Huesos de repuesto
Los trasplantes de tejido ¨®seo no presentan problemas de tipo inmunol¨®gico
Los huesos humanos son uno de los recambios que un organismo deteriorado puede encontrar en otro sano. Frente a las dificultades que plantean otros trasplantes, como el de coraz¨®n o el de h¨ªgado, el implante de huesos no presenta problemas inmunitarios, porque lo que se introduduce es un tejido muerto: el mineral ¨®seo. Desde la creaci¨®n de los primeros bancos de huesos, en 1984, se han realizado en Espa?a varios centenares de injertos.
La mejor soluci¨®n ante la imposibilidad de recomponer un hueso da?ado irreversiblemente es sustituirlo por otra pieza humana. Del centenar de injertos realizados en el Hospital Universitario de San Carlos, de Madrid, m¨¢s del 80%, han resultado satisfactorios y han solucionado el problema ¨®seo del enfermo, seg¨²n se ha puesto de manifiesto en el I Memorial sobre Bancos de Huesos y Trasplantes Osteocartilaginosos, celebrado recientemente en este centro pionero.Aunque se utilizan indistintamente los t¨¦rminos trasplante e injerto, L¨®pez-Dur¨¢n, jefe del servicio de Traumatolog¨ªa y Ciruig¨ªa Ortop¨¦dica del Hospital Clinico San Carlos, establece la diferencia entre un injerto ¨®seo y un aut¨¦ntico trasplante, bas¨¢ndose en que s¨®lo se emplea hueso vivo en el segundo caso. "En este sentido, ni aqu¨ª ni en ning¨²n sitio se hacen trasplantes; hacemos injertos", matiza.
Y es que el hueso, que se mantiene congelado a muy bajas temperaturas (en un futuro pr¨®ximo las piezas se conservar¨¢n a 170? bajo cero, gracias al empleo de nitr¨®geno l¨ªquido), se convierte en un tejido muerto. As¨ª, se consigue un almacenamiento indefinido y se elimina la posibilidad de rechazo del injerto (hasta ahora no se ha descrito ninguno). El enfermo receptor, por tanto, no precisa de tratamiento inmunosupresor, a diferencia de lo que ocurre en la mayor¨ªa de los trasplantes.
Los injertos ¨®seos se practican en la actualidad, seg¨²n L¨®pez-Dur¨¢n, de tres formas. La primera es como material de relleno (grumos, tacos o cu?as) en cavidades ¨®seas tras la cirug¨ªa tumoral, en fracturas con destrucci¨®n ¨®sea importante y en los fracasos de pr¨®tesis implantadas previamente. "?stas son las situaciones cl¨ªnicas m¨¢s frecuentes en nuestra pr¨¢ctica diaria y que ofrecen unos resultados m¨¢s alentadores", se?ala L¨®pez-Dur¨¢n.
Los otros dos tipos son el injerto osteocartilaginoso -"m¨¢s pr¨®ximo al trasplante"-, en lesiones articulares muy delimitadas, especialmente en la rodilla de gente joven, y la sustituci¨®n parcial o total de huesos concretos, en caso de tumores ¨®seos o de grandes destrucciones ¨®seas tras retirar repetidamente una pr¨®tesis. Sobre este ¨²ltimo tipo de cirug¨ªa a?ade que "es el m¨¢s espectacular, pero tambi¨¦n el menos frecuente", y que "es el campo de mayor futuro y de resultados menos conocidos en la actualidad".
Rodilla completa
El trasplante de hueso vivo ser¨ªa, en opini¨®n de L¨®pez-Dur¨¢n, la "meta ideal", pero para eso "habr¨¢ que esperar". "El trasplante de una pierna entera", se?ala, "ser¨ªa quiz¨¢ m¨¢s f¨¢cil, porque la sutura de los vasos y nervios de mayor calibre es m¨¢s sencilla".A lo m¨¢s que se hab¨ªa llegado era al recambio de media rodilla, es decir, a la sustituci¨®n de una de las dos partes de la articulaci¨®n. El trasplante completo de rodilla fracasaba por la defectuosa vascularizaci¨®n o inervaci¨®n. Sin embargo, recientemente se ha dado a conocer el primer trasplante de rodilla completa, realizado con ¨¦xito, en Estados Unidos, a una mujer de 32 a?os que ten¨ªa un tumor de r¨¢pido crecimiento en una rodilla.
La misi¨®n de un banco de huesos, al igual que ocurre con otros ¨®rganos o tejidos, es acumular material suficiente para poder realizar los injertos que los enfermos vayan demandando. En s¨ªnteis, un banco de huesos no es m¨¢s que una simple nevera donde se conservan todo tipo de piezas ¨®seas dentro de frascos est¨¦riles, a una temperatura que ronda los 700 bajo cero. El del Hospital Universitario de San Carlos, en Madrid, fue el primero que se cre¨® en nuestro pa¨ªs -hace ahora tres a?os-, tras la entrada en vigor de la ley de Trasplantes.
Luis L¨®pez-Dur¨¢n aclara que "se trata del primer banco de huesos moderno, porque ya hubo otros a principios de los a?os cincuenta en el Hospital Provincial de Madrid y en el Instituto de Hematolog¨ªa y Hemoterapia". Entonces no se dispon¨ªa de los actuales congeladores y las piezas se almacenaban con conservantes qu¨ªmicos, que no garantizaban la suficiente asepsia, por lo que desaparecieron.
Donantes
Actualmente hay bancos similares en varias ciudades como Barcelona, Valencia, Sevilla y Gij¨®n entre otras. "En este corto per¨ªodo de tiempo", se?ala L¨®pez-Dur¨¢n, "el nivel alcanzado en Espa?a en este tipo de cirug¨ªa es comparable al de los pa¨ªses m¨¢s avanzados".El material ¨®seo acumulado en un banco ha venido a remediar la necesidad de extirparle peque?os fragmentos de hueso al mismo paciente para implant¨¢rselos en otro sitio; adem¨¢s, supone un importante reservorio de piezas para recambios m¨¢s amplios. El origen de estos huesos, aunque diverso, est¨¢ menos difundido y el posible donante muchas veces ni siquiera se conoce como tal.
La fuente m¨¢s habitual de hueso, seg¨²n L¨®pez-Dur¨¢n, son las cabezas femorales que se extirpan a las personas que han sufrido una fractura de cuello de f¨¦mur o son sometidas a la implantaci¨®n de una pr¨®tesis de cadera por artrosis. Menos frecuentes son las piernas que se amputan por enfermedades vasculares y las piezas esquel¨¦ticas completas extra¨ªdas de los donantes multiorg¨¢nicos en situaci¨®n de muerte cerebral.
"El desarrollo futuro prev¨¦ la obtenci¨®n de estas mismas piezas esquel¨¦ticas completas a partir de donantes . Estos son sometidos a los controles y se descartan aquellos que han padecido enfermedades tumorales o del metabolismo que alteren la estructura o caracter¨ªsticas mec¨¢nicas del hueso", afirma Lu¨ªs L¨®pez-Dur¨¢n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.