El acuerdo sobre Afganist¨¢n que hoy se firma en Ginebra garantiza la retirada sovi¨¦tica
El acuerdo que hoy se firma en Ginebra entre Afganist¨¢n y Pakist¨¢n con Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica como garantes, es un logro hist¨®rico para la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas (ONU), que por primera vez ha conseguido que una superpotencia se retire de un pa¨ªs ocupado y que las dos se comprometan en un texto a garantizar el derecho de ese pueblo a vivir en paz y elegir su propio destino.
Ante el secretario general de las Naciones Unidas, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar, los responsables de la diplomacia de cuatro pa¨ªses (Abdul Wakil, de Afganist¨¢n; Zain Noorani, de Pakist¨¢n; George Shultz, de EE UU, y Edvard Shevardnadze, de la URSS, respectivamente), estampar¨¢n a las 14 horas de hoy su firma en un documento que ha tardado casi seis a?os en redactarse. El texto, que se hizo p¨²blico ayer, tiene 36 p¨¢ginas y ha aparecido en las cuatro lenguas nacionales: pachtu (Afganist¨¢n), urdu (Pakist¨¢n), ingl¨¦s y ruso. Est¨¢ compuesto por cuatro apartados y un memor¨¢ndum:1. El primer apartado se centra en las relaciones entre Pakist¨¢n y Afganist¨¢n y el compromiso de no injerencia y no interferencia de un pa¨ªs en los asuntos del otro.
2. Regreso voluntario a Afganist¨¢n de todos los refugiados: tres millones, residentes en Pakist¨¢n; dos millones, en Ir¨¢n, y varias decenas de miles, dispersos por Europa y otros pa¨ªses.
3. Declaraci¨®n de apoyo internacional, con Estados Unidos y la URSS como garantes.
4. El ¨²ltimo apartado marca el calendario de retirada de las tropas sovi¨¦ticas.
El memor¨¢ndun de entendimiento se refiere a los 50 funcionarios de la ONU que se encargar¨¢n de supervisar in situ el cumplimiento del acuerdo y de denunciar las eventuales violaciones del mismo que se produzcan.
Shevardnadze, a su llegada anoche a Ginebra, afirm¨® que el acuerdo significa "la consolidaci¨®n de una seguridad universal y un paso adelante hacia un mundo en el que los m¨¦todos no militares y no violentos de resolver los conflictos se convertir¨¢n en una norma de las relaciones entre los Estados".
Sin embargo, el ministro de Exteriores de Pakist¨¢n, Zain Noorani, en declaraciones a este peri¨®dico, dijo ayer: "El acuerdo de Ginebra es el comienzo de una amplia soluci¨®n, pero en s¨ª mismo no significa una soluci¨®n total. ?sta ser¨¢ posible y la paz llegar¨¢ a Afganist¨¢n s¨®lo cuando un Gobierno de transici¨®n compuesto por todas las partes del pueblo afgano, particularmente los refugiados que se encuentran en Pakist¨¢n, Ir¨¢n y en la resistencia, tome el poder".
Seg¨²n Noorani, ese Gobierno debe estar formado "en el plazo m¨¢ximo de seis meses". Diego C¨®rdovez, el mediador de las Naciones Unidas que ha hecho posible el acuerdo que hoy se firma, ser¨¢ quien trate de ayudar a los diferentes grupos afganos, separados por odios tribales, a formar un Gobierno amplio que refleje los distintos caracteres de la sociedad afgana y haga posible la paz.
El acuerdo recoge los aspectos con m¨¢s repercusiones internacionales del problema afgano. De ah¨ª que sus cr¨ªticos se?alen que representa "¨²nicamente la voluntad de las dos superpotencias de desentenderse del conflicto interno afgano", e insisten en que no traer¨¢ la paz a los 18 millones de afganos que desde diciembre de 1979 est¨¢n inmersos en una sangrienta guerra civil que ha costado m¨¢s de un mill¨®n de muertos.
Sin embargo, para Noorani son "aspectos positivos" del acuerdo la retirada de las tropas sovi¨¦ticas en nueve meses, el que ¨¦l 10% de los 115.000 soldados que ahora est¨¢n en Afganist¨¢n se vayan antes del 15 de agosto y el que los dos garantes hayan aceptado el "principio de igualdad y reciprocidad en relaci¨®n a los suministros de armas".
Simetr¨ªa rechazada
Semanas atr¨¢s, Washington exigi¨® a Mosc¨² una simetr¨ªa en el cese de los suministros militares a sus respectivos aliados, lo que fue desechado tajantemente por la URSS, que consider¨® inadmisible comparar la ayuda que presta a un Gobierno vecino con la que concede Estados Unidos a los levantados en armas. Esta cuesti¨®n estuvo a punto de dar al traste con las conversaciones de Ginebra. Finalmente fue resuelta con una "simetr¨ªa en las entregas", por la cual las dos superpotencias se reservan el derecho de seguir concediendo ayuda a sus clientes."Esto no significa necesariamente que los suministros vayan a continuar. Significa que si los sovi¨¦ticos no entregan armas al Partido Democr¨¢tico del Pueblo de Afganist¨¢n (PDPA), Estados Unidos no entregar¨¢ armas a la resistencia; pero en caso de que la URSS decida hacer nuevas entregas al PDPA, el Gobierno norteamericano ser¨¢ libre de hacer lo mismo", afirm¨® Noorani.
"La responsabilidad para crear una atm¨®sfera de paz en Afganist¨¢n la tiene ahora plenamente la Uni¨®n Sovi¨¦tica", contin¨²a el ministro. "Pienso que despu¨¦s de tantos a?os de infligir los males de la guerra, la URSS tiene ahora la deduda con al pueblo de Afganist¨¢n de crear las condiciones de la paz, de manera que los refugiados puedan volver y los traba os de rehabilitaci¨®n y reasentamiento puedan iniciarse lo m¨¢s pronto posible".
Pakist¨¢n, a lo largo de estas conversaciones indirectas de Ginebra, ha sido el portavoz de la resistencia, especialmente de los siete partidos pol¨ªticos que tienen su sede en Peshawar (norte de Pakist¨¢n), y que se han agrupado en la llamada Alianza Muyahidin, actualmente ba o la direcci¨®n del integrista Gulbudin Hekmatyar. Sin embargo, ¨¦sta rechaza p¨²blicamente el acuerdo por no haber tomado parte directa en ¨¦l.
China, India, Arabia Saud¨ª e Ir¨¢n se han mantenido al margen de las negociaciones, aunque los cuatro pa¨ªses, afectados de una forma u otra por la invasi¨®n sovi¨¦tica, han sido informados regularmente y apoyan el acuerdo.
En Ir¨¢n se encuentran ocho grupos guerrilleros afines al Gobiemo de Teher¨¢n, pero la guerra Ir¨¢n-Irak no ha permitido a la rep¨²blica isl¨¢mica dedicar atenci¨®n a la resistencia afgana.
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