respaldo suficiente.
Bandeja de plata
Con su discurso televisado del jueves anunciando la destituci¨®n de Noriega, Delvalle lo que hizo en realidad fue servirle en bandeja de plata al general -a un general robustecido internamente por las acusaciones de Estados Unidos su propia dimisi¨®n.Para Noriega, la destituci¨®n de Delvalle no es buena solamente porque su poder real aumenta y porque cubre uno de los flancos en su guerra defensiva contra Estados Unidos, sino porque, al mismo tiempo, puede conseguir una mayor coherencia en la labor gubernamental.
El t¨¢ndem Noriega-Sol¨ªs es, a todas luces, m¨¢s natural que la anterior alianza a la fuerza entre un militar populista y un millonario metido de rebote en la pol¨ªtica.
Para muchos, la decisi¨®n de Delvalle de destituir a Noriega fue, simplemente, aplicar la t¨¢ctica de morir matando. Para otros, al presidente depuesto le enga?aron sus informadores. Hay quien piensa tambi¨¦n que se lanz¨® al vac¨ªo, en un acto de honestidad- pol¨ªtica, sin haber contado previamente con nadie.
Por la informaci¨®n que se maneja aqu¨ª p¨²blicamente s¨®lo se puede saber que, antes de anunciar la destituci¨®n de Noriega, Delvalle se comunic¨® con el coronel Marcos Justinez, jefe del Estado Mayor y, por orden jer¨¢rquico, el oficial encargado para ascender al generalato Justinez pidi¨® -alg¨²n tiempo al presidente para madurar esa alternativa, pero Delvalle, apresurado, apareci¨® en la televisi¨®n 10 minutos despu¨¦s con su sorprendente anuncio.
Este fin de semana, al margen de la presi¨®n empresarial, ha servido para confirmar la calma que reina en Panam¨¢ desde la ca¨ªda de Delvalle. Las playas se llenan y en las calles casi s¨®lo quedan como observadores centenares de periodistas.
Especialmente llamativo resulta el silencio de la Cruzada Civilista, el movimiento que ha organizado los principales actos de protesta desde el verano pasado. La clausura de los diarios y las radios de oposici¨®n y de un canal de televisi¨®n, as¨ª como el miedo a la represi¨®n explican parte del aislamiento de la Cruzada, pero hay que a?adir tambi¨¦n la inconsistencia y el elit¨ªsmo de ese movimiento para entender por qu¨¦ la oposici¨®n ha desaprovechado una oportunidad como ¨¦sta para forzar la salida del general Noriega.
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