La 'no guerra' entre Grecia y Turqu¨ªa
El 'esp¨ªritu de Davos' ha mejorado el clima entre los dos pa¨ªses, pero los problemas subsisten
No hay paz entre Grecia y Turqu¨ªa. Tampoco guerra. Es la no guerra, una expresi¨®n que ha hecho fortuna y que los dirigentes griegos utilizan abiertamente para explicar los resultados del encuentro que a finales de enero mantuvieron en Davos los primeros ministros de ambos pa¨ªses, el socialista Andreas Papandreu y el conservador Turgut Ozal.
Estos d¨ªas, el esp¨ªritu de Davos es due?o y se?or de muchas primeras p¨¢ginas de la Prensa griega, a medida que sus primeros efectos comienzan a materializarse. Ozal y Papandreu han intercambiado cartas repletas de buenas intenciones, Turqu¨ªa ha anulado la ley que imped¨ªa la devoluci¨®n de bienes a los griegos que huye ron durante la crisis de Chipre de los a?os sesenta, el secretario de Estado turco para Asuntos Exteriores (Nuzhet Kandemir) ha visitado Atenas, el alcalde de esta ciudad (Miltiades Evert) ha viajado a Estambul, y se anuncia que los dos primeros ministros volver¨¢n a reunirse en marzo, en Bruselas, y que Ozal visitar¨¢ Grecia en junio, en la primera de las cumbres institucionalizadas en la reuni¨®n de Suiza.Muy lejos queda la crisis de la primavera pasada, cuando los dos pa¨ªses estuvieron al borde del enfrentamiento b¨¦lico en el Egeo por un qu¨ªtame all¨¢ esas prospecciones petrol¨ªferas o, m¨¢s exactamente, por la disputa de la soberan¨ªa en este mar, que Atenas considera un lago griego y que Ankara desea compartir para evitar su estrangulamiento a la salida de los estrechos.
"Marcha atr¨¢s"
El presidente de Nueva Democracia (ND), Constantino Mitsotakis, asegura que su partido "siempre ha mantenido que el di¨¢logo es la ¨²nica pol¨ªtica que puede resolver, a medio plazo, las diferencias greco-turcas", pero que "las dudas han comenzado a surgir cuando se comprob¨® que Papandreu dio marcha atr¨¢s en muchas cuestiones". El jefe de la oposici¨®n conservadora, que tendr¨¢ pronto una nueva ocasi¨®n de disputar el poder al l¨ªder socialista, se muestra "especialmente disgustado con los resultados del encuentro en lo que se refiere a la cuesti¨®n chipriota".Seg¨²n la versi¨®n m¨¢s extendida, Papandreu -que hab¨ªa pro metido que jam¨¢s se sentar¨ªa a hablar con Ozal mientras hubiese un solo soldado turco en la isla de Afrodita- se limit¨® a plantear en Davos la desmilitarizaci¨®n total y la necesidad de que se aclare la suerte de los desaparecidos desde la intervenci¨®n militar de Ankara de 1974, en ambos casos sin demasiado ¨¦nfasis, aunque posteriormente dijo que ser¨ªa inflexible en este punto Ozal se debi¨® hacer el sordo.
El rechoncho, simp¨¢tico y h¨¢bil primer ministro, todo un maestro de las relaciones p¨²blicas, se convirti¨® el pasado 15 de febrero en estrella de un encuentro de amistad greco-turca, celebrado en Estambul.
Con motivo del 28? aniversario de la consagraci¨®n de Iacovos, jefe de la Iglesia ortodoxa griega en Estados Unidos, le obsequi¨® con un enorme pastel en el que figuraban Grecia y Turqu¨ªa..., pero no Chipre. Un bromista dijo que la isla fue el trozo de la tarta que se comi¨® el propio Ozal.
Mientras los turcos hablan de arkadash (amistad), los griegos prefieren hablar de no guerra. El viceministro de Asuntos Exteriores, Teodoros Pangalos, explica as¨ª el principal resultado de la cumbre de Davos: "Lo positivo es la decisi¨®n de ambos Gobiernos de no arriesgarse a un nuevo enfrentamiento. Como dice el primer ministro, no la paz, sino la no guerra. Los dos Gobiernos se responsabilizan de tomar las medidas para evitar que se llegue a la misma situaci¨®n que el a?o pasado, cuando estuvimos a dos dedos del enfrentamiento militar. Pero, a partir de ah¨ª, los problemas siguen en la mesa, no se ha resuelto nada".
Dos medidas concretas abrir¨ªan, seg¨²n Pangalos, el camino hacia una completa reconciliaci¨®n: "Que Turqu¨ªa se retire de Chipre y que reconozca el estatuto jur¨ªdico del mar Egeo".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.