El r¨¦gimen de Noriega, dispuesto a buscar una soluci¨®n pactada

ANTONIO CA?OMedios oficiales paname?os y fuentes de las Fuerzas de Defensa mantienen su disposici¨®n a negociar una soluci¨®n a la crisis que vive el pa¨ªs, pero insisten en que la salida del general Manuel Antonio Noriega no puede ser el primer punto de una eventual agenda de negociaciones.

El Gobierno y el Ej¨¦rcito paname?os hab¨ªan presentado hace m¨¢s de una semana ofertas, p¨²blicas y privadas, para buscar una soluci¨®n negociada. El presidente del gubernamental Partido Revolucionario Democr¨¢tico (PRD), R¨®mulo Escobar Betancur, ofreci¨® a la oposici¨®n un acuerdo sobre la base del adelanto de las elecciones, su realizaci¨®n bajo garant¨ªas internacionales y la reforma pactada de las instituciones encargadas de vigilar la limpieza electoral. En esa negociaci¨®n, seg¨²n mantiene tanto el propio Escobar como el portavoz autorizado de las Fuerzas de Defensa, "todos los aspectos de la actual crisis" podr¨ªan ser tratados.

Fuentes cercanas a Noriega admiten que el general podr¨ªa considerar, incluso, su abandono del cargo, siempre que se le permitiese hacerlo "de manera honorable" sin tener que huir del pa¨ªs al estilo Somoza o Marcos.

Hay varios factores en ambos lados que juegan a favor de la negociaci¨®n.

En primer lugar, el hecho cada d¨ªa m¨¢s evidente de que, por culpa de la presi¨®n econ¨®mica de EE UU, Noriega no puede permanecer en el puesto sin hacerle pagar un enorme precio de hambre a su pueblo. Pero tambi¨¦n se han visto por parte de EE UU algunos signos que parecen indicar una reconsideraci¨®n de su pol¨ªtica anterior. Los t¨¦rminos de narcodictador o tirano han pasado a segundo plano.

Los d¨ªas pasan y, despu¨¦s de haberse anunciado muchas veces el d¨ªa D de la ca¨ªda del general, Noriega sigue en el cargo. El frustrado golpe de Le¨®nidas Mac¨ªas le ha permitido reconstruir sus defensas por ese lado con los nombramientos de sus hombres en puestos claves del Ej¨¦rcito. La agitaci¨®n en las calles se ha contenido con s¨®lo dar una vuelta a la tuerca de la represi¨®n e imponer el estado de urgencia. En definitiva, Noriega puede sostenerse todav¨ªa alg¨²n tiempo.

Hambre

Es la presi¨®n creada por las medidas econ¨®micas de Estados Unidos la que crea una situaci¨®n insostenible. El resultado no es la crisis econ¨®mica del Gobierno, es el hambre. En la ciudad de Col¨®n, el Ej¨¦rcito ha impuesto un toque de queda de doce horas para evitar que la poblaci¨®n desvalije las tiendas. La mayor¨ªa se ha echado a las calles para asaltar los supermercados. En una semana de disturbios nadie ha escuchado en esa ciudad ni una sola consigna pol¨ªtica; s¨®lo, "tenemos hambre".

[Un oficial purgado tras la intentona de golpe, el mayor Augusto Villalaz, se encuentra escondido en la embajada norteamericana y ha pedido asilo pol¨ªtico, inform¨® ayer un diario paname?o, seg¨²n Reuter.]