Noriega, deseoso de dejar el poder, reestructura la c¨²pula del Ej¨¦rcito paname?o

ANTONIO CA?O ENVIADO ESPECIAL, El general Manuel Antonio Noriega, ha realizado una importante reestructuraci¨®n en las Fuerzas de Defensa, que los observadores interpretan como el preludio de su retirada gradual del cargo de comandante en jefe. Fuentes cercanas al general afirman que el hombre fuerte paname?o se encuentra cansado, decepcionado y deseoso de dejar el poder en el momento en que se abra una posibilidad de salir "con la cabeza alta".
La reestructuraci¨®n hecha en las Fuerzas de Defensa, cuya ¨²ltima fase fue anunciada el jueves, parece destinada a dejar en puestos claves del Ej¨¦rcito a hombres capaces de mantener una l¨ªnea torrijista y de garantizarle a Noriega que su nombre ser¨¢ respetado una vez que ¨¦l se retire. Al mismo tiempo, el ascenso de sus hombres de confianza a los puestos de mando le permitir¨ªa tambi¨¦n a Noriega quedarse a en Panam¨¢ sin temor a ser perseguido.Entre los ascensos realizados destacan los de dos ¨ªntimos colaboradores de Noriega, los tenientes coroneles Guillermo Wong y Aquilino Siero, como jefes del servicio secreto (G-2) y de la Junta Combinada, respectivamente. Ha llamado tambi¨¦n la atenci¨®n la sustituci¨®n del coronel Eros Ramiro Cal como jefe de la polic¨ªa, apenas una semana despu¨¦s de haber tomado posesi¨®n de ese cargo, en sustituci¨®n del golpista Le¨®nidas Mac¨ªas. El nuevo jefe de la polic¨ªa -el cuerpo que mayor participaci¨®n tuvo en el frustrado golpe de la pasada semana y que ha sido sometido a la m¨¢s fuerte depuraci¨®n- es el coronel Julio Ow Young. Se mantienen en sus cargos cuatro de los miembros. del Estado Mayor -entre ellos, su jefe, el coronel Marcos Just¨ªnez-, pero entran a formar parte de ¨¦l seis nuevos oficiales. Entre los que se mantienen tambi¨¦n en su puesto est¨¢ el coronel El¨ªas Castillo, el hombre con el que la oposici¨®n coquetea abiertamente con la esperanza de que se levante contra Noriega y ocupe la comandancia.
Los efectos del golpe fallido
Los efectos del golpe de la pasada semana todav¨ªa se dejan sentir. Fuentes militares aseguran que la participaci¨®n en ¨¦l de hombres que Noriega consideraba de toda fidelidad, y que en los c¨ªrculos torrijistas se reconoc¨ªa como "buenos profesionales y buenos intelectuales", ha decepcionado profundamente al general. A juicio de los observadores, su decisi¨®n de poner el cargo a disposici¨®n del presidente Manuel Sol¨ªs, a cambio de una soluci¨®n negociada entre todos los paname?os, responde a esa decepci¨®n. Incluso medios pol¨ªticos muy cercanos al general aseguran que se vieron sorprendidos por la reacci¨®n de Noriega.
Ahora, el hombre fuerte paname?o est¨¢ a la espera de que el Gobierno de Sol¨ªs y las fuerzas pol¨ªticas paname?as sean capaces de preparar una transici¨®n pac¨ªfica. Lo que, ciertamente, no se vislumbra a corto plazo. Las fuerzas que siguen a Arnulfo Arias se encuentran divididas sobre la conveniencia de iniciar o no negociaciones. El l¨ªder del Partido Dem¨®crata Cristiano Ricardo Arias Calder¨®n, regres¨® el jueves a Panam¨¢ predicando la esperanza de un nuevo golpe militar como ¨²nica f¨®rmula de po ner fin al mandato de Noriega "Rindo homenaje", dijo, "a los militares que en d¨ªas pasados y a los que en los pr¨®ximos d¨ªas se sumar¨¢n al pueblo contra Noriega".
Para ese momento, nadie sabe lo que va a quedar de Panam¨¢ ni qui¨¦nes van a quedar. En las oficinas del Ministerio de Hacienda se forman todos los d¨ªas largas colas de extranjeros que quieren poner en orden sus documentos para salir del pa¨ªs. Se amontonan las ofertas de buenas casas a bajos precios. Espa?oles, colombianos y venezolanos desmantelan sus negocios arruinados. Nadie sabe si los comercios est¨¢n cerrados por la huelga o porque pierden menos dinero que con las puertas abiertas. No hay dinero ni donde gastarlo, pero nadie da un paso atr¨¢s.
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