Mario
El Nobel es una cosa que sirve para matar lo que muere y para matar lo que nace. C¨¢ndido P¨¦rez G¨¢llego, en su ¨²ltimo ensayo, viene a calificar el premio de "nefasto" o algo as¨ª (Taurus). El boom latinoch¨¦ muri¨® cuando le dieron el Nobel a Garc¨ªa M¨¢rquez. Unos optaron por el c¨¢ncer (Cort¨¢zar) y otros por la derecha (Vargas Llosa, Mario), que no s¨¦ qu¨¦ es peor.Nos interesa aqu¨ª y ahora el caso/Mario. Vargas Llosa hizo una reciente y ruborescente campa?a a favor de la banca privada (toda yanqui) de su pa¨ªs, en nombre de la libertad. Ahora le aplica un cierto hermetismo a la cuesti¨®n de su candidatura a la presidencia de Per¨². Hermetismo de aceptac¨ª¨®n: las negaciones brillan como espadas. "Lo m¨¢s grave es el acercamiento al grupo comunista", dice el autor de La ciudad y los perros, gran novela faulkneriana. Vargas Llosa ha visitado Miami, faltar¨ªa m¨¢s, muy recientemente. Las elecciones en Per¨² son para 1990. A Vargas Llosa le apoyan, en su pa¨ªs, el centro/derecha Acci¨®n Popular y la formaci¨®n de derecha Partido Popular Cristiano. Paralelamente a esta movida, Sendero Luminoso, esa romer¨ªa l¨ªrico/fascista, causa m¨¢s de 20 muertos en el pa¨ªs. Sendero Luminoso ha volado torres de energ¨ªa y provocado apagones parciales en Per¨². Cuatro polic¨ªas crucificados a balazos en Huanuco. Han sido asesinados una docena de civiles, entre ellos varias autoridades pol¨ªticas. Los rebeldes han destruido la cooperativa azucarera Andahuasi, todo contra el Gobierno leg¨ªtimo y legitimado de Alan Garc¨ªa.
?sta es la corona involuntaria de pasi¨®n y muerte que tiene Vargas Llosa en tomo de su bella cabeza indoespa?ola, quiera o no quiera, mientras canta en Miami la libertad de mercado. No vamos a caer ahora en historicismo, pero la Historia, por azarosa, juega a veces a la simetr¨ªa si a Garc¨ªa M¨¢rquez le dieron el Nobel, a Vargas Llosa s¨®lo se le puede compensar me diante la presidencia de su pa¨ªs Suele entenderse que el escritor que se mete en pol¨ªtica (como protagonista, no como testigo que etirnol¨®gicamente es igual que m¨¢rtir) se acaba como escritor. La sentencia me parece ruda y simple. Uno dir¨ªa m¨¢s bien que no es la pol¨ªtica la que agota al escritor, sino que el escritor que se siente agotado se mete en pol¨ªtica: se reafirma en otro terreno. La primera funci¨®n de MVLL, La se?orita de Tacna, era un engendro poslorquiano que s¨®lo se redim¨ªa por los gl¨²teos l¨ªricos y alvari?os de Rosal¨ªa Dans. En cuanto a la segunda f¨²nici¨®n de MVLL, remito al lector a nuestro cr¨ªtic¨¹ teatral de este peri¨®dico, maestro HaroTecglen. Y, en cuanto a La guerra del fin del mundo, digo por m¨ª mismo que es una mala versi¨®n realista y negativamente infinita de Dios y el Diablo en la Tierra del Sol, del gran cine brasile?o. Y en cuanto a El hablador, vuelvo a remitir, al desocupado lector, a los j¨®venes y cruentos cr¨ªticos de este papel. Un gran escritor, en fin, emulsionado por la pol¨ªtica, el poder o la ambici¨®n.
Hasta Madariaga, aquel retablo, advierte al escritor en general de los peligros de la pol¨ªtica, aunque ¨¦l cayera en todos. Vargas Llosa, Mario para los amigos, entre quienes no tengo el honor de contarme (no me fascinan los hombres morenos), empez¨®, como todo el boom, potenciado por la Historia y las historias, personalidad, vida y milagros de Fidel Castro, y ahora est¨¢ en liberal proamericano. De la literatura espa?ola s¨®lo le interesa Cor¨ªn Tellado, y en su estudio sobre Garc¨ªa M¨¢rquez s¨®lo le encuentra al colombiano influencias nordeuropeas, ni una sola de Espa?a, en una obra escrita en espa?ol, y siendo tan visibles en GGM, Valle-Incl¨¢n y G¨®mez de la Serna. MVLL viv¨ªa en Barcelona, cuando entonces, porque Madrid era fascista. Tiempos, tiempos.
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