El 'nouveau roman' goza en Francia de buena salud
Robbe-Grillet se suma al ¨¦xito de mercado alcanzado por Marguerite Duras o Claude Simon
La nueva novela goza de buena salud. Quiz¨¢s hubiera que nombrarla en franc¨¦s -noveau roman-, pero ?acaso hay alguna otra que tenga derecho a esta apelaci¨®n controlada? La aparici¨®n en Francia de dos nuevos libros de Claude Simon y Robbe-Grillet ha vuelto a agitar las aguas de la narrativa francesa, que tras la desaparici¨®n de Marguerite Yourcenar s¨®lo se agitaba ya al ritmo vertiginoso del trabajo de Marguerite Duras. Bien, los ¨¦xitos de venta espectaculares de esta ¨²ltima, el Premio Nobel a Simon y la cada vez mejor acogida de los libros de Robbe-Grillet muestran con claridad que la nueva novela no s¨®lo sobrevive, sino que triunfa hasta en el mercado, lo cual es ya el colmo.
?No hab¨ªamos quedado en que se trataba de un producto de laboratorio, fr¨ªo, objetivo, textual y minoritario, apto sobre todo para universitarios en mal de tesis o de paradojas estructurales? De repente, Marguerite Duras, que perteneci¨® al movimiento de la nueva novela, al menos durante una ¨¦poca, como lo recuerda Robbe-Grillet, se revela como autora de libros de gran ¨¦xito y como la voz de mujer m¨¢s profunda de la narrativa universal (estos d¨ªas aparece en Espa?a su ¨²ltima novela, Emily L).Claude Simon nos entrega un texto de 90 p¨¢ginas que no es una novela, sino una descripci¨®n -La invitaci¨®n-, el relato de un viaje a la URSS, que no s¨®lo es lo m¨¢s transparente que haya escrito nunca, sino que hasta resulta perfectamente sat¨ªrico.
Pero, al parecer, quien m¨¢s est¨¢ apasionando estos d¨ªas es Alain Robbe-Grillet, el jefe de fila o papa de la nueva novela, con el segundo volumen de esa extra?a autobiograf¨ªa -que no lo es, pues mezcla lo real y lo ficticio sin parar y adem¨¢s ha titulado a la serie Novelescas- Ang¨¦lica o el encantamiento, donde, entre otras cosas, re¨²ne y explica el origen de sus fantasmas er¨®ticos como si los reuniera a todos o a todas bajo un nombre imaginario que adem¨¢s vacila, tiembla y apenas aparece a lo largo de la historia que al fin y al cabo se nos cuenta de principio a fin.
Pues en este libro se nos cuentan m¨²ltiples aventuras, algunas reales -aunque pocas- y en su mayor¨ªa perfectamente imaginarias, con cabalgadas, guerras, violaciones de muchachas desvalidas, brujas, magias blancas y negras, sexo a chorros, y todo ello mezclado con sus recuerdos, sus reflexiones actuales, excursiones por terrenos m¨ªticos y art¨ªsticos, la tetralog¨ªa de los nibelungos de Wagner o el mundo del rey Arturo. ?Qu¨¦ clase de autobiograf¨ªa es ¨¦sta, por muy novelesca que se la llame? Evidentemente, Alain Robbe-Grillet no ha perdido nada de su talante provocador, y hasta parece hallarse en su mejor forma. Se ha limitado a introducirse en otro terreno, el de la autobiograf¨ªa, y a entrar en ¨¦l como un caballo en una cacharrer¨ªa: a romper ni m¨¢s ni menos que el tan cacareado pacto autobiogr¨¢fico, que tan bien establecido y controlado estaba desde que el profesor Philippe Lejeune publicara en 1975 su c¨¦lebre obra bajo este mismo t¨ªtulo: Le pacte autobiographique.
Pero es el caso, adem¨¢s, que este maestro en sembrar la confusi¨®n detr¨¢s de s¨ª, en volverlo todo patas arriba, es al mismo tiempo un prodigioso constructor. Al principio ¨¦l fue quien cre¨® la nueva novela, no se olvide, pues fue quien llev¨® a la casa donde publicaba sus libros -Les ?ditions de Minuit- a otros escritores que andaban dispersos por otros lugares y que en principio fueron, bajo su f¨¦rula -y el manta protector del gran autor de la casa Samuel Beckett-, Claude Simon, Robert Pinget, Nathalie Sarraute y Marguerite Duras, y adem¨¢s se invent¨® la apelaci¨®n controlada en su ¨²nico libro de ensayos, Por una nueva novela.
En Ang¨¦lica o el encantamiento se cuentan muchas historias de su familia, de sus escenarios, del personaje fetiche el conde Henri de Corinthe, Deus ex machina de todo lo que parece suceder o al menos se escribe, esto es, existe; se pregona la necesidad de la rebeld¨ªa una vez m¨¢s, del h¨¦roe negativo; se lucha contra las feministas mediante el recurso de superarlas en su feminismo; se habla de Roland Barthes -aunque ahora el escritor prefiere a Blanchot-, de Nathalie Sarraute, del marqu¨¦s de Sade; se describe un proceso en Venecia contra una de sus pel¨ªculas por pornograf¨ªa y se traza la trayectoria vital de un escritor minoritario que vende ya m¨¢s que cualquier best-seller al uso y que traza sus textos desde Norteam¨¦rica o desde su castillo en Normand¨ªa, prefiriendo siempre la protesta y la rebeli¨®n a cualquier otro sistema de integraci¨®n. Lo que al fin y al cabo no es otra cosa que lo que han hecho y siguen haciendo siempre los grandes escritores desde que el mundo es mundo. Leer a Robbe-Grillet a estas alturas resulta ya demasiado f¨¢cil, se le entiende con toda sencillez y, a pesar de todo, le sigue molestando y sigue proponiendo a sus lectores nuevas v¨ªas de liberaci¨®n. ?Qu¨¦ otra cosa es la literatura?
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