La concentraci¨®n del accionariado
Mientras no se produzca en las grandes empresas espa?olas un proceso de concentraci¨®n de los cientos de miles de accionistas hoy descoordinados, con dejaci¨®n absoluta de sus derechos pol¨ªticos y total desconocimiento de la sociedad de que forman parte, cualesquiera intento de fusi¨®n o aun de simple pacto de colaboraci¨®n entre dichas sociedades estar¨¢ viciado por responder s¨®lo a los intereses de unos pocos. Es evidente que se puede y se debe llegar a pactos de colaboraci¨®n entre empresas, garantiz¨¢ndose mutuamente una actuaci¨®n coordinada y ¨²til a los accionistas de las entidades interesadas, pero esta plataforma de entendimiento ser¨¢ tanto m¨¢s adecuada y eficaz cuanto mayor sea el n¨²mero de accionistas coordinados en sus objetivos que ofrezcan las entidades interesadas. S¨®lo una actuaci¨®n unificada de accionistas permitir¨ªa actuaciones de las grandes empresas que hoy se efect¨²an de espaldas al accionista mediano y peque?o.Maniobras financieras
Sorprendentes maniobras, de tipo exclusivamente financiero, que se han venido produciendo en el ¨²ltimo a?o, van a proliferar abundantemente en nuestro pa¨ªs, como han demostrado ya concretas operaciones de control de tipo personal o aparentemente institucional, pero caracterizadas siempre por un mismo estilo que margina a los accionistas en su casi totalidad. Ello pone de manifiesto una creciente vulnerabilidad de muchas grandes empresas, de las que no son excepci¨®n las bancarias, las agroalimentarias, las el¨¦ctricas o las cementeras, dentro de un sistema cuyo objetivo preferente no resulta ser la defensa de la pura eficacia empresarial ni el inter¨¦s de los ignorados accionistas, sino m¨¢s bien el ¨¦xito de una simple acometividad personal, unas veces, o la cerrada defensa del poder, otras. Ser¨ªa necesaria una acci¨®n unificada de socios, hoy automarginados, para que de las decisiones de las c¨²pulas de determinadas empresas se pudieran beneficiar sus accionistas individuales.
Aumenta cada d¨ªa el riesgo de que la concentraci¨®n ficticia de poder en grandes empresas, y el estilo en cierto modo golpista con que se puede acceder a aqu¨¦l, sirvan de aliento al peligroso fen¨®meno de que determinadas entidades caigan en manos de grupos o aun de personas puramente especuladores de dentro o de fuera del pa¨ªs, posibilidad esta ¨²ltima que ha de verse muy favorecida por las liberalizaciones financieras que establece nuestra adscripci¨®n a la CE, y que facilitar¨¢n una indeseable colonizaci¨®n de empresas financieras.
Acci¨®n concertada
La acci¨®n concertada de accionistas, a¨²n asegurando una absoluta libertad en los movimientos y destino final de los capitales privados, podr¨ªa garantizar el derecho de muchos accionistas espa?oles a no estar controlados por grupos empresariales de fuera del pa¨ªs con objetivos finalistas que no pueden preverse.
Un gran n¨²mero de operaciones y fusiones empresariales van a resultar no s¨®lo convenientes, sino imprescindibles para la actividad econ¨®mica espa?ola dentro de la Comunidad Europea en cuesti¨®n de muy pocos a?os, por lo que resulta inaplazable un proceso de coordinaci¨®n del accionariado que sirva para la vinculaci¨®n del mismo a la empresa. De lo contrario, este proceso de reestructuraci¨®n puede malograrse desde su inicio porque entra fatalmente en un peligroso camino de hostilidad entre personas, preferencias territoriales o injerencias pol¨ªticas. Ello va a da?ar los intereses de innumerables accionistas, ajenos a aquellas motivaciones, y va a repercutir sobre la forma de evoluci¨®n m¨¢s aconsejable del tama?o y organizaci¨®n de muchas grandes empresas espa?olas. Ser¨ªa necesaria una acci¨®n concertada previa que inspire los procesos de fusi¨®n en beneficio de los accionistas. Porque de las ventajas de una nueva reestructuraci¨®n financiera en el pa¨ªs han de participar primordialmente los accionistas de las entidades reestructuradas, aunque s¨®lo sean poseedores de pocas acciones y sea cualquiera la fecha de su adquisici¨®n. Para ello es absolutamente imprescindible que la representaci¨®n de estos accionistas sea muy superior a la del simple peso individual que ostentan, y ello s¨®lo se lograr¨¢ a trav¨¦s de una actuaci¨®n colectiva.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.