El laberinto de la 'c¨¢mara de humos', nuevo ejercicio para los bomberos madrile?os

El Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid ha comenzado a utilizar una c¨¢mara de humos que, instalada hace un a?o en el parque de Vallecas tras una inversi¨®n cercana a los 40 millones, se encontraba fuera de servicio por "problemas de organizaci¨®n". La instalaci¨®n est¨¢ formada por una sala de control, una sala con aparatos y la c¨¢mara de humos, donde los bomberos, con su equipo aut¨®nomo de respiraci¨®n, han de recorrer un laberinto de 70 metros con obst¨¢culos, sin visibilidad a causa del humo con que se inunda la sala, con zonas de calor y grabaciones de ruidos de derrumbes.

Las primeras dotaciones de bomberos comenzaron a pasar por la c¨¢mara de humos despu¨¦s de la tragedia de Almacenes Arias en la que murieron 10 bomberos, seg¨²n informaron fuentes del cuerpo. El resultado, a pesar del escaso tiempo transcurrido, ha sido, sin embargo, tan satisfactorio que se considera necesario que cuando termine el per¨ªodo de prueba la totalidad de los bomberos realice un ejercicio tipo en esta sala.Los seis miembros de una dotaci¨®n del parque noveno que ayer tuvieron que realizar las pruebas fueron examinados previamente por un m¨¦dico que les someti¨® a una exploraci¨®n general, con auscultaci¨®n cardiaca y pulmonar, electrocardiograma y espirometr¨ªa Los datos iniciales servir¨¢n para establecer comparaciones al final del ejercicio y establecer la cantidad consumida de aire comprimido.

Subir a un quinto piso

A continuaci¨®n tuvieron que correr sobre una cinta continua a una velocidad aproxima da a los 100 metros en 17 segundos, para luego, ya con el equipo aut¨®nomo de respiraci¨®n puesto, subir 30 metros de una escalera de una altura simulada de un quinto piso y tirar de un martillo de percusi¨®n hasta el suelo 15 veces, en un esfuerzo similar al que, en una salida, se hace al tirar de la manguera.Un nuevo control de las pulsaciones, y los bomberos se tu vieron que enfrentar a la prueba reina, la de la c¨¢mara de humos, cuya forma recuerda una gran jaula con dos niveles cada uno de ellos divididos por paneles met¨¢licos.

All¨ª tuvieron que recorrer, a cuatro patas y en medio de un denso humo, los 35 metros del laberinto inferior, en el que se hab¨ªan colocado distintos estrechamientos que obligaban a quitarse y empujar el equipo aut¨®nomo. Tras rebasar una trampilla, acced¨ªan al laberinto superior, con nuevas rampas y obst¨¢culos, todo ello sin visibilidad, en medio de gritos y derrumbes grabados en bandas sonoras y focos de calor, a 70 u 80 grados cent¨ªgrados, producidos con unas estufas.

Todo el recorrido se sigue desde la sala de control a trav¨¦s de un circuito cerrado de televisi¨®n con dos c¨¢maras m¨®viles con rayos infrarrojos y un panel que refleja la evoluci¨®n de los bomberos. "Se trata de comprobar el estado f¨ªsico en la sala de aparatos y el ps¨ªquico en la c¨¢mara y ver cu¨¢l es el gasto de aire comprimido que tiene cada persona", manifest¨® Antonio S¨¢nchez R¨®denas, jefe del cuerpo, quien afirm¨® que est¨¢ prevista la instalaci¨®n de otra c¨¢mara en el parque del barrio del Pilar.

"Queremos que este ejercicio" a?ade, "forme parte del examen de confirmaci¨®n de los alumnos para entrar en el cuerpo".