Un desaf¨ªo m¨¦dico

Una de las metas que se ha marcado el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas es apoyar las investigaciones m¨¦dicas en curso sobre nuevas vacunas y tratar de extender la vacunaci¨®n de otras que ya existen y que parecen minoritarias. Muchos pa¨ªses est¨¢n incorporando a sus campa?as sanitarias las vacunas contra la fiebre amarilla, hepatitis B o encefalitis japonesa. La esperanza para los pr¨®ximos 10 a?os es que se encuentren vacunas eficaces contra las fiebres tifoideas, la malaria y contra otras enfermedades modernas.El SIDA es, como se ha puesto d¨¦ manifiesto en la reuni¨®n de Talloires, una de las pandemias que amenaza con influir negativamente en los avances conseguidos hasta ahora en vacunaci¨®n infantil. Cada vez son m¨¢s los ni?os contaminados por este virus, tanto antes del nacimiento como en la etapa posterior al parto. En 1987 s¨®lo en Zambia se registraron 6.000 casos de ni?os portadores del virus, mientras que en Estados Unidos hab¨ªa 400.

La diarrea es la causa principal de las muertes infantiles. M¨¢s del 70% de los cuatro millones de ni?os que mueren anualmente por esta causa en el mundo se habr¨ªa salvado si los padres o personas pr¨®ximas hubieran sabido y hubieran podido aplicar el hallazgo revolucionario y poco costoso de la rehidrataci¨®n oral. Esta terapia, descubierta hace cinco a?os, consta de una serie de medidas destinadas a prevenir y curar la deshidrataci¨®n producida por un episodio diarreico. Se trata de una soluci¨®n especial de sales minerales administrada por v¨ªa oral y que ha resultado muy eficaz. El uso de este medicamento se ha generalizado tambi¨¦n en los hospitales de los pa¨ªses desarrollados.

Rubeola

La rubeola, el t¨¦tanos y la tos ferina han provocado la muerte de m¨¢s de 3,5 millones de ni?os en el ¨²ltimo a?o, y la poliomielitis ha dejado incapacitados en este mismo per¨ªodo a otros 200.000 ni?os. Estos episodios habr¨ªan podido ser evitados con un coste de s¨®lo cinco d¨®lares por ni?o si determinados Gobiernos, y sobre todo las familias de los ni?os, hubieran tenido la suficiente informaci¨®n sobre la necesidad de vacunaci¨®n.

Las infecciones respiratorias agudas, y en especial la neumon¨ªa, han segado la vida de tres millones de ni?os menores de cinco a?os en 1987. La mayor parte de estos ni?os podr¨ªan haber sido salvados mediante la administraci¨®n de antibi¨®ticos y si los sanitarios, sus padres o personas allegadas se hubieran puesto en guardia contra una tos aguda o una infecci¨®n pulmonar muy grave.

La malnutrici¨®n ha sido un factor determinante en aproximadamente un tercio de los 14 millones de muertes de ni?os que se produjeron el a?o pasado. De acuerdo con los datos que aporta la Unicef, la causa m¨¢s frecuente de malnutrici¨®n no es precisamente la falta de alimentos, sino la falta de los servicios de base y de informaci¨®n sobre la forma de prevenir las infecciones y de proporcionar un r¨¦gimen que favorezca el crecimiento.