A Gore le falta llamarse Kennedy

Es insultantemente joven, 39 a?os, y guapo, un superman teleg¨¦nico disfrazado de pol¨ªtico, y moderadamente rico, pero no se llama Kennedy, y alg¨²n d¨ªa -a¨²n no- puede que alcance la presidencia de Estados Unidos. Se llama Albert Gore junior, es senador por Tennessee, y con una estrategia puramente sure?a -dej¨® a un lado los caucuses y primarias de Iowa y New Hampshire- y mucho dinero dio la sorpresa el supermartes.Albert Gore, hijo de senador y ex combatiente en Vietnam -ha utilizado sus fotos de patriota en la jungla asi¨¢tica en la campa?a, pero se manifest¨® en los sesenta contra la guerra-, se sit¨²a en el centro conservador del Partido Dem¨®crata, frente a un Dukakis que representa el ala liberal cl¨¢sicos dem¨®cratas. Gore, ex periodista, graduado en Derecho por Harvard, como John Kennedy, se declar¨® ayer el "pol¨ªtico del futuro", calificando al gobernador de Massachusetts de pol¨ªtico del "pasado".

La estrategia de Gore, que con m¨¢s de 300 delegados se enfrenta a la cuesta arriba de demostrar que es m¨¢s que un candidato regional, es insistir en que con Dukakis los dem¨®cratas van a una derrota segura en noviembre. "No podemos repetir el error de Mondale en 1984", insiste Gore, recordando que la vieja coalici¨®n de intereses dem¨®crata, liberal, obrera y negra, m¨¢s todas las minor¨ªas, ha sido derrotada en cuatro de las ¨²ltimas cinco elecciones presidenciales.

Gore se considera el ¨²nico dem¨®crata capaz de atraer a votantes conservadores del partido de Roosevelt y Kennedy que, sobre todo en el Sur y en el Oeste, se pasaron en 1980 y 1984 a Ronald Reagan. Para ello cuenta con una impresionante carrera en el Senado en temas Este-Oeste y de defensa, en los que es considerado como un experto. Sabe de qu¨¦ habla cuando se trata de pol¨ªtica exterior, un agujero inmenso para Dukakis, de quien sus adversarios ironizan que su ¨²nica experiencia internacional es haber negociado con New Hampshire el cierre de una central nuclear.

Gore, que se declara admirador del presidente costarricense, Oscar Arias, y del argentino, Ra¨²l Alfons¨ªn, podr¨ªa ser finalmente un perfecto vicepresidente en el ticket dem¨®crata.