Los cuatro principales actores del 'Irangate', procesados
Un Gran Jurado federal decret¨® ayer, en Washington, el procesamiento criminal de los cuatro principales actores del Irangate, encabezados por el teniente coronel Oliver North. Tambi¨¦n son procesados, acusados de 23 delitos de conspiraci¨®n para defraudar al Gobierno de Estados Unidos, John Poindexter, ex consejero de Seguridad Nacional; Richard Secord, creador de la empresa para la venta de armas a Ir¨¢n y suministro ilegal a la contra nicarag¨²ense, y hombre de negocios norteamericano-iran¨ª Albert Hakim.Este es el resultado de 15 meses de investigaciones dirigidas por el juez especial Lawrence Walsh, que anunci¨® ayer los procesamientos que abren la fase judicial, y definitiva, del mayor esc¨¢ndalo de pol¨ªtica exterior de la presidencia de Reagan. Los cuatro conspiradores reciben 23 cargos criminales por la acusaci¨®n gen¨¦rica de conspiraci¨®n para defraudar al Gobierno y robo de fondos p¨²blicos.
El patriota Ollie North es acusado adem¨¢s de otros nueve presuntos delitos de obstrucci¨®n de la investigaci¨®n, de formular falsas declaraciones y destrucci¨®n de documentos. Poindexter, el hombre que aprob¨® el desv¨ªo de fondos a los rebeldes nicarag¨²enses, sin dec¨ªrselo al presidente, es acusado formalmente de cuatro delitos del mismo tipo. En total el Gran Jurado, que contin¨²a su investigaci¨®n, formula 45 acusaciones criminales contra la banda de los cuatro. Cada cargo lleva consigo la posibilidad de 10 a?os de c¨¢rcel.
Los cuatro son acusados de haber impedido y obstruido la prohibici¨®n legal de ayudar militarmente a la contra; de utilizar, desde el Gobierno, personas privadas para generar fondos que no eran controlados por la Administraci¨®n; de "corromper" la iniciativa de venta de armas a Ir¨¢n permitiendo el desv¨ªo de fondos; y de robo de fondos del Gobierno al usar cantidades obtenidas de Ir¨¢n para prop¨®sitos no autorizados.
El Congreso, en la sentencia pol¨ªtica del Irangate que emiti¨® el pasado noviembre, dijo que Ronald Reagan tuvo "la responsabilidad ¨²ltima" de lo sucedido y viol¨® su obligaci¨®n constitucional de hacer que se cumplan las leyes, permitiendo que una "camarilla de fan¨¢ticos" subvirtiera el proceso democr¨¢tico mediante una pol¨ªtica exterior secreta. Pero los comit¨¦s de investigaci¨®n del Congreso no lograron demostrar que el presidente supiera que los fondos obtenidos con la venta de armas a Ir¨¢n se desviaban a la contra.
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