La polic¨ªa portuguesa busca a dos hombres en relaci¨®n con el asesinato de Evo Fernandes
La televisi¨®n y la radio portuguesas difundieron la descripci¨®n de dos hombres, Alexandre Xavier Chagas y Joaquim Conceiacao Messias, contra los que la polic¨ªa dio orden de b¨²squeda en relaci¨®n con el secuestro y asesinato de Evo Fernandes, dirigente de la guerrilla mozambique?a Renamo, cuyo cad¨¢ver apareci¨® el jueves en Lisboa.
Seg¨²n las informaciones policiales, los dos hombres son de nacionalidad portuguesa y residieron en Mozambique, ex colonia de Portugal en ?frica. Se intenta ahora aclarar si Evo Fernandes, de 44 a?os, fue v¨ªctima de las luchas internas de la Renamo o si fue asesinado por orden del Gobierno mozambique?o, contra el que el grupo de Fernandes lucha desde hace 10 a?os.Chagas, un misterioso hombre de negocios portugu¨¦s que al parecer se hab¨ªa ofrecido a actuar como intermediario entre Fernandes y el Gobierno de Mozambique, fue la ¨²ltima persona a la que se vio con el asesinado dirigente de la Renamo, con quien cen¨® en un restaurante de Cascais la neche del domingo, ¨²ltimo d¨ªa en que fue visto con vida.
Al parecer, Fernandes acudi¨® a este local para establecer contacto con supuestos representantes del Gobierno mozambique?o con vistas a posibles acuerdos de paz en Mozambique. Su cuerpo apareci¨® el jueves, pocas horas despu¨¦s de haber sido asesinado, seg¨²n demuestran las investigaciones policiales, en un descampado a unos 30 kil¨®metros de Lisboa, con la barba reci¨¦n afeitada y muestras de haber sido torturado antes de efectuarle cuatro tiros en la cabeza, el t¨®rax y el vientre. Seg¨²n la esposa de Fernandes, Chagas, al que acusa de estar implicado en el asesinato de su marido, era un miembro de los servicios secretos mozambique?os.
Estas acusaciones han sido rechazadas en Maputo por Paulo Oliveira, que fue portavoz de la Renamo en Lisboa hasta que se pas¨® en marzo al Gobierno mozambique?o. Oliveira afirma en una entrevista a la agencia de prensa mozambique?a haber conocido a Chagas en Lisboa en 1986, cuando estaba relacionado con una empresa de pesca espa?ola con sede en Vigo y pretend¨ªa obtener dinero y reclutar mercenarios para realizar actos de terrorismo en la capital y otras ciudades de Mozambique.
Todos los cuerpos policiales portugueses se encuentran en estado de m¨¢xima alerta.
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