El gur¨² y el brujo indio

La soluci¨®n de la crisis paname?a s¨®lo se puede ver a trav¨¦s de una bola de cristal. Esto no es una broma ni la aceptaci¨®n de la propia incapacidad de los implicados en el embrollo. Es el consejo serio, de muchas personas que conocen los ingredientes parapsicol¨®gicos del conflicto.Hay que considerar, en primer lugar, a los protagonistas. El detonante de la crisis, el coronel Roberto D¨ªaz Herrera, era un seguidor del gur¨² Said Baba que jur¨¦ haber actuado por instrucciones de Omar Torrijos, con quien habl¨¦ en una sesi¨®n de espiritismo en presencia de alg¨²n conocido personaje latinoamericano.

El actor principal, el general Manuel Antonio Noriega, jefe de las Fuerzas de Defensa, es un estudioso de la psicolog¨ªa humana aplicada ¨¢ los conflictos, pero sobre todo un aficionado a las ciencias ocultas y a la filosof¨ªa oriental.

Lector de budismo y de espiritismo, adornaba su despacho con una enorme pir¨¢mide colocada tras su escritorio. Popularmente se le cree protegido por el mismo brujo indio que ha conseguido darle un poder largo y firme a Fidel Castro.

Cala con facilidad entre mucha gente la bola de que, el d¨ªa despu¨¦s del intento de golpe, Noriega, aconsejado por su brujo, despedaz¨® una gallina ante todo su Estado Mayor para anunciarles a los coroneles la suerte que correr¨ªan si se sumaban a otro levantamiento.

Algunos paname?os han preguntado a los periodistas si era cierto que el enviado norteamericano que estuvo en Panam¨¢ a finales de la pasada semana lleg¨® acompa?ado de un experto en psicolog¨ªa.

La Embajada norteamericana lo ha desmentido entre risas, pero nadie va a hacer dudar a este pueblo de que Noriega s¨®lo caer¨¢ cuando sus brujos le abandonen.

Su resistencia a las presiones est¨¢ reforzando la imagen m¨¢gica del general, la imagen que llev¨® a Arnulfo Arias a convertirse en el l¨ªder de este pa¨ªs y a provocar el ¨¦xtasis de sus compatriotas. Arias no convence, encanta. Se lava las manos despu¨¦s de saludar a los negros porque dice que contagian muchas enfermedades, pero tiene el 80% del voto de color.