Un cautivo y enamorado
Cuando Jean Genet muri¨®, en la noche del 14 al 15 de abril de 1986, de una ca¨ªda accidental en un cuarto de un hotel de Par¨ªs, dejaba entre sus papeles las pruebas que estaba corrigiendode su ¨²ltimo libro, Un captif amoureux, que la editorial Gallimard publicaba apresuradamente unos meses despu¨¦s, en medio de una gran expectaci¨®n, ya que hac¨ªa casi 20 a?os que el escritor no publicaba ning¨²n libro. En efecto, tras sus grandes ¨¦xitos teatrales Genet se hab¨ªa consagrado en cuerpo y alma al combate pol¨ªtico, al lado de la revoluci¨®n argelina, y especialmente del movimiento de los Panteras Negras en Estados Unidos, de los terroristas alemanes de la Fracci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo y la banda de Baader-Meinhoff y de la resistencia palestina en los ¨²ltimos a?os.Un cautivo enamorado acaba de aparecer en Espa?a, en una excelente traducci¨®n de Mar¨ªa Teresa Gallego y Mar¨ªa Isabel Reverte, en la editorial Debate. En realidad, y frente a lo que se se?ala en la nota editorial, no se trata de una novela, sino de un texto predominantemente autobiogr¨¢fico, a semejanza del que" public¨® en 1949, cuando iniciaba su carrera, Diario de un ladr¨®n. En ambos libros Genet mezcla tiempos y espacios, no sigue un orden cronol¨®gico preciso, se deja llevar por los grandes momentos epif¨¢nicos de su vida, que nuclean los grandes temas de su obra. Pero mientras Diario de un ladr¨®n es un libro m¨¢s subjetivo y personal, Un cautivo enamorado cuenta fundamentalmente los grandes momentos de algunos de los viajes que entre 1970 y 1984 efectu¨® Genet a Palestina, a los campos jordanos, sirios y libaneses donde se refugian y desde donde act¨²an los resistentes de la OLP. En este libro Genet es mucho menos protagonista que testigo, y acaso por ello este documento es m¨¢s fiable que el anteriormente citado. En efecto, Jean-Bernard Moraly, en su reciente biografia de Jean Genet, afirma que mientras Diario de un ladr¨®n deja mucho mayor margen a la ficci¨®n , Un cautivo enamorado se ajusta mucho m¨¢s a la realidad de su propia vida.
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