La huelga de profesores
Se?or impresor, ilustres cronistas de la Corte:?Voto a br¨ªos que tanta felon¨ªa me espanta! Y malos vientos soplan contra aquesta giran Corte y democracia. Pues es as¨ª que el populacho se insolenta de verme vadear caudalosos r¨ªos con la calesa de la Corte y quisieran verme peat¨®n o en mulo cual si, como ellos, fuera yo rufi¨¢n. Y braman porq¨²e un alto cortesano habite dignas mansiones y no inmunda casas que ocupa el vulgo. Y eso es vendaval antidemocr¨¢tico, pues democracia, ?qu¨¦ ha de ser sino respetar jerarqu¨ªas?
?Y qu¨¦ dir¨¦ de maestrillos y pedagogos levantiscos? Que faltan al respeto debido y quieren comer suculentos manjares y no s¨®lo el castizo cocido. Pues en su torpe soberbia piden m¨¢s doblones por ganar, cual si de lacayos, o letrados, o m¨ªlites heroicos se tratasen. ?No ven que la ¨²ltima necesidad de la Corte es educar? Y siendo ¨¦sa la ¨²ltima necesidad, han de ser las suyas las peores soldadas. Y negarlo es vendaval antidemocr¨¢tico.
M¨¢s: el indigno vulgo desconoce que es de sabios mudar. Y me acusan, pues mud¨¦, de ser sabio. Y aunque esta Corte ha menester de fuertes aliados para combatir el diablo colorado de Asia, miran recelosos su generosa tutela y desaprueban que les prestemos suelo para su alojamiento y p¨¢ramos para sus ensayos artilleros. ?Cual si las alima?as que los pueblan fuesen garant¨ªa m¨¢s s¨®lida que la democr¨¢tica caballer¨ªa sajonal Pues es vendaval antidemocr¨¢tico y ego¨ªsta querer m¨¢s nuestro suelo que nuestros socios de estrellados estandartes.
Y otros dudan porque les libr¨¦ de ataduras laborales y otorgu¨¦les libertad de buscar mejores oficios que el perdido. Ll¨¢manme cartagi-
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n¨¦s porque dicen que asol¨¦ Sagunto y m¨¢s desagradecidas villas. Y dudan porque no ven que los vigilantes de la Corte han de ser viriles con los bellacos, y yo digo que s¨®lo es bueno el delincuente desaparecido. Mas no piensa as¨ª el populacho porque sopla un vendaval antidemocr¨¢tico.
Y pues, ingratos, no quieren paz, tengan Guerra.-
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