Liubimov: 'La burocracia es el origen de todos los males"
El director sovi¨¦tico quiere volver a la URSS
El m¨ªtico director teatral sovi¨¦tico Yuri Liubimov, de 71 a?os, alma mater de una de las grandes instituciones teatrales del mundo, el teatro Taganka, de Mosc¨², se ha reencontrado en Madrid con su compa?¨ªa, que act¨²a dentro del VIII Festival de Teatro, que hoy se clausura. Tras cinco a?os de exilio en Israel, Liubimov declara que abandon¨® la URSS por no enfrentarse a la burocracia, que define como "el origen de todos los males", manifiesta su deseo de volver a su pa¨ªs.
Ya el jueves pasado Nikolai Gubenko, actual director de la Taganka y disc¨ªpulo de Liubimov, hizo una propuesta p¨²blica para solicitar que Yuri Liubimov fuera invitado a regresar a trabajar dentro del teatro de la Taganka. Veinticuatro horas despu¨¦s,Yuri Liubimov sorprendi¨® a todos present¨¢ndose en Madrid, invitado por el VIII Festival de Teatro. La numerosa compa?¨ªa le esperaba en un c¨¦ntrico hotel madrile?o, donde se produjeron emocionantes escenas de reencuentro. Por la noche, en el teatro de la Comedia, tras el estreno en Madrid de La madre, de Gorki -montaje que realizara hace 20 a?os Liubimov-, ¨¦ste sali¨® a saludar, y el p¨²blico, mientras ovacionaba a Liubimov por su trabajo esc¨¦nico, fue contagiado por la intensidad del encuentro del director con sus disc¨ªpulos en un espacio en el que ni uno ni otros se hubieran querido separar nunca: el escenario.Liubimov ha significado dentro de la URSS, en las ¨²ltimas d¨¦cadas, un aut¨¦ntico puente entre el teatro que afrontaba los nuevos lenguajes esc¨¦nicos sin alejarse de forma patente del realismo socialista. Era y es el gran pasaporte sovi¨¦tico del teatro moderno, y no por ello ha prescindido de sus or¨ªgenes e influencias, que habr¨ªa que ir a buscarlos en Vagtangov y Meyerhold (de quienes fue alumno), o en otros artistas, como Pasternak, Shostakovich, Kachalov, Stanislavski o Brecht. Sus producciones teatrales y oper¨ªsticas, en los mejores teatros del mundo, le han convertido en uno de los mitos esc¨¦nicos contempor¨¢neos. La ausencia de Liubimov en la URSS, se ha producido, seg¨²n el director, a causa de la burocracia. "Es uno de los grandes poderes del mundo. En todos los pa¨ªses que he estado, y han sido muchos, me he dado cuenta de que todos los males tienen su origen en la burocracia, porque es conservadora y no admite cambios", comenta el director. De producirse la vuelta, que Liubimov desea sea inminente, aunque debe afrontar sus otros compromisos, retomar¨ªa la puesta en escena de Boris Godunov, de Puskin, obra en la que Nikolai Gubenko, volver¨ªa a trabajar de actor, y que, seg¨²n Liubimov, supondr¨ªa, gracias a los cambios que se han producido en su pa¨ªs, algo muy importante para el teatro contempor¨¢neo, y a?ade: "Abrir¨¢ una nueva etapa dentro del teatro en general y en la Taganka en particular, que, de alguna forma, necesita rejuvenecerse".
En la actualidad, Liubimov trabaja para el teatro nacional israel¨ª Habima de Jerusal¨¦n, fundado en los a?os veinte en Mosc¨², compa?¨ªa con la que deb¨ªa encontrarse en el festival de teatro de Caracas, "pero comprendieron" comenta Liubimov, "la importancia que ten¨ªa mi reencuentro con la Taganka en Madrid".
Liubimov, que revitaliz¨® en 1964 el teatro de la Taganka, cuyos or¨ªgenes se remontan a 1945, afirmaba ayer en Madrid, que no puede opinar sobre la perestroika, ya que piensa que no ser¨ªa serio por su parte. "Tengo ganas de verlo, analizar, y s¨®lo despu¨¦s tendr¨ªa el derecho moral de pronunciarme. No obstante, estoy contento por las cosas que voy viendo".
Ante todo, el actor
Liubimov se pronunci¨® en contra del uso y abuso que se hace en Occidente del teatro centrado en la lectura visual: "No me gusta el teatro basado en imagen. Todo debe estar centrado en el actor, y mi cometido es que se abra sus posibilidades, y s¨®lo estableciendo ese clima de apertura art¨ªstica se puede establecer la creaci¨®n".Respecto a la posible frustraci¨®n que puede significar a un director con estos presupuestos trabajar con cantantes de ¨®pera, que muchas veces presentan limitaciones interpretativas, Liubimov comenta: "Hay dos clases de cantantes: los que s¨®lo cantan ataviados con trajes especiales y otros que comprenden que la ¨®pera es un teatro musical; l¨®gicamente, con estos ¨²ltimos no se produce ning¨²n problema".
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