Los 'camellos' imitan a los camaleones
Los traficantes camuflan la mercanc¨ªa en los discos, la impregnan en la ropa y la ocultan en litograf¨ªas
Hace unos a?os, introducir un alijo de droga en Espa?a era una operaci¨®n relativamente f¨¢cil. Pero ahora, ante el mayor acoso policial, los traficantes se ven obligados a idear miles de estratagemas para pasar la mercanc¨ªa sin tropiezos. La inventiva de estos delincuentes es ilimitada, seg¨²n reconocen expertos policiales. La mercanc¨ªa se pasa impregnada en la ropa, oculta en discos de Michael Jackson, dentro del est¨®mago de los correos humanos y oculta entre material para la construcci¨®n de casas prefabricadas. Obligados por las circunstancias, los camellos no tienen m¨¢s remedio que convertirse en camaleones para no ser descubiertos por el olfato de los sabuesos aduaneros.
Las apariencias enga?an y hay veces que un disco de Michael Jackson, un carrito, de minusv¨¢lido o una escultura precolombina pueden ser algo m¨¢s que todo eso. No ser¨ªa la primera vez que uno de estos objetos esconde un importante alijo de coca¨ªna o hero¨ªna, como de muestran las aprensiones que se realizan a diario.El decomiso del mayor alijo de coca¨ªna interceptado hasta ahora en Europa, consistente en 350 kilos, ha puesto al descubierto otro mecanismo utilizado por los narcotraficantes. En esta ocasi¨®n el abultado alijo descubierto el pasado jueves en un almac¨¦n de Fuenlabrada (Madrid) fue introducido en Espa?a por v¨ªa mar¨ªtima oculto entre planchas met¨¢licas para la construcci¨®n de viviendas prefabricadas.
Uno de los ¨²ltimos m¨¦todos ideados por los narcotraficantes consiste en transportar la mercanc¨ªa entre las dos caras de vinilo de un disco musical. ?ste fue el sistema utilizado por el colombiano Luis Alberto Restrepo Orozco, que, junto con cuatro mujeres, fue detenido el pasado 28 de noviembre en Londres con 16 kilos de coca¨ªna.
El grupo desarticulado en el Reino Unido pas¨® el alijo oculto entre las dos capas de pl¨¢stico de un total de 123 elep¨¦s. Los discos, pese a la mercanc¨ªa que escond¨ªan, sonaban a la perfecci¨®n. El mismo procedimiento fue empleado hace dos semanas por un alem¨¢n y un colombiano para introducir en Madrid medio kilo de coca¨ªna.
Obligados por las circunstancias, los camellos han evolucionado y han puesto en pr¨¢ctica algunos subterfugios tan ingeniosos como rellenar de droga todos los tubos met¨¢licos de una silla de inv¨¢lido, meter la coca¨ªna en las fundas de los estoques de un matador de toros o cargar de estupefaciente un aparente aerosol de laca perteneciente a una azafata de l¨ªneas a¨¦reas.
Monjas y coroneles
Espa?a ha sido tradicionalmente un pa¨ªs que ha sentido gran respeto hacia instituciones tales como la Iglesia o el Ej¨¦rcito. Eso ha sido quiz¨¢ lo que ha dado pie en otras ocasiones a que los narcotraficantes se hayan servido de un disfraz de monja o del uniforme de un coronel norteamericano para intentar pasar la mercanc¨ªa sin levantar sospechas de los polic¨ªas que vigilan el aeropuerto madrile?o de Barajas. Pero como el h¨¢bito no hace al monje, la polic¨ªa ha acabado por descubrir el enga?o, invalidando as¨ª el plan ideado, por los camaleones.Uno de los sistemas m¨¢s perfectos, seg¨²n un experto polic¨ªa antidroga, fue el descubierto hace un par de a?os: una organizaci¨®n logr¨® meter en Espa?a un importante cargamento dentro de pajitas para beber refresco que, a su vez, ven¨ªan disimuladas en los rizos que formaba el cart¨®n de varias cajas que aparentemente no conten¨ªan nada prohibido.
En otra ocasi¨®n la Brigada Central de Estupefacientes se incaut¨® de otro alijo de droga que lleg¨® a Espa?a escondido entre dos bobinas de papel parafinado, cada una de las cuales pesaba varias toneladas. Para llegar hasta la coca¨ªna la polic¨ªa tuvo que utilizar potentes gr¨²as. El cargamento il¨ªcito no habr¨ªa sido descubierto nunca si la polic¨ªa no hubiese tenido una informaci¨®n previa sobr¨¦ la llegada del mismo.
Los dobles fondos en maletas o bolsos de viaje es otro procedimiento que est¨¢ quedando anticuado, aunque a¨²n sigue dando buen resultado para los camellos. La polic¨ªa reconoce la posibilidad de que todos los d¨ªas est¨¦n atravesando las aduanas espa?olas varios kilos de droga, ocultos entre el forro y la piel de maletines o carteras de mano. "Es imposible hacer un control exhaustivo de los equipajes de los miles de personas que llegan diariamente a Espa?a", dice un funcionario aduanero.
Otro de los sistemas que actualmente utilizan los traficantes de droga consiste en diluir en agua varios kilos de coca¨ªna y despu¨¦s impregnar las ropas en este l¨ªquido. La tela queda como si estuviera almidonada y luego basta con volver a sumergir las prendas en agua y dejar que la droga se precipite en el fondo de la vasija. Un funcionario de la Brigada Central de Estupefacientes est¨¢ convencido de que antes de descubrir este m¨¦todo se habr¨¢ colado m¨¢s de una camisa sin que nadie advirtiera que estaba cargada. Abultadas y pesadas piezas de hierro o diversos cargamentos de productos manufacturados enviados desde Suram¨¦rica a Espa?a son algunos de los frecuentes escondites utilizados por los traficas para introducir su mercanc¨ªa. Pero un simple sello de correos tambi¨¦n vale como tapadera, aunque en este caso s¨®lo sirva para ocultar algunos gramos de droga. Esta artima?a es similar a la de la tarjeta postal formada por varias capas de papel entre las cuales se oculta el estupefaciente. Uno o dos gramos de perico se pueden ocultar tambi¨¦n en sobres de correos. Este sistema, que se considera como casero, lo utilizan s¨®lo peque?os consumidores que aprovechan los viajes que realizan a Colombia o Bolivia para enviar regalos a sus amigos. Las cartas se mandan sin remite y pocas veces llegan a su destinatario.
Modeladas en hach¨ªs
La polic¨ªa ha comprobado alguna vez que un lote de supuestas estatuillas precolombinas estaban totalmente modeladas en hach¨ªs en lugar de barro. En otras ocasiones han sido descubiertos varios cuadros que estaban pintados con pasta de coca que hab¨ªa sido camuflada posteriormente con una capa de ¨®leo."Los sistemas que pueden inventar los traficantes", dice un inspector antidroga, "son infinitos y cada d¨ªa aparece nuevos sistemas. Cada cual los adapta y modifica seg¨²n sus conveniencias". Est¨¢ claro que la capacidad mim¨¦tica de los camellos tiene poco que envidiar a la de los camaleones. Pero, al igual que ¨¦stos, tienen que adaptarse al medio si quieren sobrevivir.
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