Los ¨²ltimos hijos del vac¨ªo
Soy profesora de filosof¨ªa, y el otro d¨ªa, antes de machacarles con el libro de texto para abordar el tema de la libertad, me pareci¨® conveniente que se expresaran alrespecto.Para mi sorpresa, formularon un¨¢nimemente la cuesti¨®n plante¨¢ndola como que vivimos en una sociedad donde hay excesiva libertad... Ya sab¨¦is, lo de la inseguridad ciudadana, la paranoia al salir por la noche... pero la cosa lleg¨® bastante m¨¢s lejos, invocaron las figuras de Franco, Primo de Rivera e incluso Hitler... Estuve varias horas sumida en el estupor, pero ahora ya entiendo: son los ¨²ltimos hijos del vac¨ªo y el precipitado qu¨ªmico de varios factores: la carencia de valores tanto religiosos como morales y sociales (aparte del bienestar); el popurr¨ª informativo y el catastrofismo televisivo (muchos problemas que ven que no los resuelve nadie); por otro lado, qu¨¦ lugar les ofrece esta sociedad con esas cifras de m¨¢s de tres millones de parados (hay que pensar que son j¨®venes pragm¨¢ticos diariamente informados que no tienen futuro); m¨¢s las interminables series americanas Rambo, Acorralado, Perseguido, etc¨¦tera, y la ense?anza enciclopedista que todav¨ªa, o mejor, m¨¢s que nunca se imparte en nuestros colegios e institutos, con un programa que convierte al estudiante en el obrero con la jornada laboral m¨¢s larga, ya que se ven a veces obligados hasta a quitarse horas de sue?o, como los japoneses...
Son los hijos del bienestar y de padres cuyo ¨²nico valor consiste en dedicar el mayor tiempo posible al mantenimiento y desarrollo de ese bienestar. De repente comprend¨ª, era tan l¨®gi-
Los ¨²ltimos hijos del vac¨ªo
co: son el desencanto del desencanto. No es tan dif¨ªcil de comprender, s¨®lo hay que quitar esos d¨¦biles hilos que mantienen nuestra existencia cotidiana y no tener la experiencia de la negaci¨®n de la libertad para que de nuevo surjan los deseos de un Dios todopoderoso que nos abrume y nos salve con sus discursos, en estos tiempos en los que hasta la evasi¨®n es tan aburrida -¨²ltimamente parece que hay que: cocerse a copas para soportar una noche de marcha- y la televisi¨®n (el dios del siglo XX) nos insulta constantemente con su publicidad, su manipulaci¨®n abusiva y sus programas devastadores.- Gloria Guijarro. .
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