El regreso del coronel
Dos a?os despu¨¦s del bombardeo norteamericano, Gaddafi vuelve a multiplicar los gestos espectaculares
El coronel Muammar el Gaddafi est¨¢ recuperando su forma habitual. Dos a?os despu¨¦s del bombardeo norteamericano de Libia, el l¨ªder beduino multiplica los gestos espectaculares e intenta mejorar su imagen ante los libios y ante el mundo. Gaddafi destruye prisiones, libera a presos pol¨ªticos, devuelve pasaportes y anuncia la posible abolici¨®n de la pena de muerte. Al mismo tiempo suaviza sus relaciones con los pa¨ªses ¨¢rabes vecinos. El ¨²ltimo acto de lo que el semanario Jeune Afrique llama la primavera de Tr¨ªpoli ha sido el anuncio de la reapertura unilateral por parte Libia de su frontera conEgipto.
Libia confirm¨® el domingo a los diplom¨¢ticos extranjeros en Tr¨ªpoli su intenci¨®n de reabrir la frontera con Egipto, seg¨²n inform¨® la agencia Jana. La medida, anunciada por primera vez hace una semana, ha sido recibida con recelo por el presidente egipcio, Hosni Mubarak. Para que haya matrimonio es preciso el consentimiento de dos, ha venido a decir Mubarak, que no puede ocultar una profunda desconfianza hacia su turbulento e imprevisible vecino.En cualquier caso, gracias a los buenos oficios de Arabia Saud¨ª, las relaciones entre Libia y Egipto han conocido un deshielo en las ¨²ltimas semanas. Mubarak devolvi¨® a Gaddafi cuatro aviones Mig 21 libios que aterrizaron por problemas meteorol¨®gicos en suelo egipcio. Gaddafi respondi¨® con la liberaci¨®n de una treintena de presos egipcios.
En el oeste, las cosas van mejor. El presidente argelino, Chadli Benyedid, se ha convertido en padrino de la rehabilitaci¨®n internacional de Gaddafi, aunque el libio no termine de adherirse en cuerpo y alma a sus proyectos de construcci¨®n del Gran Magreb. Las relaciones diplom¨¢ticas entre Libia y T¨²nez fueron restablecidas tras la deposici¨®n de Burguiba. Pero, como Mubarak, Ben Al¨ª, tampoco est¨¢ entusiasmado por acelerar la reconciliaci¨®n.
Creciente oposici¨®n
Los malos resultados b¨¦licos conseguidos por su ej¨¦rcito en Chad; la creciente oposici¨®n interior a su personalidad y su pol¨ªtica, y la grave, situaci¨®n econ¨®mica provocada por el boicoteo norteamericano y la baja de los precios del petr¨®leo, son las motivaciones de la apertura de Gaddafi hacia sus vecinos, seg¨²n ayer el comentarista de la emisora tangerina Medi Un.El pasado 2 de marzo, Gaddafi tom¨® la palabra ante una asamblea de comit¨¦s populares reunida en Ras Lanuf. "Una pesadilla me acecha d¨ªa y noche desde hace 18 a?os. Yo no soy carcelero. Me da pena que haya detenidos. No he hecho la revoluci¨®n para encarcelar, sino para vaciar las pensiones", dijo. El coronel se lanz¨® entonces a recuperar viejos temas de su Libro Verde, a un elogio de la pureza de la revoluci¨®n. Prisiones, tribunales, jueces, abogados y condenados, todo eso, explic¨®, debe desaparecer en Libia.
Al d¨ªa siguiente, el coronel uni¨® teor¨ªa y pr¨¢ctica. Se subi¨® a un bulldozer y embisti¨® contra los muros del centro penitenciario de Tr¨ªpoli. Por los agujeros as¨ª abiertos salieron decenas y decenas de estupefactos prisioneros. En el mismo momento, la prisi¨®n Kuwaifiya, de Bengasi, abri¨® sus puertas. D¨ªas despu¨¦s fue demolida la situada en Sabha.
Seiscientos presos pol¨ªticos libios y 130 extranjeros recuperaron su libertad. Pero no fue todo. Gaddafi ha anunciado la supresi¨®n de los tribunales de excepci¨®n y la posibilidad de abolir la pena de muerte. Tambi¨¦n ha devuelto sus pasaportes a cientos de libios que hab¨ªan sido privados de ellos por razones pol¨ªticas. El coronel rompi¨® con sus propias manos las listas de afectados.
Unos creen que Gaddafi s¨®lo pretende realizar actos publicitarios que le mantengan en la pantalla de las televisiones occidentales. Otros afirman que todo son esfuerzos para sacar de la apat¨ªa al pueblo libio.
Desde que, el 15 de abril de 1986, los aviones norteamencanos le soltaron las bombas en el patio mismo de su casa, Gaddafi hab¨ªa actuado con discreci¨®n. Parec¨ªa un hombre decepcionado por la reacci¨®n de su pueblo y de los que ¨¦l cre¨ªa sus amigos ¨¢rabes y socialistas. Su r¨¦gimen perd¨ªa base social y la pol¨ªtica exterior ya no le serv¨ªa a los l¨ªbios para hacer olvidar las frustraciones dom¨¦sticas.
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