Cien a?os de UGT
El patronato catal¨¢n para la conmemoraci¨®n se constituye ma?ana en la universidad de Barcelona
En el a?o de gracia de 1888, Barcelona era la ciudad de los prodigios. Apologetas, cronistas y literatos recuerdan aquella ciudad convulsa entre la Primera Exposici¨®n Universal y la eclosi¨®n del anarcosindicalismo. Poco se ha dicho, sin embargo, de que entre su prosperidad y barbarie tomara cuerpo, precisamente aquel mismo a?o, el embri¨®n del primer sindicato moderno de la Espa?a contempor¨¢nea. La Uni¨®n General de Trabajadores, denominaci¨®n sugerida por un delegado de la Federaci¨®n de Tip¨®grafos, de apellido Iglesias y de nombre Pablo, nac¨ªa discretamente en medio de muchedumbres cargadas de esperanzas hist¨®ricas y razones inmediatas, en un encuentro fundacional y primero celebrado el 12 de agosto en el C¨ªrculo Socialista, situado en la calle de Tallers, 29, 1?, 1?, de la Ciudad Condal.
Nicol¨¢s Redondo entrar¨¢ ma?ana, lunes, el paraninfo de la universidad de Barcelona junto a Joan Revent¨®s para aceptar, con todos los honores, sendas presidencias honorarias del patronato en Catalu?a para la celebraci¨®n del centenario de la creaci¨®n de la Uni¨®n General de Trabajadores. Un patronato que ha conseguido reunir a representantes de las tres administraciones, rectores de las universidades y otras personalidades, bajo la presidencia del secretario general de la UGT de Catalu?a, Justo Dom¨ªnguez.El dirigente sindical catal¨¢n manifest¨® que no quer¨ªa convertir el acontecimiento en un acto nost¨¢lgico, sino una mirada al presente y futuro del sindicalismo". Justo Dom¨ªnguez, que se afili¨® al sindicato en 1975, considera como balance del siglo el intento de "evitar mayores abusos sobre los trabajadores en un contexto de grandes injusticias". Pero mira el futuro con la preocupaci¨®n de que no puede plantearse un sindicalismo de modelo europeo toda vez que "persisten las desigualdades que obligan a una permanente acci¨®n reivindicativa". Dom¨ªnguez ve el sindicalismo como "la forma de contrapesar la acci¨®n interclasista de todos los gobiernos, de izquierdas incluidos" y de perseguir "la integraci¨®n moral y ¨¦tica de la juventud en la sociedad".
Un segundo patronato estaba previsto para el resto de Espa?a, pero a¨²n no ha llegado a constituirse y m¨¢s de uno cree que quedar¨¢ entre los proyectos insatisfechos. Deb¨ªa englobar a los primeros dirigentes del PSOE, enzarzados hoy en una rega?ina con el sindicato hermano desde hace 100 a?os.
La Uni¨®n General de Trabajadores fue una iniciativa para los obreros universales, en consonancia con los tiempos de iniciativas proletarias de asociaci¨®n. Pero naci¨® en el bullicio de aquella Barcelona y los apellidos de sus primeros 26 delegados muestran la incidencia de catalanes en su primer desarrollo. Juan Serna, Basilio Mart¨ªn Rodr¨ªguez, Pablo Roca, Illedro Botifoll, Ram¨®n Cu?¨¦, Constantino Amig¨®, Antonio Cort¨¦s, Juan Roca, Baldomero Carbonell, Rafael Orrioles, Jos¨¦ Anguera, Pablo Iglesias, Toribio Reoyo, Salvador Ferrer, Crist¨®bal U?o, Antonio Tarroella, Jos¨¦ Sarcos, Ram¨®n Perram¨®n, Jaime Mora, Juan Matas, J. Castells, Jos¨¦ Pons, Juan Boixader, Juan Palomero y Antonio Moliner se reunieron en congreso constituyente en representaci¨®n de 44 sociedades obreras.
Catalanes
?stas pertenec¨ªan, como rezan las actas, "16 a las provincias castellanas y 28 a la regi¨®n catalana", "representando a 4.668 individuos", de los que 1.391 correspond¨ªan a la Federaci¨®n Tipogr¨¢fica Espa?ola. S¨®lo dos de los delegados no estaban afincados en Catalu?a. Eran tiempos en que viajar por la geograf¨ªa hispana era, m¨¢s que una aventura, un imposible.La Asociaci¨®n del Arte de Imprimir se hab¨ªa fundado en Madrid en noviembre de 1871. Pablo Iglesias formaba parte de ella, y Antonio Garc¨ªa Quejido, que no figura en la lista de delegados de la reuni¨®n fundacional, tambi¨¦n. Garc¨ªa Quejido, miembro del consejo de redacci¨®n de El Socialista, se vio obligado a emigrar de Madrid en 1886, primero a Valencia y luego, otra vez perseguido y sin trabajo, a Barcelona.
La idea del congreso fue suya. Aceptada por su amigo Pablo Iglesias y con el apoyo de los organizados tip¨®grafos, no pod¨ªa fracasar. Por todo ello, el primer Comit¨¦ Nacional de la Uni¨®n General de Trabajadores se residenci¨® en Barcelona, presidido por Pablo Iglesias y con Antonio Garc¨ªa Quejido a cargo de la secretar¨ªa. Un a?o despu¨¦s, en la ya industrial Matar¨®, se realizar¨ªa propiamente el primer congreso del sindicato constituido y en 1899 la direcci¨®n se trasladar¨ªa a Madrid para coordinar mejor las organizaciones surgidas en los diversos centros industriales.
La operaci¨®n, aunque humilde, ilustr¨® a los partidarios de la creaci¨®n de un partido obrero y socialista para que repitieran experiencia antes de concluir el mismo prodigioso a?o y otra vez en Barcelona y otra vez con Pablo Iglesias a la cabeza.
Soledades
De todo ello se cumplen 100 a?os llenos de eventos y soledades. De las soledades hablan sobre todo los largos a?os de exilio de la ejecutiva federal del sindicato desde 1939, intentando mantener una organizaci¨®n internacional de federaciones sindicales de obreros espa?oles exiliados. De soledades hablan tambi¨¦n los primeros intentos de reorganizaci¨®n sindical en el interior, a caballo entre un asomo semiclandestino entre las bases del sindicalismo vertical, en los a?os cincuenta, y otra presencia oculta y poco confiada en los inicios del movimiento sociopol¨ªtico de las Comisiones Obreras, expandidas, en la d¨¦cada de los sesenta, desde tierras asturianas a todos los centros industriales.En 1970 comenz¨® a funcionar en un subterr¨¢neo de Sant Adri¨¤ del Bes¨°s otra sede clandestina de la recuperada UGT. El lugar se explica por la proximidad de las factor¨ªas Olivetti, Pegaso y La Maquinista Terrestre y Mar¨ªtima, centros de los primeros n¨²cleos reorganizados de ugetistas. Fue el primer nuevo local en Catalu?a de un rearme que paralelamente deb¨ªa producirse en muchos otros lugares de la geograf¨ªa hispana. Cinco a?os despu¨¦s, al inicio de la transici¨®n, comenzaba la afiliaci¨®n masiva de trabajadores a los sindicatos. Muchos m¨¢s de los que cotizan actualmente, 13 a?os despu¨¦s. Su historia desde entonces es una cr¨®nica ya explicada.
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