Don Jaime de Mora
Cada d¨ªa me tira m¨¢s Madrid, Umbral, hoy he discutido con mi mujer por eso, ella prefiere Marbella, de hecho, voy a pasar medio a?o en Marbella y medio a?o en Santa Creus, una casa de mi familia que tiene mil a?os, cada piedra me hace llorar, pas¨¦ all¨ª parte de mi infancia, salen cosas maravillosas debajo del cemento, te voy a mandar un capitel, aqu¨ª me tienes con una v¨¢lvula artificial en el coraz¨®n, docenas de infartos y condenado a muerte por los m¨¦dicos desde hace cinco a?os, pero fumo y bebo como siempre, nuestros maestros, Paco, fueron Dal¨ª y Ruano, como recuerdas, ay nuestros tiempos de Acuario, cuando entrabas con tu bufanda roja, yo soy marqu¨¦s de Mora, pero jam¨¢s he usado el t¨ªtulo, me gustan las de quince, como a ti, pero ya s¨®lo me insin¨²o a las de cuarenta, s¨ª, el pu?o de este bast¨®n es persa, y esto es oro, tengo un Goya maravilloso que no le quise vender a Javier Solana porque s¨®lo me daba 40 millones, tengo en casa un Dal¨ª donde estamos ¨¦l y yo, no te separes de tu mujer, yo tampoco me separo, la separaci¨®n y el divorcio son ya una cosa de horteras, en Espa?a, tambi¨¦n tengo un Mir¨® que ni siquiera lo cuelgo, porque Mir¨® no me gusta, ahora saco mi libro blanco de una leyenda negra", en Nueva York, y traducido simult¨¢neamente a 27 idiomas, toma casta?a, pero la ¨²ltima vez que has ido a Marbella no me has llamado, joder, vamos a tomarnos un cutty sark, que es suavecito, para celebrarlo, cuando voy a comer al Hispano me llaman bolchevique, yo toco el piano, pinto, esculpo, escribo, no s¨¦ hacer nada, pero lo hago todo como Dios, a m¨ª, por ser de gran familia, me falta la base que t¨² tienes, en casa, por ejemplo, no pod¨ªa tocar el piano, de peque?o, porque eso era de maricones y de se?oritas, con una gran familia detr¨¢s no tienes base, no tienes formaci¨®n, te voy a mandar aceite verde para tus ensaladas, ?te acuerdas aquel club que tuve en la avenida de Am¨¦rica, donde yo mismo tocaba el piano?, "Caballeros una peseta, se?oritas gratis", puse en la entrada, no me llaman rojo, no, me llaman bolchevique, a m¨ª me parece muy bien que un vicepresidente del Gobierno utilice un avi¨®n oficial, eso pasa en cualquier pa¨ªs democr¨¢tico, ?quiere usted un aut¨®grafo, joven?, recuerdo los tiempos de Quique Herreros, t¨² y yo, soy un sentimental, lloro como una ni?a, siempre le he sido fiel a mi mujer, aunque no f¨¢cticamente, quieren contratarme de las revistas del coraz¨®n para hacer entrevistas, quieren que d¨¦ una conferencia en el XXI sobre el quinto centenario ese, pero he rele¨ªdo lo que fue aquello y me da verg¨¹enza de ser espa?ol, gracias a este encuentro se me est¨¢ pasando la depresi¨®n, co?o.
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