Sorprendente consenso de dem¨®cratas y republicanos de EE UU para aprobar ayuda humanitaria a la 'contra'
La C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos, con un sorprendente consenso bipartidario, aprob¨® el mi¨¦rcoles por la noche (madrugada del jueves en Espa?a), por 345 votos contra 70, la entrega de 48 millones de d¨®lares (5.300 millones de pesetas) de ayuda humanitaria para la contra, como seg¨²n pol¨ªtica de apoyo al proceso de paz iniciado tras la reuni¨®n del 21 de marzo en Sapo¨¢. El paquete de ayuda, que fue tambi¨¦n aprobado por el Senado el jueves por 88 votos contra 7, permitir¨¢ a los rebeldes mantener a sus fuerzas mientras dure la tregua de 60 d¨ªas que se inici¨® a las cero horas del viernes.
La ley aprobada por el Congreso no prev¨¦ la posibilidad de un voto autom¨¢tico para reanudar ayuda militar a la contras; como deseaba la Casa Blanca, si Reagan considera que los sandinistas incumplen los acuerdos de cese el fuego. El presidente se ha tenido que conformar con una promesa, por escrito, del speaker (presidente) de la C¨¢mara de Representantes, Jim Wright, que garantiza que la C¨¢mara considerar¨¢ una eventual solicitud de ayuda militar de la Administraci¨®n si se viene abajo el proceso de paz.La ayuda aprobada por el Congreso se divide en 17,7 millones de d¨®lares para ropa, alimentos y medicinas; otros 17,7 millones para atender m¨¦dicamente a los ni?os v¨ªctimas de la guerra, y 10 millones para que la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) verifique el cese al fuego e inspeccione los suministros. La ayuda ser¨¢ administrada por la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID), dependiente del Departamento de Estado, que recibe 2,5 millones de d¨®lares, pero se har¨¢ llegar a la contra, a trav¨¦s de un organismo "neutral". La Agencia Central de Inteligencia (CIA) queda totalmente excluida del proceso.
Por primera vez en a?os, dem¨®cratas y republicanos enterraron el hacha de guerra y sostuvieron un debate conciliador sobre este tema, que divide profundamente a los norteamericanos. El voto de las dos C¨¢maras es un signo claro, aunque no definitivo, de que se desvanece la posibilidad de que este Congreso, en a?o electoral, vuelva a armar a los antisandinistas.
Pero este acuerdo t¨¢ctico no significa que se haya llegado a un consenso sobre la pol¨¦mica pol¨ªtica de EE UU hacia Nicaragua. Simplemente, el acuerdo inicial entre nicaraguenses para concluir la guerra de siete a?os que se ha cobrado 50.000 muertos, ha cambiado por completo las reglas del juego y no deja a EE UU otra opci¨®n que apoyar el proceso de pacificaci¨®n, aceptado a rega?adientes por la Administraci¨®n.
Fin de la ayuda militar
Firmando en Sapo¨¢, contra la opini¨®n de Washington que fue cogido por sorpresa, la contra rompi¨® efectivamente su cord¨®n umbilical con la Administraci¨®n de Reagan, que se ve imposibilitada para ofrecer nueva ayuda militar. "Si pudiera, apoyar¨ªa nuevas armas para los rebeldes, pero ¨¦sta ya no es una opci¨®n", explicaron varios l¨ªderes republicanos al votar la ayuda humanitaria.
Ronald Reagan, que ha hecho todo lo posible para hacer descarrilar las conversaciones de paz y el di¨¢logo diplom¨¢tico, se declar¨® ayer satisfecho del paquete de ayuda aprobado. Los dem¨®cratas, temiendo ser presentados en las elecciones de noviembre como los culpables de haber perdido Nicaragua a manos del comunismo, se lavan su mala conciencia y con su voto no abandonan a los rebeldes en un momento cr¨ªtico.
La contra, en Miami, expres¨® ayer su satisfacci¨®n por el voto de la C¨¢mara de Representantes, aunque -como lo demuestra su firma con los sandinistas en Sapo¨¢- sabe bien que su guerra ya no tendr¨¢ m¨¢s financiaci¨®n norteamericana y que esta ser¨¢, probablemente, la ¨²ltima caridad que reciban del contribuyente estadounidense, que ha invertido m¨¢s de 200 millones de d¨®lares en su lucha.
La ayuda, que podr¨¢ ser enviada inmediatamente, es por un per¨ªodo de seis meses. Los congresistas dem¨®cratas y republicanos insistieron en el debate en que supone un apoyo al proceso de paz al mantener intactos a los rebeldes mientras ¨¦ste se desarrolla y, al mismo tiempo, es un aviso a los sandinistas de que si no cumplen lo pactado podr¨ªa reanudarse la ayuda militar.
El l¨ªder dem¨®crata en la C¨¢mara de Representantes, Thomas Foley, calific¨® la votaci¨®n efectuada en la madrugada de ayer como "una oportunidad hist¨®rica para poner fin a la guerra en Nicaragua y llevar la paz, la democracia y la normalidad a la regi¨®n".
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