Cari?oso recibimiento a Reyes y Mari Cruz
Unas 700 personas recibieron ayer a las marchadoras Reyes Sobrino y Mari Cruz D¨ªaz, que obtuvieron las medallas de oro y bronce, respectivamente, en los campeonatos europeos de pista cubierta disputados este fin de semana en Budapest. Las ni?as de la marcha que ya est¨¢n acostumbradas a estas bienvenidas clamorosas, no dejaron por ello de emocionarse, mientras un vecino de avanzada edad comentaba, con marcado acento andaluz, que "esto es mu importante pa los que nos sentimos patriotas de Catalu?a".
El Ayuntamiento de Viladecans, localidad donde residen las dos atletas, hab¨ªa fletado dos autobuses para que los vecinos pudieran desplazarse hasta el aeropuerto de El Prat. El alcalde, el socialista Jaume Monfort, acompa?ado de diversos miembros de la Polic¨ªa Municipal, lleg¨® sobre a las 13.30horas y esper¨® pacientemente la llegada del avi¨®n. Mientras tanto, decenas de ni?os se agolpaban en la puerta de llegadas internacionales y chillaban cada vez que se abr¨ªan las puertas autom¨¢ticas.Tras casi una hora de espera, aparecieron las atletas procedentes de Z¨²rich y aquello provoc¨® la histeria colectiva de los asistentes mientras las marchadoras no cesaban de llorar. Los innumerables ramos de flores pronto perdieron su atractivo pues la gente no paraba de agolparse sobre ellas ante los in¨²tiles esfuerzos de los urbanos para protegerlas. El padre de Reyes no cesaba de repetir una y otra vez "no me la aplast¨¦is, hombre".
Idas y venidas constantes, besos, abrazos, m¨¢s lloros, estirones y declaraciones a los periodistas durante diez minutos hasta que Reyes y Mari Cruz fueron introducidas por los polic¨ªas en el veh¨ªculo oficial del alcalde. En el aeropuerto no falt¨® nadie, empezando por los padres de las atletas sus m¨¢s fervientes seguidores. Hasta tal extremo llega la cosa que Ferm¨ªn Sobrino, de 53 a?os y padre de Reyes, que en su vida hab¨ªa hecho deporte, decidi¨® empezar a correr coincidiendo con los primeros pinitos de su hija. "Yo no quer¨ªa que fuese sola por ah¨ª entren¨¢ndose y por eso cada vez que sal¨ªa me iba con ella a correr". Ferm¨ªn, al igual que Manuel D¨ªaz, de 51 a?os y padre de Mari Cruz, ha convertido el atletismo en su hobby preferido. Ambos se enteraron de los triunfos de sus hijas en Burgos, donde participaban en los campeonatos de Espa?a de veteranos, y en los que el padre de la D¨ªaz obtuvo el segundo lugar en la prueba de marcha atl¨¦tica.
Una se?ora que esperaba tambi¨¦n en el aeropuerto manifiesto que "en Viladecans entrenamos a ciegas y por eso somos tan buenos", refiri¨¦ndose a la nula iluminaci¨®n de los alrededores de la Torre Roja, donde est¨¢ situado el circuito donde entrenan las marchadoras. Su preparador, Josep Mar¨ªn, lleg¨® incluso a sufrir hace meses una ligera torcedura al tropezar con una piedra.
Reyes y Mari Cruz se asomaron al balc¨®n del Ayuntamiento de Viladecans y saludaron a una gran multitud mientras descorchaban dos enormes botellas de cava. Antes, Reyes Sobrino hab¨ªa escrito en el libro de honor del Ayuntamiento la siguiente frase: "Con todo el cari?o y afecto de la C. de Europa de pista cubierta". Junto a su firma, un monigote representaba a una atleta marchando.
Cinco hojas antes Mari Cruz D¨ªaz escribi¨®, el 1 de noviembre de 1986, tras obtener la medalla en los campeonatos de Europa celebrados en Sttutgart: "Para el Ayuntamiento de mi pueblo, con todo el cari?o". Cinco minutos despu¨¦s las dos marchadoras pasaron a la sala de permanentes donde se sirvi¨® una discreta copa de cava y canap¨¦s. Fue entonces cuando Mari Cruz D¨ªaz pudo hablar por vez primera a solas con su novio, V¨ªctor Mut, y le dijo "el d¨ªa que corr¨ª te llam¨¦ dos veces y no estabas".
La opini¨®n del padre de Reyes Sobrino era compartida por todos los presentes: "En estos campeonatos le ha tocado ganar a mi hija y, aunque yo creo que ya se lo merecia, es normal que no siempre gane Mari Cruz porque a veces hay d¨ªas buenos y d¨ªas malos". El novio de esta marchadora se?al¨® tambi¨¦n que "lo que de verdad no me esperaba es que Reyes ganase" y ¨¦sta, por su parte, sentenci¨®: "No he tenido complejos en ning¨²n momento y esto ni siquiera es lo m¨¢s alto a lo que puedo llegar".
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