Colombia, votos y balas
La violencia marca las elecciones de hoy, en las que se elegir¨¢n m¨¢s de 1.000 alcaldes
Colombia romper¨¢ hoy la vieja costumbre que facultaba a los gobernadores para elegir a dedo a sus alcaldes. En lo que se considera como la revoluci¨®n democr¨¢tica de este siglo, los colombianos elegir¨¢n en las urnas por primera vez a 1.009 burgomaestres. Once millones de personas pueden votar. Adem¨¢s se elegir¨¢n hoy 10.541 concejales y 421 diputados a las asambleas departamentales (provinciales). Esta ¨²ltima votaci¨®n determinar¨¢, adem¨¢s, la constituci¨®n de la Comisi¨®n de Reforma Institucional, que se encargar¨¢ en los pr¨®ximos meses de modificar la Constituci¨®n. El n¨²mero de representantes de cada partido en esta comisi¨®n ser¨¢ proporcional a los votos que obtengan para las asambleas.
Aunque las listas de aspirantes a estos cargos p¨²blicos recogen expresiones de todos los matices (pacifistas, dem¨®cratas, ecologistas, y hasta brujos, videntes y nudistas), la pelea de hoy es entre tres partidos: los dos tradicionales (el Partido Liberal y el Partido Conservador, que durante a?os se han repartido el poder en el pa¨ªs) y la Uni¨®n Patri¨®tica (UP), coalici¨®n de izquierda nacida en 1985, tras los acuerdos de paz firmados por el Gobierno anterior. La integran b¨¢sicamente el Partido Comunista Colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC, el grupo guerrillero m¨¢s grande del pa¨ªs). Los liberales esperan ganar 600 alcald¨ªas; los conservadores, 400, y la UP, 100, 50 de ellas con listas propias y las otras a trav¨¦s de alianzas que han realizado con diferentes partidos.La fisonom¨ªa pol¨ªtica de Colombia, de confirmarse esas estimaciones, no cambiar¨ªa mucho comparada con la resultante de las elecciones de 1986 (elecciones presidenciales y de corporaciones p¨²blicas). En esa ocasi¨®n los liberales fueron mayor¨ªa en 559 municipios; los conservadores, en 420, y la UP, en 21, constituy¨¦ndose en la tercera fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs.
Un espacio para la oposici¨®n
Pero m¨¢s all¨¢ de medir las fuerzas de los distintos partidos, la importancia de los comicios de hoy, seg¨²n muchos analistas, radica en saber si en Colombia hay espacio para la oposici¨®n. "Ciertos grupos de extrema derecha y de extrema izquierda ven una amenaza en estas elecciones por lo que ellas representan para la apertura democr¨¢tica del pa¨ªs. Yo me siento optimista frente a lo que esta jornada significa; es un paso para que tengamos una sociedad m¨¢s pluralista, que d¨¦ una mayor cabida a las fuerzas que tradicionalmente han estado marginadas", declar¨® a este diario el dirigente liberal Ernesto Samper Pizano.La elecci¨®n de alcaldes fue el resultado de una reforma constitucional aprobada dentro del marco de la pol¨ªtica de apertura democr¨¢tica del ex presidente Belisario Betancur. Sin embargo, la violencia pol¨ªtica que ha caracterizado esta campa?a electoral ensombrece el car¨¢cter democr¨¢tico de la jornada de hoy. M¨¢s de 200 pol¨ªticos -entre candidatos a alcald¨ªas y corporaciones p¨²blicas- y activistas han sido asesinados durante el tiempo que dur¨® la campa?a electoral. La UP ha sido indiscutiblemente la m¨¢s golpeada. "Proporcional al n¨²mero de electores, la UP ha tenido m¨¢s muertos en estos seis meses que el Partido Liberal en la ¨¦poca de la violencia de los a?os cincuenta", afirma Samper.
Son tantos los muertos de este movimiento que en su sede central en Bogot¨¢ muy pronto se empezar¨¢ a manejar por ordenador esta estad¨ªstica de sangre: 14 candidatos a alcaldes, 33 aspirantes a corporaciones p¨²blicas y 80 activistas fueron acribillados durante los meses de campa?a electoral.
Los jefes liberales, a nivel nacional y local, no dan una cifra global de su cuota de v¨ªctimas. Se limitan a informar que han sido muchos y citan el caso m¨¢s grave: el del Caquet¨¢, una provincia al sur del pa¨ªs, en donde han sido asesinados 35 dirigentes. El Partido Conservador, seg¨²n lo expres¨® hace pocos d¨ªas a la Prensa extranjera el ex presidente Misael Pastrana, es el que menos cuota de muertos ha puesto en esta ola de violencia. El ex presidente se?al¨® igualmente que la violencia electoral ha sido m¨¢s fuerte en los sitios en los cuales el liberalismo se disputa el predominio pol¨ªtico con la UP. Y esta violencia se ha centrado tambi¨¦n en las regiones en donde la UP obtuvo mayor¨ªa en 1986.
El temor de que las elecciones de hoy no reflejen la voluntad popular es generalizado. "Aunque la gente no tenga problemas para llegar a las mesas de votaci¨®n, ?su voto ser¨¢ libre? Me temo que en muchos casos no. Hay mucha intimidaci¨®n", asegur¨® Samper. La guerra sucia ha hecho que Colombia sea un pa¨ªs invadido por el miedo, por el temor a hablar.
La situaci¨®n en Bogot¨¢, la capital, es diferente: es una especie de oasis de paz en medio de la violencia casi generalizada. Eso no excluye, sin embargo, que las campa?as de los principales candidatos se hayan adelantado, en medio de estrictas medidas de seguridad. Dos ejemplos: el socialconservador Andr¨¦s Pastrana, que fue secuestrado y liberado el pasado enero, siempre aparec¨ªa en los actos p¨²blicos envuelto por una nube de guardaespaldas. Clara L¨®pez, la aspirante a la alcald¨ªa por una coalici¨®n de la UP y el nuevo liberalismo independiente, est¨¢ tan amenazada que en el cierre de su campa?a particip¨® en la caravana que recorri¨® la ciudad, pero saludando a sus seguidores a trav¨¦s del vidrio de su coche blindado.
En Bogot¨¢, aunque se da por seguro el triunfo de Andr¨¦s Pastrana, el resultado electoral reviste una especial importancia. Est¨¢ en juego el futuro del Partido Liberal, que se presenta en la capital dividido en dos candidaturas, la oficial y la disidente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.