S¨¢daba/Savater
Yo soy uno de los organizadores del F¨®rum 1988 sobre la Negociaci¨®n, y me ha asombrado la repercusi¨®n que ha tenido el minuto de silencio que el numeroso p¨²blico con todo respeto sigui¨®, por la muerte de Mikel Lopetegui, en el debate filos¨®fico que tuvo lugar entre Javier S¨¢daba y Fernando Savater; posteriormente, incluso hubo un espect¨¢culo en TVE, con un enzarzamiento entre estas personas, y a colaci¨®n de estas jornadas, sobre las cuales he de a?adir lo siguiente:1. Que Savater hizo su disertaci¨®n de una forma brev¨ªsima, no aport¨® nada nuevo. No trajo el tema trabajado y, por supuesto, no tuvo ninguna altura filos¨®fica. Despach¨® el tema r¨¢pido y, a mi modo de ver, provocando al p¨²blico.
En cambio, S¨¢daba, que habl¨® segundo en el debate, lo trajo preparado y estudiado y fue mucho m¨¢s articulado y denso que el de Savater. Vino en malas condiciones. Se le tuvieron que administrar aspirinas durante la conferencia, y tengo que mencionar la nobleza para con Savater, ya que gran parte del p¨²blico se meti¨® con ¨¦l, acus¨¢ndole de muchos males que, a tenor de la verdad, corresponden a la instancia pol¨ªtica, y S¨¢daba, sacando la cara por Savater, amain¨® los encrespados ¨¢nimos y el debate pudo continuar y acabar.
2. El Colectivo Herria 2000 Eliza, promotor de este f¨®rum sobre la negociaci¨®n, ha querido mantener este tema una vez m¨¢s sobre el tapete, porque pensamos que es urgente su resoluci¨®n y que tiene que desembocar en soluciones pol¨ªticas v¨¢lidas. Tan importante es, que hoy, sobre el tapete de Espa?a, el contencioso de Euskadi ocupa el n¨²mero uno. Este tema lo estamos tocando desde hace ocho a?os.
3. Los que seguimos el problema de Euskadi desde el punto de vista social, pol¨ªtico y econ¨®mico, hemos de decir que lo del minuto no cuenta, porque Euskadi est¨¢ en silencio desde hace tiempo, y hasta que no se conceda el derecho a la autodeterminaci¨®n y que se pueda dotar de unas instituciones v¨¢lidas, tenemos problema vasco para rato.
4. En esta situaci¨®n de bloqueo en que nos encontramos es ¨²til la labor de los fil¨®sofos, como intelectuales y como cient¨ªficos, y deben realizar su aportaci¨®n desde su perspectiva para desbloquear la encrucijada actual. Es necesario que nos sugieran pistas en los procesos de acercamiento personales y colectivos, que se profundicen las diversas causas que hacen posible esta situaci¨®n. Que sean cr¨ªticos ante el estado actual. La impresi¨®n personal es que en Espa?a algunos intelectuales han sido engullidos y recuperados por el sistema y se est¨¢n convirtiendo en la voz de su amo, como ha sido el caso de Savater, que tanto promet¨ªa en el pasado con sus escarceos cr¨ªticos.
5. En vista de ello, y como moderador de aquel acto, tengo que decir que Fernando Savater no dio la talla como fil¨®sofo, que era lo que de ¨¦l se esperaba, y como fundamento de lo que afirmo, le enviar¨¦ a esa direcci¨®n del peri¨®dico las dos ponencias de estos fil¨®sofos, con el ruego de que las publiquen y que el p¨²blico saque sus consecuencias.
. Doctor en teolog¨ªa por la universidad de Lovaina. Miembro de Herria 2000 Eliza
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.